ABALOS - PTO HERRERA - CUEVA SAN LEON 03-DIC-17

Llegamos en coche hasta la localidad de Ábalos y a la altura de Bodegas Puelles dejamos los coches y nos ponemos botas, polainas, gorros, guantes etc... parar disfrutar de una mañana blanca y perfecta.

Cogemos la pista hacía arriba en dirección norte y con cuidado de no patinar con el hielo. Al rato el hielo se convierte en abundante nieve y deja de ser un problema. Pasamos el depósito del agua y cuando llevamos unos 1.8 kms llegamos a una bifurcación donde giramos hacia la derecha (por la pista de la izquierda será por donde volvamos).

Seguimos ascendiendo por la pista hacia el puerto Herrera con la compañía de un perro color canela que nos acompañará toda la mañana yendo por delante nuestro como si de un guía se tratase. Como comprobamos que es perro por sus atributos y demasiado listo para llamarle Canelo lo bautizamos como Nelo.

Disfrutando de las toneladas de nieve llegamos a la antena y un poquito más adelante a la carretera que sube de Leza hacia Vitoria donde giramos a la izquierda y tras unos doscientos metros estamos en el puerto Herrera. Como no está la mañana para subir los 279 escalones de San León nos metemos por la izquierda el bosque para tras unos 450 metros subir hacia la izquierda por una corta y empinada ladera a ver la cueva de San León. Los más atrevidos (Nelo incluido) visitamos la cueva unos 50 o 60 metros con frontales y linternas de móvil. Algún tramo pequeño y corto hay que agacharse e incluso reptar un par de metros pero merece la pena y no hay riesgo salvo el de algún pequeño resbalón que te lleve al suelo. Los menos atrevidos para visitar la cueva parecen ser más valientes con el almuerzo y en ello están cuando volvemos de las profundidades.

Bajamos por la ladera empinada entre risas y algún tropezón a coger la pista, otra vez hacia la izquierda, que nos llevará por un fantástico paisaje de invierno hasta llegar a una zona menos boscosa presidida por una dolina donde giraremos a la izquierda para, de ahí, ascender al puerto de la Rosa y tras breve descenso pasar junto a las ruinas de la Ermita de la Rosa. Un poco más adelante llegamos a una pista ancha que tomamos hacia la izquierda para después llegar al primer cruce de la mañana donde seguimos descendiendo hasta Ábalos. Fin del camino y nos despedimos de nuestro fiel compañero-guía, el perro Nelo que se queda vigilando la bodega.


La catálogo como moderada porque a pesar de la baja temperatura y la gran cantidad de nieve la climatología fue perfecta, con ausencia de precipitaciones y nada viento.

Se podía haber realizado con raquetas de nieve en casi todo el recorrido dada la gran cantidad de nieve que había.