A La Vereda desde la Presa de El Vado
near El Vado, Castilla-La Mancha (España)
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Trail photos
Itinerary description
De nuevo estamos en la zona norte de Guadalajara. La ruta está basada en un track de Guadarramista. Gracias a él conocimos la existencia del pueblo de La Vereda.
Se trata de un hermosísimo pueblo en el que se inició un éxodo forzoso de sus habitantes, debido a la construcción del Embalse de El Vado, en la década de los cincuenta del siglo pasado. En el año 1971, con la expropiación por parte del Icona, el pueblo quedó definitivamente abandonado. Por fortuna, posteriormente, un grupo de arquitectos de Madrid y Guadalajara comenzaron la reconstrucción de la aldea. Esta labor se ha seguido realizando hasta nuestros días por la Asociación Cultural de la Vereda. La Junta de Castilla La Mancha permite mediante la concesión administrativa (de diez años) la estancia de las personas en sus inmuebles. Esto hace que ahora mismo haya un habitante permanente y que otras casas estén siendo rehabilitadas, siempre respetando la idiosincrasia de la población. Sin duda, se trata del más hermoso pueblo negro que hemos conocido, de una autenticidad abrumadora.
La andadura se inicia en un pequeño aparcamiento de tierra que hay pasadas las dos presas del Embalse de El Vado. Avanzamos por un pequeño sendero entre pinos. Se trata de un camino de herradura realizado con piedras y lajas de pizarra, roca omnipresente por toda la zona. El sendero discurre por algunas hermosas y umbrías zonas. La senda se encuentra perfectamente señalizada. Va ascendiendo suavemente. Cuando termina la subida, nos encontramos con unas espectaculares vistas, entre las que destacan un brazo del embalse con un meandro. Nos sorprende que casi la totalidad de este brazo, de una gran anchura, se encuentra totalmente helado. Desde arriba divisamos un jabalí que desciende por la orilla contraria hasta el agua. Comienza a andar por la superficie helada, hasta que retrocede después de varios resbalones.
El sendero durante un tiempo es llano y posteriormente iniciamos un descenso por un camino de lajas de pizarra que nos lleva directamente al Arroyo de la Vallosera. Cruzamos éste por un puente de piedras. A considerar que hay que tener precaución con el mismo ya que las piedras están bastante separadas unas de otras y que, en el caso de encontrarse mojadas, puede producirse algún indeseado resbalón.
Nada más cruzar el arroyo, el sendero empieza a picar hacia arriba. La zona es ahora totalmente diferente a la previa. Nos sumergimos en un extenso robledal. El ascenso termina al llegar a una abandonada cabaña, al lado de la cual se encuentra un colmenar. Cruzamos una valla y descendemos por la izquierda. El camino desemboca en una pista forestal. Tomamos la misma, la cual nos deja justo en el pueblo de La Vereda.
No hay nada que se pueda decir del pueblo que no desmerezca la hermosura del mismo. Se encuentra enclavado (y mimetizado) en un enorme roquedo en un barranco realizado por el Arroyo de la Vallosera. Las casas son todas de pizarra y adobe y con los techos de la misma pizarra. No hay canalización de luz ni de agua. El encanto del lugar es indescriptible y nos retrotrae a tiempos pasados. En mitad del pueblo se encuentra la Iglesia de la Inmaculada Concepción. Recorremos el pueblo. En la parte de arriba, podemos ver el impresionante barranco sobre el que asienta la población. Paramos unos minutos para tomar un refrigerio y entre unas cosas y otras hemos estado en la población más de una hora y media.
Abandonamos el pueblo por el sendero, el cual desciende a través de zetas hasta llegar de nuevo a la pista. Avanzamos por la misma. Al borde de la misma, nos encontramos con un molino de agua y una pequeña área recreativa al lado. Un poco más adelante, volvemos a cruzar el Arroyo de la Vallosera. Comenzamos una larga subida de aproximadamente tres kilómetros. En una curva de la pista nos encontramos con el Mirador de La Vereda, desde el cual disfrutamos de las vistas al pueblo con el Pico de la Centenera al fondo. Continuamos andando por la pista. Pasamos por el Mirador del Ocejón. Desde aquí las vistas son extraordinarias. Vemos al frente la impresionante mole del Ocejón y debajo de nuevo el embalse con la parte helada. Continuamos la travesía por la pista, pasamos por un desvío señalizado a la izquierda que nos llevaría al aparcamiento del embalse. Nosotros continuamos por la pista. Más adelante, abandonamos la pista para descender hasta la senda por la que iniciamos la andadura. Son un poco más de cien metros campo a través, bastante sencillos. Una vez en el sendero, en poco más de quinientos metros llegamos a nuestro punto de partida.
Una ruta diferente, pero muy hermosa. Totalmente recomendable.
IBP index: 58
Época recomendada: primavera, verano, otoño e invierno.
Waypoints
Cruzar valla
A la derecha
Atajo campo a través (sencillo)
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