Alcudia de Veo - Jinquer

Estupenda, interesante y típica ruta en el Parque Natural de la Sierra de Espadán, desde Alcudia de Veo, corazón de la Sierra bajo el pico que la da nombre, y que nos lleva hasta el despoblado de Jinquer.
Jinquer tiene su origen en una pequeña alquería andalusí protegida por el Castillo de Jinquer (actualmente en ruinas y de acceso muy difícil), llegando a formar parte de uno de los cuatro núcleos de población que formaban Alcudia de Veo, junto a la propia Alcudia, Veo y Benitandús. En 1913 Jinquer contaba con un centenar de vecinos pero, desgraciadamente, la llegada del frente de guerra en el verano de 1938 provocó la evacuación de sus habitantes. A la entrada del poblado se encuentra una emotiva placa que recuerda dicho abandono.
Para llegar a Jinquer realizamos en primer lugar el ascenso, corto pero intenso, hasta el Castillo de Alcudia de Veo, que conserva aún lienzos de la muralla y varias torres, incluyendo la del homenaje, circular.
Aún nos encontramos a media subida para alcanzar el primer cerro de la cordal. Para ello subiremos por una senda que se encuentra señalada con flechas amarillas (en la dirección opuesta a la subida). La cordal de más de 4 km que se alza entre el valle del río Veo y el barranco de Castro, por el Rodenal y las Peñas de Gil, transcurre por una preciosa senda de pinocha que en los claros de la frondosa vegetación de pinos y alcornoques nos permite vislumbrar por el este los Órganos de Benitandús y la plana de Onda hasta el mar, y por el lado oeste la cordal del Pico Espadán sobre los 1000 metros, así como Las Dos Tetas y el Rápita, que supera por poco al pico Espadán. Asimismo, a lo largo de la senda nos toparemos con varias trincheras cubiertas de maleza y puestos de ametralladoras. De hecho, parece que la senda sea un camino de servicio o de acceso a las mismas.
En el waypoint 18 hay que tener cuidado porque conectamos con el sendero GR 36 que dejamos nada más comenzar la ruta en el polideportivo de Alcudia, pero debemos cruzarlo. Nosotros nos equivocamos unos metros y tuvimos que volver, aunque este tramo era realmente bonito y con buenas vistas hacia las fajas de Laraños. Continuar nos hubiese llevado hasta el Más de la Campana (que oímos varias veces) y desviarnos del Jinquer.
Desde el waypoint nos queda la penúltima subida de este cordal-tobogán hasta el Alto de Pedralba (también con trincheras), que está rondando los 700 metros. Tras las últimas trincheras (waypoint 21) realizamos la última ascensión con unas preciosas vistas al valle del río Veo.
Desde aquí iniciamos la bajada por senda y a veces por medio de bancales de olivos, pasando por una cueva-refugio y una balsa, hasta que llegamos al despoblado de Jinquer. En éste quedan paredes de las antiguas casas, cubiertas de hierba, que nos permite entrever el entramado de calles, patios y corrales. Queda en pie, salvo el tejado, la iglesia barroca de la Purísima Concepción de María, y su altar. Parece que nos encontremos en un poblado sepultado por la selva tropical.
Desde aquí sólo nos queda tomar el sendero GR 333 para volver a Alcudia de Veo. Se trata de una pista forestal inicialmente de tierra y con tramos de cemento que sirve de acceso en coche al despoblado de Jinquer. Posteriormente, en el waypoint 31 dejamos la pista para retomarla después unos metros y finalizar en el mismo GR 333 sobre el lecho del río Vero, aunque prácticamente sin agua y eso que los días anteriores había llovido bastante. Sólo desde la Font de Sant Pere el río adquiere caudal, pero eso ya es en Alcudia de Veo.