Alta Ruta De Los Perdidos En TIENDA. Etapa 6. Cabaña De Lourdes - Oulettes De Gaube

Etapa no excesivamente larga, pero con bastante desnivel acumulado donde la suma de Km ya se va notando en los hombros y en las piernas.
Tras desayunar y filtrar agua en el rio dejamos atrás la cabaña donde pernoctamos, continuando por el GR 10 (aquí ya se ha unido el HRP francés) y enseguida llegamos a Barrage D'Ossoue (1.846 m.), un bonito embalse de origen glacial en pleno Valle de Ossoue con unas inmejorables vistas al macizo del Vignemale, que constituye precisamente el objetivo a alcanzar de la ruta de hoy. Cruzamos por la parte inferior de la presa para continuar el camino por el margen derecho del embalse, hasta llegar a un puente al final de la llanura que nos permite cruzar al otro lado del riachuelo y que nos deja en las primeras estribaciones del camino.

Comienza aquí un largo ascenso sin apenas dificultad técnica, pero muy mantenido y constante, donde nos detenemos de vez en cuando para volver la vista atrás y contemplar las espectaculares vistas al Valle D'Oussue a medida que ganamos altura. Pasamos por las curiosas Grutas de Bellevue, excavadas en la roca en el siglo XIX y que sirven de refugio eventual a montañeros y escaladores. Poco después alcanzamos el Refugio de Bayssellance que con 2.651 metros es el refugio situado a mayor altura en el Pirineo.

Tras descansar brevemente y reponer fuerzas, llegamos un poco más adelante al collado de Hourquette D'Ossoue (2.734 m.), punto de inflexión donde comienza el descenso. Aquí aprovecho para "deshacerme" de la mochila y hacer un ascenso express al Petit Vignemale (3.032m), posiblemente uno de los tresmiles más asequibles del Pirineo y con unas vistas increíbles al glaciar y al valle D'Ossoue.

Una vez de vuelta y recuperada la mochila iniciamos un vertiginoso descenso por un espectacular y solitario paisaje de alta montaña, hasta llegar al Refugio de Oulettes de Gaube (2.151 m.), cuya privilegiada ubicación permite disfrutar de unas vistas asombrosas a la cara norte del macizo del Vignemale y donde nos permitimos el capricho de tomarnos una merecida cerveza mientras contemplamos el que es, sin lugar a dudas, el escenario más impresionante de toda la Alta Ruta de los Perdidos. Con la mirada perdida en ese mundo de hielo y roca, damos rienda suelta a nuestra imaginación, planeando futuras aventuras para subir o incluso escalar alguna de las cumbres del macizo, varias de las cuales superan ampliamente los 3.000 metros. En concreto, el Pique Longue, con sus 3.298 metros, constituye la cima a mayor altitud de todo el Pirineo francés.

Es la primera vez que tenemos el privilegio de estar en este santuario y, desde luego, la realidad supera ampliamente las expectativas; es un claro ejemplo de "más vale una imagen que mil palabras".
Y, por si fuera poco, los extensos prados y abundantes riachuelos que yacen a los pies del macizo, no pueden resultar más idílicos para encontrar un magnífico emplazamiento donde plantar la tienda y pasar la noche.
Preciosa etapa!!!