Aldea del Cerezo- rio Yeguas Sierra de Cardeña-Montoro

Partimos de la Aldea del Cerezo, nos encontramos en primer lugar, con una zona de dehesa, la mayoria de propiedad privada. Para ello, saldremos del pueblo de Cardeña en coche, desde la plaza de la Independencia, en el centro de Cardeña, tomamos por la calle Aldea del Cerezo que nos lleva a la salida del pueblo. El sendero se inicia un poco más adelante donde veremos la señal de su inicio, desde aquí nos quedaran 6 kilómetros hasta llegar a la Aldea. Es una vía pecuaria, la vereda de Valdecañas. Comprobaremos que es una pista ancha, con buen firme, aunque con baches pero transitable con coche, y casi siempre jalonada por los típicos muretes de piedra granítica que sirven de cercado de las fincas, no hay por tanto peligro de pérdida o confusión, ya que nos mantendremos en el camino principal y seguiremos las señales. No hay aparcamiento habilitado al inicio del sendero, aunque hay lugares próximos donde es posible dejar el vehículo facilmente. Cardeña es una opción a considerar. El Cerezo es una pequeña aldea, que en origen fue refugio de pastoreo transhumante y lugar de acogida de algunas familias asentadas en la zona. Está formada por una serie de casas, establos y corrales. Este enclave ha sido rehabilitado y reconvertido como alojamiento rural.
Para acceder al parque se requiere autorización. Se debe presentar la solicitud 15 días antes a la realización de la actividad en la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería Pesca y Desarrollo Sostenible de Córdoba.
Partiendo de la Aldea del Cerezo se encuentra el sendero de la Vegueta del Fresno, por el sureste descendiendo hasta el rio Yeguas en donde el sendero tiene un tramo circular, cuyo aspecto más destacado, además de la belleza del río y su ribera, es la rica fauna que alberga. Al poco de adentrarnos en el parque y una vez pasada la zona de la dehesa notamos que el relieve se está haciendo gradualmente más enérgico, y nos vamos bajando por un barranco por el que discurre el arroyo de las Cantareras. Especies tan emblemáticas del monte mediterráneo como el lince, el lobo, la nutria o el águila imperial recuperan hoy sus diezmadas poblaciones en estos privilegiados lugares, gracias a una mayor protección y a la conciencia colectiva. El Lince Ibérico emblema de este Parque Natural es el felino más amenazado del mundo.
En el fondo del encajado valle al que seguimos descendiendo ya podremos ver el río Yeguas, para llegar a sus orillas después de recorrer los últimos setecientos metros. Este río es una de las joyas de la naturaleza del parque y de todo el sur ibérico. Su bosque de ribera, con sauces, álamos, fresnos o adelfas, cubre un amplio cauce con cantos rodados que dan testimonio de su geológica vitalidad.
Por ultimo y pasaso el rio Yeguas accedemos a un cortafuegos, algo complicado, bajando por el y a la izquierda, retomamos el sendero de bajada que nos permite volver a la Aldea del Cerezo