Alcaraz-La Molata (circular)

Empezamos en el centro de salud y vamos subiéndolo hacia la Plaza Mayor de Alcaraz. Desde ahí, en lugar de bajar por la escalera hacia el valle, damos un pequeño rodeo siguiendo la carretera de bajada. Llegamos a una intersección donde empieza la pista, y en lugar de tomar la carretera hacia la Molata y Los Batanes, seguimos por la pista de la derecha, que de todos modos acabará desembocando en la carretera si se sigue siempre por la pista de abajo y no se toman desvíos hacia la derecha). Llegamos a la zona de la cascada y tomamos la pista ascendente que pasa por delante de la central, la parte quizá más bonita de la ruta, por la singularidad del cañón rocoso y los colores otoñales de los muchos árboles. Después de un kilómetro y medio o dos, el camino se vuelve empinado durante un kilómetro (el tramo más fatigoso de la ruta). Al bajar, tomamos un sendero hacia la derecha para alargar un poco la ruta y, después de un tramo con fuerte pendiente descendente, giramos a la izquierda para seguir junto al curso de agua y acabar el descenso, después de un sendero poco transitado y con algunas complicaciones técnicas, ante la valla junto a la central que cierra el camino para vehículos (que se sortea sin dificultades yendo a pie).
Poco después, nos paramos a ver la cascada y seguimos paralelos al agua entre tierras de labranza, hasta que un perro pastor nos “aconseja” dar un giro de noventa grados a la derecha y subir, llegando a trepar entre terrazas en un par de momentos, hacia la pista que discurre al este del río. Acabaremos de nuevo en la carretera, pero en un tramo que a la ida no pisamos por haber tomado la pista que antes mencioné al principio. Ruta bien bonita, que se puede complicar más si te sales de la carretera y del sendero señalizado, como hicimos nosotros, o seguir con más facilidad si no se buscan esas variantes.