2ª etapa Camino Lebaniego. Collado Hoz-Sto.Toribio. 09-JUNIO-17.

Tras haber pasado la noche en el Collado de Hoz, poco antes de llegar al alto y coger ya la carretera me dispongo a seguir con el camino sin saber si llegaré hasta Santo Toribio ya en esta jornada.
Llego a Cicera y cojo agua en el lavadero que hay al final del pueblo, luego nos internamos en un bosque, el tramo a mi parecer más bonito de la etapa.
Repechos importantes y complicado de caminar por algún curso de agua por el paso de las agüeras en el primer ascenso importante de esta etapa.
Luego un prolongado descenso hasta Lebeña, paro en la Iglesia a reponer fuerzas ya que después tengo una buena subida hasta Cabañes, me coge con el primer golpe de calor del día y la subida es fuerte por pista, se me hace eterno llegar al albergue donde refrescarse con una cerveza bien fría, momento para recordar después del sofoco y esfuerzo intenso de la subida.
Llevo todo el día acompañado ya que bajando a Lebeña me encuentro con otra peregrina en solitario como yo y vamos charlando aunque a decir verdad faltaba aire al subir como para hablar al mismo tiempo.
En Cabañes cuando retomó el camino dudo entre seguir la carretera o tomar un camino hacia abajo ya la izquierda ya que la señalización es algo confusa, al final me decanto por el camino para bajar y luego ascender hasta el Habario con sus castaños milenarios dicen, allí comemos.
Una vez en el pueblo de Pendes nos asomamos al mostrador de la quesería y el paisano nos saca mucho queso ya cortado para probar y charlamos un rato, un queso compré y a la mochila.
Ya intuyo que llegaré hasta Santo Toribio por la hora, descendemos y ya se notan en las piernas los km.
Ya alcanzamos a ver Potes, antes de cruzar el río no atendemos a la señalización y remontamos el río por su derecha haciendo caso al quesero y caminamos por una pista hasta Potes, una ligera parada y seguimos hacia Santo Toribio de Liébana, en el centro de acogida de peregrinos dejamos las mochilas y visitamos claustro, puerta del perdón y llegamos al altar en el justo momento en que disponen el lignum crucis en el lugar de veneración.
Hablamos con el cura o padre de nuestros caminos de donde salimos y que etapas hemos realizado, fotos de rigor en la puerta del perdón y paseo hasta el mirador hacia picos.
Por último regreso a Potes, a tomar una cerveza y comer algo, y camino lebaniego finalizado, buen camino y hasta otro camino.