Circular a la Serreta desde el Mas del Regadiu por el espolón

Ruta circular desde Regadío pasando por:
- Font del Regadiu (0.7 km)
- Alt de Dubots (4.9 km)
- La Serreta (5.2 km)
- Yacimiento Arqueológico de la Serreta (5.7 km)
- Coll de Creu (8.2 km)

Caminar en la naturaleza es ser testigo de mil milagros. Mary Davis
Camilo Visedo Moltó (Alcoy 1876-1958), pionero en los estudios arqueológicos en Alcoy y su ámbito comarcal, alternó sus actividades investigadoras con estudios geológicos y excursiones por las comarcas septentrionales de Alicante, que le permitieron reunir una importante colección de fósiles. A mediados de la segunda década del siglo XX, emprende diferentes exploraciones arqueológicas y en 1920 se le concede la autorización para las excavaciones de La Serreta, yacimiento al que dedicaría más de quince campañas de trabajos en sucesivos años. A lo largo de más de cuarenta años dedicados a la geología y la arqueología, reunió una importante colección que legó al Museu Arqueològic Municipal de Alcoy, del cual fue su creador y su primer conservador entre 1945 y 1958.
Iniciamos la ruta desde el Camí del Mas del Regadiu, seguimos el camino por la izquierda, dejándolo después por otro también a la izquierda que se convierte en sendero. Enseguida tenemos una buena vista a La Serreta con su magnífico y rocoso espolón oeste. El sendero se introduce en un bosque de pinar algo desgarbado que nos conduce por encima y paralelos a la carretera CV-785 con algunos altibajos. Descendemos un poco para confluir con la carretera que cruzamos para llegar hasta el Mas Font del Regadiu, caserón de tres plantas en total abandono y casi derruido en su interior, su fachada se mantiene en pie pintarrajeada.
Por el lateral de la izquierda bajamos observando su parte trasera, con bastante humedad y abundante vegetación, hay una barranquera cercana, y vemos, a la izquierda, tapado con una rejilla de tela metálica un Alcavó, una antigua mina de agua. El sendero continua y a unos pasos tenemos el caño con tenue chorrito de la Font del Regadiu escondida entre la foresta, a la derecha, y un poco más adelante, la Bassa de la Font del Regadiu que acumula el agua de la fuente.
Continuamos el camino entre bancales abandonados y restos de pinar que nos dejan espléndidas vistas a La Serreta, a la Serrella y a la Lloma Redona algo más alejadas. Nos vamos acercando a otra masía que está habitada. Antes llegamos al Pou del Mas del Regadiuet, un aljibe de cemento, cerrado con puerta metálica al pie de una carrasca con pileta para lavar. En la parte de arriba cruzamos el estrecho Barranc dels Dubots junto a bancales con buenas panorámicas. Enlazamos con el camino de entrada al Mas del Regadiu que está habitado, pero en el tronco de un almendro hay un cartel rogando torcer a la izquierda debido a los perros sueltos.
Tomamos el camino de la izquierda donde hay un pequeño Forn de Calç, para girar pronto a la derecha en leve ascenso y llegar al Aljub, alargada cisterna cerrada de origen árabe, desde la que tenemos miradas a Aitana y a la Serrella. Tenemos un trecho de sendero estable entre un pinar diverso que ya nos dejar ver en lo alto el vértice geodésico de La Serreta. Alcanzamos una enorme balsa de riego que se nutre de los barrancos de la sierra, ahora medio vacía por la escasez de lluvias.
Conectamos con un camino de cuidados bancales que nos lleva a otra masía emblemática a los pies de La Serreta, el Mas Font del Vicari, también habitada y con varias edificaciones adosadas que miran hacia el valle. Frente a la entrada tenemos que virar a la izquierda por un sendero con suave desnivel y nítidas miradas al Carrascar de la Font Roja y el Menejador, contemplando uno de los mayores y tupidos doseles arbóreos de la provincia. Torcemos a la izquierda por otro sendero más abrupto entre bancales abandonados y vistas amables a la pequeña hoya preparada para la siembra. Cortas e inclinadas rampas nos van ascendiendo hasta la otra vertiente con miradas a Alcoy.
Giramos a la izquierda y ya tenemos a la vista el gran espolón de La Serreta. Avanzamos hasta dos mojones de piedras con panorámicas al Comtat, con el Montcabrer y el Benicadell. Descendemos un poco buscando el inicio para trepar. Antes de empezar a subir tenemos inmejorables vistas a Alcoy y a la hermosa brecha del Barranc del Cint, y luego, más escoradas al Salt y el Castellar. Contemplamos la primera rampa de subida bastante asequible, pero con las fuertes ráfagas de aire que sopla, hay que tomar precauciones.
Unos puntos amarillos y los rastros en las rocas marcan el mejor paso. Superado este tramo, el siguiente es más expuesto a las rachas de aire al no haber nada que nos proteja. Nos escoramos a la izquierda bajo unas placas rocosas a superar. En este tramo estamos protegidos y nos encaramos sobre la cresta, rocosa e irregular que nos permite avanzar con precaución aunque sopla de lo lindo. Al fondo, sobre el filo de las rocas se distingue el vértice geodésico.
Hay un mojón que alguien ha marcado como el Alt de Dubots..? Las panorámicas lejanas comienzan a definirse con la mole de Aitana, siempre reconocible por sus antenas, y el Puig Campana por su muesca en forma de ventana. En el primer trecho, por las crestas, el tránsito es incómodo y abrupto, siendo preferible bajar y subir por ambos lados haciendo pequeños rodeos.
Alcanzamos el Vértice Geodésico de La Serreta (1.052 m.), adornado con un recogido nacimiento para recordarnos que estamos en Navidad, las miradas son a 360º. La Serreta, además de un recorrido cultural es un excelente otero para contemplar las grandes cimas de los alrededores. Está situada entre las poblaciones de Benilloba, Alcoy y Benifallim, junto a los valles del Serpis, Guadalest y Carrasqueta.
En unas decenas de metros llegamos a las ruinas de una pequeña edificación que también tiene su historia. Fue una caseta de vigilancia utilizada durante la guerra civil para avisar a los pueblos de los ataques de la aviación fascista. Con miradas a la Serra de Almudaina y la Serrella, alcanzamos el monolito de piedra en honor al arqueólogo Camilo Visedo Moltó (Alcoy 1876-1958), que dedicó gran parte de su vida profesional a estas excavaciones y a su posterior clasificación en el Museo Arqueológico de Alcoy que ahora lleva su nombre. En los trabajos de excavación apareció también una necrópolis con varias tumbas completas con sus ajuares mortuorios y se encontraron cientos de exvotos iberos de terracota. La figura más importante es una representación de una diosa femenina, seguramente la Diosa Madre.
Transitamos por el cordal hasta una pequeña explanada donde hay un grupo de hermosas carrascas, entre ellas, deteriorados por sus raíces se hallan los restos de un gran muro defensivo y el templo junto al poblado íbero. En suave descenso y antes de girar a la izquierda por el Sendero de la Ombría de la Serreta, tenemos un mirador natural a todo el valle bajo la protección de la Serreta y Aitana, con Benilloba, el Castell de Penella y el Benicadell.
Entramos en la cara norte de la serreta, a media altura y en suave descenso. Todavía podemos ver arriba el monolito de piedra y de frente la ciudad de Alcoy con las estribaciones de la Serra de Mariola y el Barranc del Cint. Pasamos junto a un Forn de Calç, habituales en la zona y luego en dos bifurcaciones casi seguidas, tomamos los ramales de la izquierda para seguir descendiendo, siempre metidos en el apretado y espigado pinar. Conectamos con el Sender del Coll de les Creuetes por la izquierda durante un breve tramo, para dejarlo también por la izquierda, por otro camino de tierra algo más ancho que sigue bajando hacia una pequeña hoya abancalada.
Entre bancales de olivos y algunos cerezos nos dirigimos hacia una enorme casona junto a un gran pino que ha sido talado. Es la Casa Foia de Merita, habitada y bien cuidada, aunque nos llama la atención los restos de antiguos decorados esparcidos en los bancales. Un camino flanqueado por olivos nos saca de la propiedad y cruzamos toda la hoya, cuyos bancales todavía no han sido preparados para la siembra. Tenemos una buena mirada al agreste espolón de La Serreta.
Cruzamos la carretera CV-788 prosiguiendo por un escondido sendero entre matorral y pinar que nos evita el tránsito por otra carretera, dejándonos una preciosa mirada a Aitana. Salimos a la CV-785 por la que caminamos unos 150 metros y la dejamos por la derecha, subiendo un pequeño escalón para conectar con otro sendero que nos llevará paralelos por la parte alta entre apretado matorral. El sendero desemboca en el Camí del Mas del Regadiu donde tenemos el coche cerrando la ruta.
Damos las gracias a “vaigapeu” por el track y la completa descripción de la ruta.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”