Alcoy: Barranco del Cint, Pico del Águila, paseo por la sierra de Mariola.
near Huerta Mayor, Valencia (España)
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Itinerary description
“Pienso que tener una tierra y no arruinarla es el arte más hermoso que cualquiera quisiera tener”. Andy Warhol.
La Sierra de Mariola separa las comarcas de l'Alcoià y del Comptat (Alicante) de la comarca de la Vall d'Albaida y Bocairent (Valencia). El Parque Natural de Sierra de Mariola abarca 17.500 hectáreas, se situa entre las provincias de Alicante y Valencia. Repartida entre los límites de los pueblos de Alfafara, Alcoy, Agres, Bocairente, Cocentaina, Bañeres y Muro. Orientada de Suroeste a Noroeste, su máxima altura es El Moncabrer 1.390m. tercer pico más alto de la provincia de Alicante por detrás de Aitana 1.558m. y Puig Campana 1.410m. Con más de 15 picos que superan los mil metros; Penyes Monteses, El Teix, Recingle, Morro Contador, Alto de La Codolla, Alto de La Reja, Penya Relotge, Sima del Cavall, Alt de Les Pedreres, Alt de La Cova, Portí d'Alfafara, Alt de La Cava, Alt de La Reptana, Alt de l'Eixarc, Cabeço de Mariola, El Serrat…
De las varias leyendas que circulan sobre la Sierra de Mariola está la que recoge José Soler Carnicer y que reproduzco a continuación:
“Si nos remontamos a la época romana, estando toda la provincia de Alicante enclavada dentro de La Contestania, en aquellos tiempos dominaba el Emperador Tiberio Claudio Nerón. Antaño en nuestros parajes existió un pequeño poblado gobernado por un noble, Sexto Mario, sus familiares y sus siervos. Era un hombre muy rico, había obtenido grandes ganancias, gracias a la explotación en su propio beneficio, de unas minas de oro situadas en el interior de La Sierra de Mariola. La cuestión es que las riquezas del oro le proporcionaban una buena y envidiable vida a Sexto Mario.
Tiberio Claudio Nerón atesoraba envidia y avaricia a raudales, con lo cual pensó que le vendría muy bien ampliar su patrimonio con las minas de oro y empezó a tramar como apropiarse de ellas. Comenzó por querer conquistar a la hija de Sexto Mario, era una joven bellísima. La doncella se llamaba MARIOLA, con frecuencia era vista por los campesinos de la zona caminando por la sierra que hoy lleva su nombre, en compañía de una enorme pantera, que su padre le había traído desde África. A pesar de las conquistas de Tiberio, MARIOLA le dejó claro que no quería casarse con él.
El emperador tenia carácter y mal perder, debió pensar "esta me la vais a pagar" y vaya que la pagaron. Sexto Mario fue acusado de incesto y como castigo decidió que fueran despeñados desde la roca Tarpeya, uno de los lugares de Roma, que están destinados a llevar a cabo penas capitales por medio de precipitaciones. Desde entonces cuenta la leyenda que la sierra más hermosa de nuestra provincia, tiene el nombre de aquella muchacha Íbera Prevalenciana, que paseaba por los senderos de la montaña en compañía de una pantera, la misma que plantó cara y se negó a los caprichos de un tirano emperador.
Cuentan que en las horas del crepúsculo, aparece en la montaña, la figura evanescente de una mujer envuelta en blancas y flotantes vestiduras como si se tratase de un jirón de niebla”.
Un bonito final que envuelve a la montaña de misterio y encantamiento.
Dejamos el coche en la explanada que hay al comienzo del barranco. Junto al cartel de ruta del PR-CV-57. Al lado derecho se encuentra el Teular del Llonganisser, antigua fábrica de tejas y ladrillos, donde hay un rastro de senda que sube al alto de la cornisa. Tras una subidita empinada, será un ascenso duro y despiadado, que convendrá tomar con calma, pues durante unos 800 m. soportaremos una pendiente media del 24% para llegar a la cornisa primera, por un sendero bastante pedregoso y con muy escasa vegetación, apenas algo de matorral. Se alcanza la cornisa desde donde tenemos unas estupendas vistas al Estret del Barranc del Cint y siguiendo un poco más nos desviamos unos cientos de metros para coronar el Pico de las Águilas (928 m.), desde donde podremos disfrutar de nuevas y excelentes vistas al Barranc del Cine y Alto de Les Pedreres.
Seguimos ruta, con vistas todo el rato de los cortados verticales, hasta pasar por la ladera del alto de la Mola de Serelles, zona donde hubo un antiguo asentamiento. En 1994, un gran incendio calcinó 10.000 hectáreas de esta sierra y volvió a sufrir otro incendio en 2014; en la actualidad ofrece una vista algo descarnada y muy diferente de la que tenía hace algunos años. Aún quedan huellas del incendio, viéndose algunos troncos carbonizados. Es en esta parte del trayecto donde podremos apreciar las devastadoras consecuencias del incendio y que nos muestra un entorno triste y desolador, comenzando ahora a renacer con matorrales bajos propios de la zona (aliagas, estepa, tomillo, romero, manzanillas...)
Mirando hacia el Norte se distingue el Montcabrer y comienzo la bajada hacia el collado Sabata donde hay un cruce de sendas. En el collado de Sabata seguimos rectos, en dirección norte, dejando a nuestra derecha un desvío del PR-CV 37. Llegamos a una bifurcación con poste del PR-CV 37. En este punto se plantean dos opciones para ir al Montcabrer, lo que permite hacer un recorrido circular. Continuamos por la izquierda, en dirección a las fuentes que indica el poste. Son fuentes que hay en los barrancos por los que vamos a pasar, pero que están secas la mayor parte del año. Dos de ellas, la Font dels Bassiets y la Font de Juliá, están en las dos primeras vaguadas que vamos a atravesar. La ruta discurre por esas vaguadas hasta que enlaza con la senda de la Font de Prats que sube por el barranco del Carrascalet y que nosotros descendemos, excelente paraje, plagados de Carrascas como bien indica su nombre.
Llegamos a la Fuente del Prats, con su balsa y pequeña acequia. Salimos a la pista y en suave subida nos desviamos a ver el Mas del Prats, donde nos llama la atención las mesas con sus respectivos bancos y la enorme carrasca que cobija entre sus ramas a un joven ciprés. Volvemos por la pista que traíamos y un poco más adelante tomamos un sendero que nos bajará hasta enlazar con la pista de las casas de Villaplana. Llegamos al cruce de Casetes de Villaplana, seguimos por la derecha, dirección Alcoy, ahora caminamos por pista de asfalto, pasamos por el Mas, Nuevo de Mariola, y por un depósito agua, donde abandonamos la pista para seguir el sendero del barranco.
Incorporados ya al bonito Barranc del Cint, rodeados de abundante vegetación, que hace muy agradable este paseo por sendas profusamente arboladas y escuchando el sonido de su pequeño curso de agua, llegamos a la zona de l’Ombría del Garrofer y vemos, fuera de nuestro camino, a la izda, en el otro margen del barranco, los Mas del Bunyoler y Masot. Seguirá la Font de la Teula, de la que mana un chorrillo de agua, conformando un rincón precioso con el gran peñasco que la señala. Poco después un salto de agua con una poza y el Maset del Potro. A partir de aquí, la senda es de mampostería, esta zona es de singular belleza se va encajonando el barranco, miramos hacia arriba, vemos las altas paredes que forman los acantilados de El Alt de Les Pedreres y los del Pico de las Águilas; dejamos atrás la Font del Pastoret o Sabater y nos adentramos en la Garganta del Cint, seguimos por la estrechez por donde discurre el estrecho cauce del Río Benissaidó con sus pequeñas pozas y saltos, y termina el barranco en una bonita curva con bajada de escaleras, salimos siguiendo la senda llegando a la explanada donde iniciamos la ruta.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”.
La Sierra de Mariola separa las comarcas de l'Alcoià y del Comptat (Alicante) de la comarca de la Vall d'Albaida y Bocairent (Valencia). El Parque Natural de Sierra de Mariola abarca 17.500 hectáreas, se situa entre las provincias de Alicante y Valencia. Repartida entre los límites de los pueblos de Alfafara, Alcoy, Agres, Bocairente, Cocentaina, Bañeres y Muro. Orientada de Suroeste a Noroeste, su máxima altura es El Moncabrer 1.390m. tercer pico más alto de la provincia de Alicante por detrás de Aitana 1.558m. y Puig Campana 1.410m. Con más de 15 picos que superan los mil metros; Penyes Monteses, El Teix, Recingle, Morro Contador, Alto de La Codolla, Alto de La Reja, Penya Relotge, Sima del Cavall, Alt de Les Pedreres, Alt de La Cova, Portí d'Alfafara, Alt de La Cava, Alt de La Reptana, Alt de l'Eixarc, Cabeço de Mariola, El Serrat…
De las varias leyendas que circulan sobre la Sierra de Mariola está la que recoge José Soler Carnicer y que reproduzco a continuación:
“Si nos remontamos a la época romana, estando toda la provincia de Alicante enclavada dentro de La Contestania, en aquellos tiempos dominaba el Emperador Tiberio Claudio Nerón. Antaño en nuestros parajes existió un pequeño poblado gobernado por un noble, Sexto Mario, sus familiares y sus siervos. Era un hombre muy rico, había obtenido grandes ganancias, gracias a la explotación en su propio beneficio, de unas minas de oro situadas en el interior de La Sierra de Mariola. La cuestión es que las riquezas del oro le proporcionaban una buena y envidiable vida a Sexto Mario.
Tiberio Claudio Nerón atesoraba envidia y avaricia a raudales, con lo cual pensó que le vendría muy bien ampliar su patrimonio con las minas de oro y empezó a tramar como apropiarse de ellas. Comenzó por querer conquistar a la hija de Sexto Mario, era una joven bellísima. La doncella se llamaba MARIOLA, con frecuencia era vista por los campesinos de la zona caminando por la sierra que hoy lleva su nombre, en compañía de una enorme pantera, que su padre le había traído desde África. A pesar de las conquistas de Tiberio, MARIOLA le dejó claro que no quería casarse con él.
El emperador tenia carácter y mal perder, debió pensar "esta me la vais a pagar" y vaya que la pagaron. Sexto Mario fue acusado de incesto y como castigo decidió que fueran despeñados desde la roca Tarpeya, uno de los lugares de Roma, que están destinados a llevar a cabo penas capitales por medio de precipitaciones. Desde entonces cuenta la leyenda que la sierra más hermosa de nuestra provincia, tiene el nombre de aquella muchacha Íbera Prevalenciana, que paseaba por los senderos de la montaña en compañía de una pantera, la misma que plantó cara y se negó a los caprichos de un tirano emperador.
Cuentan que en las horas del crepúsculo, aparece en la montaña, la figura evanescente de una mujer envuelta en blancas y flotantes vestiduras como si se tratase de un jirón de niebla”.
Un bonito final que envuelve a la montaña de misterio y encantamiento.
Dejamos el coche en la explanada que hay al comienzo del barranco. Junto al cartel de ruta del PR-CV-57. Al lado derecho se encuentra el Teular del Llonganisser, antigua fábrica de tejas y ladrillos, donde hay un rastro de senda que sube al alto de la cornisa. Tras una subidita empinada, será un ascenso duro y despiadado, que convendrá tomar con calma, pues durante unos 800 m. soportaremos una pendiente media del 24% para llegar a la cornisa primera, por un sendero bastante pedregoso y con muy escasa vegetación, apenas algo de matorral. Se alcanza la cornisa desde donde tenemos unas estupendas vistas al Estret del Barranc del Cint y siguiendo un poco más nos desviamos unos cientos de metros para coronar el Pico de las Águilas (928 m.), desde donde podremos disfrutar de nuevas y excelentes vistas al Barranc del Cine y Alto de Les Pedreres.
Seguimos ruta, con vistas todo el rato de los cortados verticales, hasta pasar por la ladera del alto de la Mola de Serelles, zona donde hubo un antiguo asentamiento. En 1994, un gran incendio calcinó 10.000 hectáreas de esta sierra y volvió a sufrir otro incendio en 2014; en la actualidad ofrece una vista algo descarnada y muy diferente de la que tenía hace algunos años. Aún quedan huellas del incendio, viéndose algunos troncos carbonizados. Es en esta parte del trayecto donde podremos apreciar las devastadoras consecuencias del incendio y que nos muestra un entorno triste y desolador, comenzando ahora a renacer con matorrales bajos propios de la zona (aliagas, estepa, tomillo, romero, manzanillas...)
Mirando hacia el Norte se distingue el Montcabrer y comienzo la bajada hacia el collado Sabata donde hay un cruce de sendas. En el collado de Sabata seguimos rectos, en dirección norte, dejando a nuestra derecha un desvío del PR-CV 37. Llegamos a una bifurcación con poste del PR-CV 37. En este punto se plantean dos opciones para ir al Montcabrer, lo que permite hacer un recorrido circular. Continuamos por la izquierda, en dirección a las fuentes que indica el poste. Son fuentes que hay en los barrancos por los que vamos a pasar, pero que están secas la mayor parte del año. Dos de ellas, la Font dels Bassiets y la Font de Juliá, están en las dos primeras vaguadas que vamos a atravesar. La ruta discurre por esas vaguadas hasta que enlaza con la senda de la Font de Prats que sube por el barranco del Carrascalet y que nosotros descendemos, excelente paraje, plagados de Carrascas como bien indica su nombre.
Llegamos a la Fuente del Prats, con su balsa y pequeña acequia. Salimos a la pista y en suave subida nos desviamos a ver el Mas del Prats, donde nos llama la atención las mesas con sus respectivos bancos y la enorme carrasca que cobija entre sus ramas a un joven ciprés. Volvemos por la pista que traíamos y un poco más adelante tomamos un sendero que nos bajará hasta enlazar con la pista de las casas de Villaplana. Llegamos al cruce de Casetes de Villaplana, seguimos por la derecha, dirección Alcoy, ahora caminamos por pista de asfalto, pasamos por el Mas, Nuevo de Mariola, y por un depósito agua, donde abandonamos la pista para seguir el sendero del barranco.
Incorporados ya al bonito Barranc del Cint, rodeados de abundante vegetación, que hace muy agradable este paseo por sendas profusamente arboladas y escuchando el sonido de su pequeño curso de agua, llegamos a la zona de l’Ombría del Garrofer y vemos, fuera de nuestro camino, a la izda, en el otro margen del barranco, los Mas del Bunyoler y Masot. Seguirá la Font de la Teula, de la que mana un chorrillo de agua, conformando un rincón precioso con el gran peñasco que la señala. Poco después un salto de agua con una poza y el Maset del Potro. A partir de aquí, la senda es de mampostería, esta zona es de singular belleza se va encajonando el barranco, miramos hacia arriba, vemos las altas paredes que forman los acantilados de El Alt de Les Pedreres y los del Pico de las Águilas; dejamos atrás la Font del Pastoret o Sabater y nos adentramos en la Garganta del Cint, seguimos por la estrechez por donde discurre el estrecho cauce del Río Benissaidó con sus pequeñas pozas y saltos, y termina el barranco en una bonita curva con bajada de escaleras, salimos siguiendo la senda llegando a la explanada donde iniciamos la ruta.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”.
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