Almenara. Cueva de los Murciélagos. Castillo y Torres. Marjal y Estanys de Almenara.
near Almenara, Valencia (España)
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Itinerary description
Almenara, en la comarca de la Plana Baja, provincia de Castellón, con una población de unos 6.000 habitantes, debe su nombre a las atalayas donde se encendía fuego para hacer señales ópticas. En su término se han encontrado restos del epipaleolítico (en la zona del Estany Gran), y otros (dólmenes y un menhir) del eneolítico. En la Montaña Blanca, muy cerca de los Estanys hay restos de un poblado de la Edad del Bronce, y en la zona del castillo se ha encontrado un poblado ibérico. También hay restos romanos en el yacimiento del Punt del Cid y un embarcadero en la marjal, habiéndose encontrado 18 lápidas romanas, tramos de caminos, y restos de una villa cerca de los Estanys. El castillo es de época andalusí (siglo X), construido sobre restos de un antiguo poblado ibérico, y fue donado en 1236 por los musulmanes al obispo de Albarracín, lo que no aceptó la población; acabó siendo conquistado por Jaime I en 1238, a partir de cuyo momento comenzó la construcción de la población en su ubicación actual, a los pies del castillo, con un plano cuadrangular bien definido y rodeada por murallas. Jaime I, y su esposa Violante de Hungría residieron en este castillo, actualmente en ruinas aunque conserva restos de tres murallas y dos torres (el Abuelo y la Abuela, en la terminología popular). En 1521 ocurrió la batalla de Almenara, la derrota que inició el declive de los agermanados, y también hubo varias batallas en la zona durante la Guerra de la Independencia. También en el siglo XVI se construyó una nueva muralla, ampliando el espacio ciudadano. Hace un par de siglos era lugar de paso y cambio de tiro de las diligencias que iban de Valencia a Castellón por el camino de Madrid a Barcelona; por aquel entonces también eran frecuentes las fiebres intermitentes provocadas por los "miasmas mortíferos que exhalaba la marjal". Entre sus monumentos destacan el Castillo, las murallas, la creueta gótica, la iglesia parroquial y los yacimientos arqueológicos del Punt del Cid (romanos, aunque muy alterados por sucesivas intervenciones, incluyendo en la Guerra Civil) y el Estany Gran (epipaleolíticos).
La ruta, compuesta de dos trayectos circulares unidos por un trayecto recto (recogido en la grabación en un sólo sentido), que puede ser hecho andando (por el arcén de una carretera en excelente estado) o en coche. El trayecto por la zona de Los Estanys es totalmente llano, hay un bar restaurante y unas instalaciones públicas con barbacoas, paelleras,..., donde había muchas personas y parece un lugar muy agradable para pasar el día; a la entrada hay un aparcamiento público del Ayuntamiento, donde hay que pagar 2 euros para dejar el coche, si es el caso. El otro trayecto circular es por el cerro del castillo, de altitud no muy elevada y con senderos irregulares, poco apropiados para personas con dificultad de movimiento, pero aceptables para el resto, incluyendo niños.
Tras dejar el coche aparcado en el núcleo urbano, la ruta comienza en la punta este de la población, al pie del cerro del castillo, donde encontraremos una pista no asfaltada que sigue la ladera sur del castillo hasta llegar a la punta oeste del cerro; en esta zona tendremos la compañía, por la derecha, de una acequia fuera de uso, que no hace falta atravesar, y a lo largo del recorrido encontraremos varios senderos que salen por la derecha para subir por la ladera, dirigiéndose hacia la torre este (de Bergamuza o la Abueleta), el castillo y la torre oeste (de Bivalcadim o el Abuelet). En un recorrido, básicamente llano, tendremos excelentes vistas hacia la zona costera y la población, incluyendo su iglesia parroquial y los restos de las murallas, así como a las poblaciones y sierras litorales situadas más al sur.
Seguimos avanzando por esa pista hasta llegar muy cerca de la CV-2311; pocos metros antes de alcanzarla nos cruzamos con un sendero, que sigue paralelo a la carretera durante unas decenas de metros y que tomaremos para ir girando a la derecha, mientras se inicia el ascenso hacia la parte alta del cerro del castillo. Rodeamos por el norte un pequeño promontorio rocoso (112 metros), para girar hacia el sur y seguir ascendiendo entre ese promontorio y el cerro del castillo, alcanzando un pequeño collado en el que veremos señales escritas sobre la roca de que muy cerca tenemos la Cueva de los Murciélagos, a la que nos dirigimos en primer lugar.
La cueva, situada al pie de la torre de Bivalcadim (o el Abuelet), es una cavidad muy irregular entre grandes bloques de roca, a la que nos asomamos pero no entramos; parece no revestir gran interés, y ha sido topografiada por Santi Cantavella, cuya descripción se puede ver en la publicación del SICE-CS.
Desde aquí avanzamos unas pocas decenas de metros, ya al lado de las murallas del circuito interno del castillo, cuya entrada aparece poco más adelante. Subimos por ella a la parte alta, donde podemos ver los escasos restos que quedan, en estado de ruina avanzada (lo único un poco mejor conservado son las Torres), y las excelentes vistas desde este destacado mirador, incluyendo las elevaciones situadas al este del Puig (o Punt) del Cid y la Montaña Blanca, así como la zona de la Marjal y el resto de La Plana, hacia el norte.
Al llegar al extremo oeste del castillo encontramos otro acceso entre las murallas (el albacar), para después descender por un polvoriento sendero hacia un gran aljibe situado al pie de la muralla, donde parece que estaba la mezquita y desde donde en un ascenso de pocos metros llegamos a la Torre del este (de Bergamuza o de la Abueleta), que fue reconstruida con ladrillos y piedras del antiguo convento de los Dominicos, destruido tras la desamortización de Mendizábal.
Desde ahí bajamos por la ladera norte del terreno, para llegar a la zona baja, donde encontramos restos de trincheras (cuyo origen no se identifica, aunque podrían ser tanto de la guerra de la Independencia como de la Civil), y seguimos rodeando la base del cerro para llegar al lugar donde habíamos dejado el coche, que recogemos para ir a continuación hacia la zona de Los Estanys, al pie de la Montaña Blanca, y a unos 2 km. del final del primer sendero circular.
Los Estanys, tres estanques (dos pequeños y uno algo mayor) en excelente estado de limpieza y de gran interés ecológico, en los que anida gran cantidad de aves y se puede pescar (aunque es una actividad regulada, sin muerte, y para la que se precisa autorización especial), además de ser una zona recreativa muy agradable, están situados entre la Montaña Blanca (cuyo yacimiento arqueológico está básicamente oculto) y la marjal costera; en el fondo de uno de los Estanys hay un yacimiento epipaleolítico. La ruta, muy sencilla, despejada y absolutamente llana, está bien trazada y permite el acceso a un observatorio desde donde, a estas horas, no hay muchos avistamientos de aves, pero que debe ser un excelente observatorio al amanecer y atardecer. También es posible hacer una ruta, más larga y a estas horas seguro que no mucho más pródiga en avistamientos, por los caminos de la marjal, pudiendo llegar incluso a la playa de Almenara.
En conjunto un día de caminos bastante plácidos, sobre todo en Los Estanys, casi más propios de una ruta familiar a pie que para senderistas, pero con varios puntos interesantes y muy bella. Considero preferible llevar calzado cómodo, no siendo imprescindible el de montaña y protección solar, tal vez con agua por si acaso (sobre todo si se va con niños). En esos días en los que uno no tiene muchas ganas de meterse en un sitio complicado o ir muy lejos para encontrar un sendero de buen desnivel, o simplemente cuando busca la paz de una suave caminata, este es un excelente lugar para visitar.
La ruta, compuesta de dos trayectos circulares unidos por un trayecto recto (recogido en la grabación en un sólo sentido), que puede ser hecho andando (por el arcén de una carretera en excelente estado) o en coche. El trayecto por la zona de Los Estanys es totalmente llano, hay un bar restaurante y unas instalaciones públicas con barbacoas, paelleras,..., donde había muchas personas y parece un lugar muy agradable para pasar el día; a la entrada hay un aparcamiento público del Ayuntamiento, donde hay que pagar 2 euros para dejar el coche, si es el caso. El otro trayecto circular es por el cerro del castillo, de altitud no muy elevada y con senderos irregulares, poco apropiados para personas con dificultad de movimiento, pero aceptables para el resto, incluyendo niños.
Tras dejar el coche aparcado en el núcleo urbano, la ruta comienza en la punta este de la población, al pie del cerro del castillo, donde encontraremos una pista no asfaltada que sigue la ladera sur del castillo hasta llegar a la punta oeste del cerro; en esta zona tendremos la compañía, por la derecha, de una acequia fuera de uso, que no hace falta atravesar, y a lo largo del recorrido encontraremos varios senderos que salen por la derecha para subir por la ladera, dirigiéndose hacia la torre este (de Bergamuza o la Abueleta), el castillo y la torre oeste (de Bivalcadim o el Abuelet). En un recorrido, básicamente llano, tendremos excelentes vistas hacia la zona costera y la población, incluyendo su iglesia parroquial y los restos de las murallas, así como a las poblaciones y sierras litorales situadas más al sur.
Seguimos avanzando por esa pista hasta llegar muy cerca de la CV-2311; pocos metros antes de alcanzarla nos cruzamos con un sendero, que sigue paralelo a la carretera durante unas decenas de metros y que tomaremos para ir girando a la derecha, mientras se inicia el ascenso hacia la parte alta del cerro del castillo. Rodeamos por el norte un pequeño promontorio rocoso (112 metros), para girar hacia el sur y seguir ascendiendo entre ese promontorio y el cerro del castillo, alcanzando un pequeño collado en el que veremos señales escritas sobre la roca de que muy cerca tenemos la Cueva de los Murciélagos, a la que nos dirigimos en primer lugar.
La cueva, situada al pie de la torre de Bivalcadim (o el Abuelet), es una cavidad muy irregular entre grandes bloques de roca, a la que nos asomamos pero no entramos; parece no revestir gran interés, y ha sido topografiada por Santi Cantavella, cuya descripción se puede ver en la publicación del SICE-CS.
Desde aquí avanzamos unas pocas decenas de metros, ya al lado de las murallas del circuito interno del castillo, cuya entrada aparece poco más adelante. Subimos por ella a la parte alta, donde podemos ver los escasos restos que quedan, en estado de ruina avanzada (lo único un poco mejor conservado son las Torres), y las excelentes vistas desde este destacado mirador, incluyendo las elevaciones situadas al este del Puig (o Punt) del Cid y la Montaña Blanca, así como la zona de la Marjal y el resto de La Plana, hacia el norte.
Al llegar al extremo oeste del castillo encontramos otro acceso entre las murallas (el albacar), para después descender por un polvoriento sendero hacia un gran aljibe situado al pie de la muralla, donde parece que estaba la mezquita y desde donde en un ascenso de pocos metros llegamos a la Torre del este (de Bergamuza o de la Abueleta), que fue reconstruida con ladrillos y piedras del antiguo convento de los Dominicos, destruido tras la desamortización de Mendizábal.
Desde ahí bajamos por la ladera norte del terreno, para llegar a la zona baja, donde encontramos restos de trincheras (cuyo origen no se identifica, aunque podrían ser tanto de la guerra de la Independencia como de la Civil), y seguimos rodeando la base del cerro para llegar al lugar donde habíamos dejado el coche, que recogemos para ir a continuación hacia la zona de Los Estanys, al pie de la Montaña Blanca, y a unos 2 km. del final del primer sendero circular.
Los Estanys, tres estanques (dos pequeños y uno algo mayor) en excelente estado de limpieza y de gran interés ecológico, en los que anida gran cantidad de aves y se puede pescar (aunque es una actividad regulada, sin muerte, y para la que se precisa autorización especial), además de ser una zona recreativa muy agradable, están situados entre la Montaña Blanca (cuyo yacimiento arqueológico está básicamente oculto) y la marjal costera; en el fondo de uno de los Estanys hay un yacimiento epipaleolítico. La ruta, muy sencilla, despejada y absolutamente llana, está bien trazada y permite el acceso a un observatorio desde donde, a estas horas, no hay muchos avistamientos de aves, pero que debe ser un excelente observatorio al amanecer y atardecer. También es posible hacer una ruta, más larga y a estas horas seguro que no mucho más pródiga en avistamientos, por los caminos de la marjal, pudiendo llegar incluso a la playa de Almenara.
En conjunto un día de caminos bastante plácidos, sobre todo en Los Estanys, casi más propios de una ruta familiar a pie que para senderistas, pero con varios puntos interesantes y muy bella. Considero preferible llevar calzado cómodo, no siendo imprescindible el de montaña y protección solar, tal vez con agua por si acaso (sobre todo si se va con niños). En esos días en los que uno no tiene muchas ganas de meterse en un sitio complicado o ir muy lejos para encontrar un sendero de buen desnivel, o simplemente cuando busca la paz de una suave caminata, este es un excelente lugar para visitar.
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Easy to follow
Scenery
Easy
Excelente ruta. Interesante el Castillo, Torres y Cueva, y preciosa la Marjal y Estanys.
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Easy
Ruta muy bonita, variada y fácil
Gran ruta
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Scenery
Easy
nueva propuesta, bien trazada de paseo al atardecer mediterráneo,con baño final....
Esta ruta pasa por las trincheras ? Gracias
Si. Por algunas de ellas.
@eoc gracias
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Gracias por enseñarnos una ruta interesante para descubrirnos dos entornos tan diferentes, yo la he prolongado recorriendo más tramo por el Marjal.
Gracias a ti. Es una zona muy interesante y con múltiples posibilidades, como bien dices.