Al Cachiporrilla por la Mata de los Ladrones

No nos cansaremos nunca de asegurar que las mejores vistas de la Comunidad de Madrid se tienen desde los Altos del Hontanar. Por eso, ya hemos subido al Cachiporrilla (y al Espartal) desde los cuatro puntos cardinales y desde alguno más de la rosa de los vientos. Hoy nos hemos propuesto hacerlo por el que quizás es el camino más cómodo y pintoresco. ¡Qué camino! El encanto mayor de esta marcha es que apenas hemos usado camino; hemos subido con pendiente ergonómica y casi constante por terreno cómodo de pisar y atractivo de recorrer. La bajada sí la hemos hecho en parte por camino, pero también atajando campo a través allí donde resultaba cómodo y ventajoso. Si a esto añadimos que el campo estaba casi en su momento culminante de primavera, comprenderás, querido lector, que esta marcha la hemos disfrutado a pleno pulmón.

Los obstáculos que hemos encontrado han sido fáciles de superar y se reducen a los siguientes.
a) En el hito 3 hay una puerta cerrada con candado de clave que se rodea por la derecha (a la ida). Sin duda es un camino público ( ver sigpac.mapa.es) que pretenden cortar e intimidar a los caminantes con las consabidas inscripciones de “ganado bravo”, “perros peligrosos”, etc.
b) En el hito 6 encontramos una alambrada que está caída en su unión con la pared que separa los municipios de Lozoya y Canencia. Esta pared nos acompaña toda la subida, nos orienta y decora el paisaje.
c) En el hito 8, encontramos una tapia que se une a la “nuestra”; la cruzamos fácilmente en el punto de unión.
d) No hemos tocado el vértice geodésico Cachiporrilla, hito 10, porque han levantado la valla de separación entre municipios que siempre permitía el paso y esta vez no nos hemos animado a cruzarla. Ahí justamente el mapa ráster del IGN (que puedes ver aquí encima) señala una vía pecuaria, terreno público donde los haya.

Sólo una precaución: la marcha es muy solana. Puede ser muy penosa en tiempo caluroso.