Alicante. Fleix. Barranco del Infierno

Ruta del Barranc de l´Infern, también conocida como la Catedral del Senderismo o de los más de 6800 escalones o el PR-CV 147 en La Vall de Laguar.
Impresionante ruta de unos 14 km para realizar en algo más de 5 horas con constantes subidas y bajadas, escalones, zig-zags y cuestas interminables, fondos de barrancos pedregosos y diversidad de vegetación, en primavera almendros y cerezos darán más colorido a la ruta.
Las vistas desde la zona más alta nos llevará al Maigmó, al mar e incluso dicen, en los días más claros a ver hasta la Isla de Ibiza.
La primera bajada desde el pueblo de Fleix, donde se ha hecho un parking como comienzo de ruta, es la más espectacular. Pasado el lavadero nos desviaremos a la derecha por una sendita que ya desde el principio nos deja ver escalones que vamos a ir bajando y en la ladera de enfrente veremos los que vamos a ir subiendo en zig-zags.
Para mí esta bajada-subida es la más bonita. Abajo el lecho blanquecino y pedregoso del Río Girona, la cascada de Fleix, en esta época del año seca, los contrastes de colores de la vegetación en los suelos aterrazados.
Una vez llegamos arriba, hay unas casas, los juveés que eran antiguas casas que se usaban en momento de la recolección.
Volveremos a bajar, por una zona algo más abrupta, encañonada y con menos escalones pero sin desmerecer ya que las vistas nuevamente al Barranco del Infierno son muy frondosas y con una vegetación bastante tupida. En esta bajada encontraremos una fuentecilla que nos dará aliento y fuerza para continuar, es la Font de Reinós.
Una vez lleguemos a cruzar el fondo pedregoso del barranco, nos enfrentaremos a una segunda subida hasta alcanzar el Juvees de d´Alt para abandonar el Barranco del Infierno y adentrarnos en el de Racons, donde encontraremos gran cantidad de palmitos a nuestro paso.
La subida que viene a continuación, no es que sea la más exigente pero lo acumulado hasta el momento se hace notar en las piernas. Tras esta subida, vamos a llegar al pueblo de Benimaurell y desde aquí ya en descenso y por una camino semiasfaltado llegaremos al parking de Fleix.
Por resumir, es una ruta que merece la pena hacerla por la historia que tiene detrás, por la espectacularidad del camino, las vistas y todo el entorno natural. Se hace un esfuerzo grande pero cada uno se marca sus posibilidades. son 800 metros de desnivel pero no hay pasos complicados ni posibilidad de pérdida de la ruta.
Evitar los días más calurosos del verano ya que no hay muchas sombras y períodos después de lluvias ya que hay que cruzar el río por dos veces.