Alrucea desde trambosrios

ALRUCEA DESDE TRAMBOSRIOS

Bilbao, a quince de Agosto de 2015.

Que ganas tenia de subir por este valle.
Había leído y visto varias excursiones por la zona. En particular me llamo la atención la historia del ermitaño del Urbion.
Por fin hoy voy a pasear por estos bellos rincones. Es la alta montaña de La Rioja.
Pero no voy a subir a la Muela, no no, hoy la meta es recorrer el rio y subir al Alrucea.
Para subir esta cima, que está en el cordal que desde el Camperon baja hasta Viniegra, habíamos encontrado un par de tracks, pero queríamos hacer algo circular y al final apoyándonos en varios conseguimos hacer esto.
Gracias a balasitxo, Zaisev y Matoni
Así que salimos del lugar donde confluyen el rio Urbion y el rio Viniegra, que luego se unirán al Ventrosa y darán lugar al Najerilla.
Vamos paseando tranquilamente por el camino que remonta el rio, despacio, sin prisa, disfrutando de todos los rincones que se nos ofrecen.
Qué gozada de sitio.
Refugios de pastores, aquí llamados Tenadas, la cascada del chorrón, la ermita de San Millan, los altos montes.
Aquí un novillo, allá los buitres, las ovejas, los mastines, las yeguas, los mirlos acuaticos, un sirón…
Tras pasar la Ermita de San Millan llegamos al refugio donde vive el ermitaño de Urbion, con quien cruzamos un saludo y nos desea buen paseo.
Continuamos ascendiendo pegados al rio, que cruzamos en varias ocasiones por pasarelas-puentes habilitados para ello. Por cierto nos ha sorprendido que en varios tramos del camino, cuando este se ha roto, ha sido arreglado incluso con cemento, suponemos que por el tema ganadero.
Aproximadamente a los ocho kilómetros de trayecto comienza la verdadera subida.
Alcanzamos un refugio bien guardado y acometemos la subida por la ladera del Monte Rubio, que bordeamos hacia la confluencia con el Rosabaila, una vez en el vallecito vamos subiendo tranquilamente hasta que unos “amables” mastines nos hacen poner la directa y la reductora para salir de su trayectoria.
Cuando ya cogemos altura y nos alejamos del rebaño de ovejas nos paramos a descansar. Y vemos como viene el pastor con su moto a traer la comida de los mastines y de paso juntar un poco los animales.
Nosotros seguimos camino y ascendemos por la ladera del cerro Nevilla hacia la fuente de Campolengo, pero sin llegar, porque giramos hacia la derecha camino de nuestra meta.
Al de poco se presenta delante nuestro el pastor que antes hemos visto, que ha venido a buscarnos pensando que podíamos estar despistados porque le parecía raro el camino que tomábamos porque no es muy habitual.
De charla con él le explicamos nuestra ruta prevista y nos advierte que en la bajada al rio desde Collado Grande, es posible que no encontremos camino claro, ya que estará cerrado pero que se puede bajar.
Nos cuenta que es de Vinuesa y que tiene unas novecientas ovejas que las baja de estos montes para el primero de Noviembre.
Nos despedimos de él y le agradecemos sus consejos y su preocupación por si estábamos perdidos.
Seguimos andando y subimos a una cota anterior al Alrucea y suficientemente distinguida de éste, es la cota 1826m. Las vistas son geniales. Nos queda el repecho de subida al Alrucea. La cima tan solo tiene un montoncito de piedras, pero que vistas, pufff, la muela, las peñas claras, hoyo oscuro, el circo de urbion, el cerezales, a lo lejos San Lorenzo, el cabezo del Santo y mas y mas…
Descansamos, comemos y como viene agua y se va a poner a llover, salimos pitando.
Recorremos todo el cordal descendiendo por cortafuegos, en ocasiones con fuerte pendiente y llegamos al Collado Grande, donde sorprendemos y asustamos a tres ciervas.
Pasamos por entre las cajas de las colmenas de las abejas y comenzamos a bajar siguiendo en gran parte un sendero entre escobas y a través del bosque de robles, a veces se pierde pero se baja relativamente bien.
Llegamos a la ermita de San Millan y ya por camino conocido disfrutamos poco a poco del paseo al lado del rio hasta llegar al coche, contentos del paseo realizado pero con un “nosequé” de pena porque se termina el recorrido.
Esto no es para contarlo es para pasearlo,
Hasta pronto, nos vemos en los montes.