Abelón-Cascadas-Ermita San Vicente-Desembocadura del Esla en el Duero-Abelón. (10 km) (8/2/2021)

Partimos desde la Iglesia, donde dejamos el coche, y vamos dirección a la carretera, que seguimos hasta la "báscula de pesaje"; allí cogemos el camino que sale a la derecha.
Siguiendo el camino, señalizado con señales blancas y amarillas, con las que en un principio va marcada la Ruta, nos acercamos al Risco de la campana y al mirador que hay sobre el Duero.
Bajamos a las "cascadas", retrocediendo por un terreno que suele estar un poco húmedo; llegamos a los restos de 3 molinos, que reciben el agua en cascada hasta llegar al último, el del Cubo, que recibe el agua del pequeño arroyo Cunca, por una canalización hecha de piedra. Justo al lado se encuentra la desembocadura del Cunca, que cae en forma de pequeña cascada al Duero.
Desde aquí tenemos también unas vistas espectaculares.
Retrocedemos un poco, tomando un cruce a la derecha, que nos va a llevar a las ruinas de la ermita de San Vicente, donde tambien hay un mirador sobre el Duero.
Vemos formas caprichosas de algunas rocas, originadas por la erosion, como la Peña de la Campana.
Siguiendo la senda, llegamos al mirador, desde donde vemos el lugar donde el río Esla desemboca en el río Duero; uno de los rincones más bonitos de Arribes del Duero. ¡Precioso!
Si tenemos suerte, podremos ver aves rapaces, como águilas, buitres leonados, mil anos, abubillas, lavanderas, ...
Regresamos al pueblo de Avelón por un camino rural que nos lleva a la Carretera ZA-P-2224, la cual seguimos 1 km aproximadamente, hasta el pueblo.
Preciosa la Ruta, muy fácil y bastante corta; si la hacemos en primavera, nos podremos encontrar con multitud de plantas aromáticas, como romero, tomillo, escoba, piorno, barceo (albardín), ... que le dan un bonito y agradable color y olor.
La ruta se puede reducir perfectamente un par de km, quedando en unos 8 km, sin perder por ello su vistosidad.
Lógicamente, para ver la cascada en su máximo esplendor, tenemos que hacer la Ruta en época de lluvias, o en días posteriores a abundantes lluvias. Esto es normal en cascadas que no siempre tienen agua, como también ocurre en la Ruta de Las Pilas, en Almaraz de Duero.