ALDEA DE MONTESINHO - EMBALSE DE SERRA SERRADA - LAMA GRANDE - EMBALSE DE VEIGUINHAS - PRESA DE GRALHA - ALDEA DE MONTESINHO

Comenzamos nuestras vacaciones acercándonos al extremo noreste de Portugal (a menos de un par de horas desde Zamora capital), en especial a la mágica Aldea de Montesinho, desde donde vamos a seguir, practicamente al pie de la letra, el track de quinajoão. Aparcamos nuestro coche junto al Café Montesinho y comenzamos a caminar por esta encantadora aldea que da nombre al Parque Natural. Pronto el camino adquiere pendiente para acceder al Embalse de Serra Serrada, un magnífico espectáculo a estas horas iniciales de la mañana. Nos desviamos un poco de la pista para acercarnos al embalse y así poder ver incluso la presa ("barragem" en portugués). Después regresamos a la pista y continuamos en dirección norte para acercarnos a la cola del pantano y cruzar al otro lado. Ésta es quizá la parte más complicada de la ruta, ya que no siempre está claro por donde cruzar (el track de quinajoão se mete por en medio de una maraña de vegetación que resulta imposible traspasar). Damos unos pocos rodeos hasta que por fin lo conseguimos y enseguida nos desviamos a la derecha para ir de nuevo ascendiendo en dirección al Prado de Lama Grande (hay algunos momentos en los que la vegetación también nos hace perder el sendero, pero lo recuperamos pronto de forma sencilla). Llegado un momento nos desviamos de nuevo a la derecha para visitar los Establos y la Casa de Lama Grande (el punto más elevado de la ruta), para a continuación volver sobre nuestros pasos a la pista, que en continuo descenso, nos va a ir acercando al Embalse de Veiginhas. Hay una zona donde la pista está bastante cubierta de vegetación además de tener una pendiente considerable con un piso lleno de sueltas, en la que hay que extremar un poco la precaución. Una vez al lado del embalse subimos a una pequeña montañita a nuestra izquierda (mirador del Embalse de Veiginhas) y posteriormente seguimos por la pista para coger enseguida un desvío a la izquierda que nos lleva hasta la presa, la cual atravesamos para descender por la escalera de hormigón del lado izquierdo y después continuar hacia adelante con ya un calor bastante asfixiante. Continuamos hasta el Mirador de los Caños de Agua para después comenzar un leve ascenso que nos conducirá hasta la pequeña Presa y Embalse de Gralha. Una vez superada una corta pero intensa subida, comenzamos el descenso de nuevo hacia la Aldea de Montesinho, por un terreno con bastante desnivel en el que hay que extremar de nuevo la precaución. Finalmente llegamos a la Aldea de Montesinho con mucho calor (menos mal que llevábamos bastante cantidad de agua en la mochila). Unos parajes maravillosos para la primera de las tres rutas portuguesas que haremos este verano. La ruta no tiene excesivo desnivel, pero la califico de moderada por la longitud y por el intenso calor, sobre todo en la parte final, cuando el sol ya se encontraba alto sobre el horizonte. Una maravilla, eso sí, hay que llevar agua, al menos en estas épocas estivales (24-07-2022).