Almanzor y La Galana, desde la Plataforma de Gredos (Sierra de Gredos)

Trazado que nos permite el ascenso a las cumbres del pico Almanzor, 1.591m y La Galana, 1.572m, techo y consorte del Circo Glaciar de Gredos, la Sierra de Gredos y de todo el Sistema Central.
Utilizando el aparcamiento de la Plataforma de Gredos, 1.750m como punto de acceso, realizaremos un recorrido lineal, de ida y vuelta, por la Senda de Laguna Grande y del Refugio Elola, 2.000m.
Desde el refugio optamos por el ascenso a cumbre por la Hoya Antón y la canal/Portilla del Crampón, atacando los verticales metros finales por su cara sur.
Abandonamos la prominencia del Almanzor por la Portilla de los Cobardes y enlazamos bajo el Cuchillar de Ballesteros con la depresión del Collado del Venteadero.
Aquí, de nuevo, un corto y técnico trazado de ida y vuelta nos hace alcanzar la cúspide de La Galana.
Cerramos el recorrido desde el collado al Rellano de Ameal de Pablo, donde la acusada Canal y Corredor de los Geógrafos nos devuelve a las inmediaciones de la Laguna Grande. Sólo nos resta desandar nuestro camino hasta nuestro punto de partida en la plataforma.

Amanece en la Plataforma de Gredos, para nosotros de estreno en el macizo central de Gredos, cambiando al primer paso cualquier comodidad conocida por el empedrado de la Senda de la Laguna Grande. Senda de libro que enfila el flanco meridional del Circo Glaciar de Gredos sobre los pastos del Prado de las Pozas, desfile otoñal a faldas de la sierra.

Quiebros en la marcha y un suave ascenso nos vuelcan bajo un cielo plomizo sobre las vistas generalistas del Circo Glaciar, ya era hora de dibujar nuestra línea de horizonte que nos espera en cotas altas de nuestra travesía.

Aún en las preliminares nos dejamos caer hacia el corazón del circo, la formidable vereda se adentra en la cabecera de la Garganta de Gredos, en su cubeta glaciar se adorna con los farallones graníticos del circo la Laguna Grande de Gredos. Allí reposa junto a sus aguas el Refugio Elola, hábitat de un conglomerado de senderistas, montañeros y escaladores con sus alrededores como campo base.
Para nosotros, aquí plantamos la línea de salida del trazado circular que nos llevará por los techos de la sierra, dejando para el retorno la vuelta sobre nuestros pasos de la mañana.

Comenzamos nuestro ascenso al Almanzor, remontamos los bloques que dan salida a la Hoya Antón, canchal granítico de grandes rocas que definen el origen del extenso circo glaciar. Adivinamos la alargada canal que se desprende desde Portilla Bermeja, ganando sus primeros metros. A medio camino la abandonamos y viramos hacia la estrecha canal que sube hacia la brecha de la Portilla del Crampón.

Volcamos por fin las vistas al sur, dominadas por las extensas gargantas que se pierden hacia la Vera y la prominencia del Cuerno del Almanzor. Nosotros tendremos por delante una corta travesía lateral por su cara sur, adivinando los verticales, y últimos, metros de trepes por las repisas que nos separan de las cimas gemelas del Almanzor. Escueta e incómoda plataforma cimera que no tarda demasiado en devolvernos a los destrepes y reanudar la marcha.

Un tiro de piedra nos separa de la Portilla de los Cobardes, ésta asequible e hito de paso hacia nuestro desfila a pies del Cuchillar de Ballesteros. Nuestro siguiente objetivo se iza a poniente, la cumbre piramidal de La Galana. Antes nuestro camino nos llevará ineludiblemente a la hondonada del Collado del Venteadero, desde donde atacaremos su espigada cumbre.

Situados sobre la Muesca de Galana, mella implacable que nos rompe el paso, nos toca de nuevo tirar de manos para superar el temerario escollo y volver a las trepadas para aniquilar la subida en su solitaria cota. Vista atrás del trabajo hecho, trabajo que no celebraremos hasta volver a superar la Muesca en huida.

Damos por solventado el trecho técnico del recorrido, relajando el cierre del trazado de vuelta hacia la Laguna Grande. Nos quedamos con el descenso directo por el Rellano del Ameal y la Canal de los Geógrafos, deshaciendo el acusado descenso bajo la imponente aguja pétrea del Ameal de Pablo. Extensa y rota bajada que toca fin junto al Refugio Elola.

Y lo dicho, demasiadas miradas atrás mientras abandonamos la Garganta de Gredos, junto a su Laguna Grande, cae la tarde y el sol destella sobre la piramidal silueta del Almanzor. Infinitos son los pasos que nos separan de nuestro punto de partida mientras se agota el día.

Nos vemos en las montañas.