A El Reventón desde Rascafría (Por el Cerro del Diablo)

El Reventón posee, en mi opinión, una de las mejores vistas y perspectivas de la Sierra de Guadarrama, y no resulta tan dura como podría parecer su rotundo nombre.

Salimos de Rascafría, cabeza del Valle del Lozoya, a la altura del Restaurante Casa Juanito; cruzamos el Arroyo Artiñuelo que atraviesa el pueblo y comenzamos a subir por la Calle de la Cuesta del Chorro hacia las instalaciones deportivas. Pasamos por un helipuerto, el polideportivo y la piscina a nuestra izquierda y pasamos la primera puerta metálica. Comienza ya el camino de tierra y las marcas amarillas y blancas de PR que seguiremos hasta el mismo Puerto del Reventón.
Avanzamos por el ancho camino y, al final de este, cuando vemos la masa de árboles de frente, tomamos un pequeño sendero desdibujado hacia la izquierda que, entre matorrales y alguna zarza nos llevará junto a una valla de alambre y a una nueva puerta. Nos adentramos en el robledal.
Avanzamos siempre en ascenso entre la sombras de los robles, fijándonos en las marcas y los postes de madera indicando la senda.
Salimos del robledal y encontramos la tercera puerta. Ahora es bosque profundo de pinos y la zona del Cerro del Diablo.
Continuamos hasta encontrar el monolito que nos anuncia que es Puerta de El Reventón. Seguimos de frente. El siguiente camino a seguir es una cómoda pista, más despejada de vegetación, y zigzagueando en suave pendiente nos llevará hasta el Cancho de los Pobres, que es como una pradera de alta montaña con numeroso ganado pastando. La vista ya es espectacular.
La pista aquí desaparece pero seguimos por camino bien señalizado por postes de madera. Pasamos por un pluviómetro oxidado y seguimos subiendo hasta alcanzar el Puerto del Reventón. Un monolito marca el paso de un antiguo militar y un murete de piedra parece separar las provincias de Madrid y Segovia. Lo seguiremos por el lado segoviano hacia arriba, a nuestra derecha, hasta alcanzar el mismo Pico del Reventón con su correspondiente geodésico.
Hacemos parada para disfrutar las vistas y pasamos al lado madrileño donde admiramos el Valle del Lozoya y vemos numerosas construcciones de piedra, que parecen rústicos fortines de la Guerra Civil, quizás restos de la dramática Batalla del Reventón del 38.
Bajamos de nuevo al puerto y regresaremos a Rascafría por el mismo camino.
Considero que es una ruta moderada por la distancia y quizás el desnivel, pero está bien señalizada y es sencilla de seguir; además el terreno no es nada complicado.