Ajo - Circular desde la playa de Cuberris - Faro de Ajo y la Ojerada.
near Ajo, Cantabria (España)
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Trail photos
Itinerary description
Sencillo recorrido por la zona mas septentrional de Cantabria, con una interesante diversidad de paisajes, con partes de mar abierto y zonas de ría.
La Playa de Cuberris está limitada por la Punta Cárcabo y el litoral occidental de la lengüeta que constituye el cabo de Ajo. Más al oeste, entre Cárcabo y Punta Urdiales, hay otra pequeña cala conocida como Playa de Antuerta más recogida e íntima.
Dejamos el coche en un buen aparcamiento junto al camping de Ajo y construcciones hoteleras de la zona. Iniciamos el recorrido hacia el norte camino del faro de Ajo por la calle Rucieras.
Desde aquí no se atisban señales del PR marcado a lo largo del recorrido, las empezaremos a ver cuándo salgamos de la zona asfaltada y nos encaminemos hacia la línea de costa.
Una vez se pise la senda empezaremos a ver las señales del sendero de pequeño recorrido (PR) sobre postes o muros, así como banderolas triangulares de metal pintadas que nos indican el camino a seguir.
Debe ser zona afortunada en capturas de peces, pues se ven varios pescadores probando fortuna desde los riscos. El mar es impredecible en sus batidas.
Avanzamos escudriñando algunos rincones, aunque procurando no alejarnos mucho del sendero principal pues ante la abundancia de ramales sería fácil despistarse. En este caso no habría más inconveniente que deshacer parte del camino andado. Dejando atrás las quebradas siluetas que formas la puntas Cárcabo y Urdiales incrustadas en la imponente rasa litoral del Cabo Quintres, nos vamos acercando al Faro de Ajo en un continuo sube y baja que con el suelo seco se lleva bien. Poco antes de pasar junto al faro entramos en un tramo de grijillo con algún panel informativo de la fauna de la zona, que se acondicionó hace un par de años cuando se pintó el Faro.
El Faro de Ajo es un área últimamente muy visitada a raíz del acondicionamiento e intervención que hizo el artista Okuda pintando su peana. A mí personalmente me parece acertada, no es invasiva y da a conocer un entorno que poca gente antes visitaba.
Saliendonos de la senda del Faro de Ajo seguimos la ruta girando al oeste camino del Cabo de Ajo y la urbanización de La Sorrozuela. Aquí nos encontramos con la Cueva de la Ojerada; esta visión terrenal del resalte del cabo no impacta tanto como lo hace la cueva de la Ojerada que con sus dos luceros nos asoma al bravo mar. Atravesamos uno de sus ojales y paseamos por la plataforma, miramos los alrededores y saliendo por el costado derecho que nos retorna al camino.
La ruta la continuamos abandonando la senda principal y descendiendo por terreno rocoso hacia una dolina caliza que nos deja en el acantilado de un pequeño entrante. Previamente pasamos rozando otro sopladero donde un desvío te asoma al agujero más alargado e incómodo de contemplar.
siguiendo nuestro camino nos adentramos en terreno de encinar cántabro que nos acercamos a la Sorrozuela. Antes de atravesar la urbanización tendremos que saltar una absurda valla que corta la servidumbre que enlaza con terreno público. Hay gente que se empeña en poner puertas al campo ajeno.
A la vera de la ría de Ajo, contemplamos la desembocadura de la ría, así como la playa de La Arena. La ruta la continuamos por camino bien definido entre encinar cantábrico. Hay que estar atentos a la continuidad de la senda, pues está un poco oculta y puede confundir el primer desvío que tenemos muy cerca, hay que avanzar pocos metros más y seguir por pequeño sedo que más adelante por la derecha nos arrima a la pared hormigonada que constituye los cimientos del jardín de una construcción superior. En breve queda claro el camino y seguimos por cambera que cambia a senda incrustada entre encinas, labiérnagos, arraclanes y aladiernos salpicados por zarzaparrillas. Arrimados a la ría que genera el río Campiezo que nace en las colinas de Solórzano. Seguimos ruta al sur. Pasando junto a una pared, hoy abierta, que represaba una pequeña zona del mar y que comentaban los viejos del lugar que era el caladero de los monjes del convento cercano que, con la baja mar, se surtían de pescados sin apenas mojarse. Salimos de la ría a la altura del Molino de los Castellanos, una aceña movida por la fuerza motriz de las mareas que hoy se encuentra en ruinas.
Ahora por camino más ancho llegamos al convento de San Ildefonso. Construcción de tipo clásico de finales del siglo XV y mediados del XVI. Primero los carmelitas y después los dominicos hicieron uso de sus aposentos, hasta inicios del siglo XIX que con la desamortización de Mendizábal (1835) quedó abandonado. A finales del siglo XX y principios del XXI, siendo propiedad municipal se procedió a reparar su techado y limpieza hasta hoy en día que se ha habilitado un anexo al edificio donde se ubica un centro de interpretación del Camino de Santiago.
Atravesando el barrio de La Maza, seguimos caminos de la playa de Cuberris que está muy cerca y donde ponemos fin a nuestra ruta.
AVISO: La ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.
La Playa de Cuberris está limitada por la Punta Cárcabo y el litoral occidental de la lengüeta que constituye el cabo de Ajo. Más al oeste, entre Cárcabo y Punta Urdiales, hay otra pequeña cala conocida como Playa de Antuerta más recogida e íntima.
Dejamos el coche en un buen aparcamiento junto al camping de Ajo y construcciones hoteleras de la zona. Iniciamos el recorrido hacia el norte camino del faro de Ajo por la calle Rucieras.
Desde aquí no se atisban señales del PR marcado a lo largo del recorrido, las empezaremos a ver cuándo salgamos de la zona asfaltada y nos encaminemos hacia la línea de costa.
Una vez se pise la senda empezaremos a ver las señales del sendero de pequeño recorrido (PR) sobre postes o muros, así como banderolas triangulares de metal pintadas que nos indican el camino a seguir.
Debe ser zona afortunada en capturas de peces, pues se ven varios pescadores probando fortuna desde los riscos. El mar es impredecible en sus batidas.
Avanzamos escudriñando algunos rincones, aunque procurando no alejarnos mucho del sendero principal pues ante la abundancia de ramales sería fácil despistarse. En este caso no habría más inconveniente que deshacer parte del camino andado. Dejando atrás las quebradas siluetas que formas la puntas Cárcabo y Urdiales incrustadas en la imponente rasa litoral del Cabo Quintres, nos vamos acercando al Faro de Ajo en un continuo sube y baja que con el suelo seco se lleva bien. Poco antes de pasar junto al faro entramos en un tramo de grijillo con algún panel informativo de la fauna de la zona, que se acondicionó hace un par de años cuando se pintó el Faro.
El Faro de Ajo es un área últimamente muy visitada a raíz del acondicionamiento e intervención que hizo el artista Okuda pintando su peana. A mí personalmente me parece acertada, no es invasiva y da a conocer un entorno que poca gente antes visitaba.
Saliendonos de la senda del Faro de Ajo seguimos la ruta girando al oeste camino del Cabo de Ajo y la urbanización de La Sorrozuela. Aquí nos encontramos con la Cueva de la Ojerada; esta visión terrenal del resalte del cabo no impacta tanto como lo hace la cueva de la Ojerada que con sus dos luceros nos asoma al bravo mar. Atravesamos uno de sus ojales y paseamos por la plataforma, miramos los alrededores y saliendo por el costado derecho que nos retorna al camino.
La ruta la continuamos abandonando la senda principal y descendiendo por terreno rocoso hacia una dolina caliza que nos deja en el acantilado de un pequeño entrante. Previamente pasamos rozando otro sopladero donde un desvío te asoma al agujero más alargado e incómodo de contemplar.
siguiendo nuestro camino nos adentramos en terreno de encinar cántabro que nos acercamos a la Sorrozuela. Antes de atravesar la urbanización tendremos que saltar una absurda valla que corta la servidumbre que enlaza con terreno público. Hay gente que se empeña en poner puertas al campo ajeno.
A la vera de la ría de Ajo, contemplamos la desembocadura de la ría, así como la playa de La Arena. La ruta la continuamos por camino bien definido entre encinar cantábrico. Hay que estar atentos a la continuidad de la senda, pues está un poco oculta y puede confundir el primer desvío que tenemos muy cerca, hay que avanzar pocos metros más y seguir por pequeño sedo que más adelante por la derecha nos arrima a la pared hormigonada que constituye los cimientos del jardín de una construcción superior. En breve queda claro el camino y seguimos por cambera que cambia a senda incrustada entre encinas, labiérnagos, arraclanes y aladiernos salpicados por zarzaparrillas. Arrimados a la ría que genera el río Campiezo que nace en las colinas de Solórzano. Seguimos ruta al sur. Pasando junto a una pared, hoy abierta, que represaba una pequeña zona del mar y que comentaban los viejos del lugar que era el caladero de los monjes del convento cercano que, con la baja mar, se surtían de pescados sin apenas mojarse. Salimos de la ría a la altura del Molino de los Castellanos, una aceña movida por la fuerza motriz de las mareas que hoy se encuentra en ruinas.
Ahora por camino más ancho llegamos al convento de San Ildefonso. Construcción de tipo clásico de finales del siglo XV y mediados del XVI. Primero los carmelitas y después los dominicos hicieron uso de sus aposentos, hasta inicios del siglo XIX que con la desamortización de Mendizábal (1835) quedó abandonado. A finales del siglo XX y principios del XXI, siendo propiedad municipal se procedió a reparar su techado y limpieza hasta hoy en día que se ha habilitado un anexo al edificio donde se ubica un centro de interpretación del Camino de Santiago.
Atravesando el barrio de La Maza, seguimos caminos de la playa de Cuberris que está muy cerca y donde ponemos fin a nuestra ruta.
AVISO: La ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.
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