269. Cucurucho, Alto del Gayubar y Ermita de Rebollar desde Monasterio de la Sierra
near Monasterio de la Sierra, Castilla y León (España)
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Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 71 (para Senderismo): dificultad 'Media' (en su franja alta) para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 602 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Tiempo atrás, habíamos hecho tres rutas que partían de Monasterio de la Sierra [1] [2] [3]. Nos habían dejado buenas sensaciones y recuerdos.
[1] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/bosques-de-robles-calderas-y-ciudad-de-piedra-desde-monasterio-de-la-sierra-106663281
[2] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/monasterio-de-la-sierra-y-ruinas-de-alveinte-82910986
[3] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ciudad-encantada-de-piedra-en-monasterio-de-la-sierra-98849577
--«Ya toca una nueva por ese lado. Parece que mañana va a hacer bueno y no habrá cacerías colectivas».
De hecho, teníamos allí una ruta en lista de espera desde hacía tiempo. De un senderista de confianza y conocedor de la zona.
¡Qué más necesitábamos!
--«Hombre, es un poco larga: 18 km. Que ‘ahora’ son ya más que ‘antes’. Para nosotros, digo (que ya vamos flojeando). Además, dice 500 m de desnivel, que no son pocos. Más leña al fuego…».
--«Uuummm…».
Pero nos hicimos a la idea de ir. Eso fue justo la noche anterior.
Sin embargo, a la mañana siguiente, un poco antes de salir, se me ocurre aplicarle la función de calcular parámetros de dificultad con el índice IBP.
‘Me asusté’ con lo que vi…. Los km seguían siendo 18, pero el desnivel subió hasta 728 metros, con varios repechos entre el 20 y el 30% de desnivel. Salía un índice de dificultad de 76: ‘Ruta Dura para una preparación física Media’.
--«¡¿Qué hacemos?!».
No se veía por dónde podría meterse la tijera, para aligerar. El itinerario parecía estar aquilatado al centímetro.
No había ya tiempo para virar y buscar alternativas….
–«Mira, ya nunca vamos a ser más jóvenes que hoy…. Así que…. ¡Venga! ¡P’alante!». Eso nos dijimos.
Y hacia Monasterio de la Sierra pusimos rumbo. «…En el peor de los casos…».
Despuntaron las primeras luces en el horizonte por el sureste (hacia allá rodábamos). Fueron la mecha: Se encendieron nuestras ansias (sin pizca de ansiedad) de afrontar lo que viniera.
LA RUTA
Seguimos la guía de ‘ledanias’: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/monasterio-de-la-sierra-cucurucho-gayubar-ermita-del-rebollar-77562229 . Muy útil. Hicimos sólo ligeras variaciones.
Hay un espacio de aparcamiento a la entrada de Monasterio de la Sierra, junto a su ermita de San Cosme y San Damián. Mucho más lejos tampoco podrías ir. La carretera muere allí.
Nada más empezar, hay que subir monte a través; con bastante pendiente y prácticamente sin sendero. Por un bosque de robles, de los robustos y retorcidos. Durante dos km.
En el km 2, un camino-cortafuegos y luego un sendero nos elevan hasta la primera cima con nombre propio, el Cucurucho (km 2,9) y sus dos curiosas columnas de piedras.
Desde allí, con buenas vistas y por senderos a trechos desdibujados, llegamos hasta un camino (km 4,2). Por la izquierda continúa a través de un pinar hasta el Alto del Gayúbar (km 5,7).
No merece la pena desplazarse 200 metros hasta la cima (más la vuelta). Allí sólo se ven antenas. A menos que quieras sacar pecho y continuar hasta el pico Haedillo o al Campiña. Palabras mayores.
La ruta tuerce desde ese punto hacia el norte. Iniciamos el descenso. Seguimos por camino, pero flanqueados por altos pinares que dejan vistas sólo esporádicas al exterior.
Hacia el km 8,1 desaparecen los pinares y se abren amplias ventanas entre quejigos, acebos y arbustos bajos. Es la parte más espectacular de la ruta.
Desde ese punto hasta el km 11,4, la imponente Sierra de la Demanda se despliega ante nosotros. A ella se suma luego la de Mencilla. Sus perfiles oscuros se recortaban contra el azul.
En el km 11,4 giramos hacia el sur por Trasomo. Primero, por una ancha pista hasta la ermita de Rebollar (13,3). Después por camino hasta la fuente (13,4) y el puente (13,6).
A partir de ahí, se acabó la senda hasta el km 15,5. Sólo hay trochas del ganado. Es una pradera con arbustos y algo de maleza. Estaba como una marisma. Bonita (ver Destacado), pero es fácil desubicarse allí sin guía.
En el km 15,5 retomamos algo parecido a un camino herboso, aún dentro de las praderas. Llegamos, finalmente, a la carretera (km 16,8) que lleva a Monasterio.
El trecho por carretera tiene algo más de 1,5 km. Al principio, se puede ir por fuera, por la pradera. Luego viene un profundo arroyo y alambradas. Mejor seguir por el asfalto hasta el final en el pueblo.
Posibles Dificultades:
Hay varias partes del recorrido sin sendero ni camino. Se hace muy conveniente una guía.
Esto ocurre, especialmente, en los dos primeros km, con notable pendiente. Y también del km 13,5 a 15,5, después de la fuente de Rebollar. Esta parte es llana, pero con maleza y húmeda.
Los últimos 1,5 km se hacen por carretera. Amplia y con arcenes. Sería raro que pasase algún vehículo en los poco más de 15 minutos que por ella transites.
Tal vez haya alternativas viables para la carretera, pero no se apreciaban. Allí, a esa hora, y después de 18 km, ya no estaba el cuerpo para alegrías exploratorias. ¡A lo fácil!
Sorprendentemente, en una ruta con esa longitud y desnivel, no se me ocurren dificultades de consideración.
Entretenido como vas, disfrutando con el entorno, las incomodidades y el cansancio te resbalan (“me saludan”, dirá el disléxico que llevas dentro).
DESTACADO
Una ruta larga reclama un ‘Destacado’ largo. Así que ahorremos en introducción.
(1) Finis Terrae: Aquí se Acaba el Mundo Civilizado
Sobre ruedas puedes llegar a Monasterio de la Sierra sólo por un paso en el oeste. La carretera no se atreve a continuar. A partir de allí sólo te servirán las piernas. ¡Y más te vale que sean buenas, porque el terreno se envalentona!
La gran suerte es que en ese lugar se abren infinidad de opciones para usar los pies y proporcionar contento a tus ojos y alimento a la mente.
El ‘mundo civilizado’ incluye, claro, al pueblo de Monasterio. Lo corroboró la bonhomía de un amigo local que nos echamos a última hora: Don Fel (abreviando). Ver en Anécdota (2).
Habíamos estado allí tres veces. Ahora no entramos para no alargar más la ruta. Tiene 39 habitantes, según el INE de 2023. Fel rebajó la cifra de los habituales. --«Pero con ayuntamiento propio, ¡eh!».
Leo que tiene ‘una’ iglesia en el centro del pueblo. Me siguen pareciendo dos, separadas por la calle principal. Una es la ‘torre del reloj’; la otra, la iglesia de San Pedro. Original disposición.
Pero ahora toda nuestra pasión la acaparaba el mundo No civilizado: la salvaje naturaleza circundante. Al llegar, salimos, pues, escopetados, sin demora, monte arriba.
(2) La Mano ‘Divina’: Las Sierras, los Valles, el Horizonte
El cerro del Cucurucho no es muy alto (1.500 m, según Wikiloc). Por el norte le cubren las espaldas las estribaciones de la Sierra de Neila, incluido el inmediato Alto del Gayúbar.
Pero el Cucurucho es un balcón prominente hacia el sur, de este a oeste. Nos abre un abanico de más de 180 grados, desde el pico Campiña (un ‘dosmil’) hasta el Mencilla (un ‘casi-dosmil’).
En contraste, desde lo más alto de la ruta, el Gayúbar (1.632 m), nada del exterior queda a la vista. Debería contemplarse todo alrededor. Pero no es así; a menos que seas más alto que los espigados pinos que lo cubren.
Esa limitación es, no obstante, transitoria. Queda sobradamente compensada después. A medida que vamos bajando, se abren ventanas en el bosque.
En el largo paseo por el espinazo hacia Trasomo (del km 8,3 al 11,4) nos llegan casi los 360 grados panorámicos. Espectacular es ahí el norte: La Sierra de la Demanda burgalesa y la riojana; un desfile de cumbres con dientes limados.
(3) La Mano Humana: Los Hitos en el Camino
A lo largo del trayecto hay pinceladas humanas sobre ese magnífico lienzo de la naturaleza.
Están los hormachos en el Cucurucho. Son pilares cuboides de piedras. Servían a los pastores como atalaya para vigilar su ganado. Solitarios entre el brezo, escobas, gayuba…, desafiando al viento, evocan una imagen druídica.
En el lomo del Trasomo, tenemos las ruinas de las tenadas de la Zarzalera. Con piedra seca, sin pulir, una sobre otra. Viendo su magnitud, debieron dar casi tanto trabajo como Las Pirámides. Albergarían una inmensa cabaña ganadera.
Más abajo, en la base del Trasomo, hay tres singularidades casi seguidas, todas ellas en un idílico paraje:
Por un lado, la Ermita de Rebollar. Probablemente, hubo allí algún asentamiento poblacional durante la Edad Media. Bien conservada, aunque no quedan restos originales.
Enseguida está la fuente. Apena su abandono actual. Su barandilla perimetral está medio caída; su poza, casi anegada y cubierta de un feo mantillo; y el caño del agua, tapado.
Finalmente, un precioso puente de un ojo. Lajas de piedra en su grupa de dromedario y con perfecto acuñamiento en su arco. Edad: ¿?; de cuando se hacían las cosas para durar.
(4) La Sombra y el Sol: El Robledal y la Marisma
En el monte, lo primero es un gran bosque de robles. Roble albar (Quercus petraea) o roble del invierno, con gran porte y formas fantasmales. El resultado de cientos de años de desarrollo.
Leo: “...en las inmediaciones se conserva la mejor y más extensa dehesa de roble albar de toda la Península Ibérica”. No me extrañaría. Son majestuosos. Los más vetustos están en el sur y el este de Monasterio.
Esa fue ‘la sombra’; al amanecer. Una docena de km después encontramos el segundo atractivo especial: ‘el sol’. El otro, la estrella, se afanaba ya a mediodía, por encima. Pero abajo era un espejo de agua.
Fue ese ‘sol’ una especie de marisma de más de dos km. Las praderas rezumaban agua. No eran sólo los mil regatos que se adueñaban de los senderos. Era todo el suelo empapado; como una esponja.
Lo pasamos ‘bomba’ chapiscando y deslizándonos por la hierba. Blando chapoteo. ‘Splash…, splash…’. Como niños…. Nuestro amigo Fel nos confirmaría luego que esa es una zona muy húmeda.
ANÉCDOTA
Es inevitable referir la sorpresa por el contraste entre la expectativa (Préambulo) y la realidad. Pero, además, hubo otra, justo al final. Ambas, buenas.
(1) No Era Tan Fiera… (…Como la pintaban):
Terminose la ruta y nada malo pasó. Nos miramos y estábamos enteros. Algunos arañazos de los rosales silvestres; que más que rosas tienen espinas; zarzales, vamos.
Fueron 19 km, uno más que ‘ledanias’ (que añadimos por gusto); 600 m de desnivel (IBP); dificultad física ‘media-alta’ (IBP); y algún tramo escabrosillo (sin ningún peligro).
Eso fue todo; lo ‘malo’. Otros días con menos exigencias los hemos llevado peor. En contrapartida, hubo mucho bueno. Por goleada.
Nos habríamos tirado de los pelos si, por asustadizos, hubiéramos echado pie atrás antes de ir, sustituyendo esta ruta por otra más ‘fácil’. De haberlo sabido.
Fue, pues, toda una luminosa sorpresa, en contraposición a los nubarrones psicológicos con los que partíamos. Ahí está lo anecdótico.
La temida (Preámbulo) dificultad y el desnivel calculados con IBP sobre la ruta de ‘ledanias’ son mayores que en la presente ruta. ¿Por qué? …Si hasta nos subimos a dos puestos de caza…(😉).
(2) ¡Qué Casualidad! (Cronometrada y milimetrada):
Hacia las 8:45 h, nos desentumecíamos a la entrada de Monasterio de la Sierra para iniciar la ruta. Un hombre salía del pueblo con su perro; negrillo y cascarrabias, éste.
Buitres, caballos, vacas, y un par de corzos, sí vimos después. Pero ese lugareño fue la única persona en cinco horas y media reflejada en nuestra retina; sea de cerca o de lejos.
--«Hola, buenos días». Eso fue todo entonces. Pensé que sacaba su perro a un corto paseo mañanero; a ‘hacer sus cosas’. Había entonces -5 grados de temperatura.
…/…
Cerca de las 13:45 h, nos acercábamos de vuelta a Monasterio. Con la sensación de haber hecho el día. Ya en el tramo final de carretera. A +18 grados.
Veo un hombre y un perro por delante de nosotros, a unos 100 m. "¡Vaya! ¿No serán los mismos?", pensé. Los únicos en esta parte del mundo.
¡Ya sería casualidad! Salir y entrar a la vez, cinco horas después y por el mismo lugar. Ni cronometrado el tiempo; ni milimetrado el lugar.
Iba él con una mochila, lo que me hizo pensar que podría haberse dado una caminata también.
Aceleré el paso hasta ponerme a su altura. Efectivamente, el mismo. A la entrada del pueblo nos pusimos a charlar. Le tiré un poco de la lengua y se le soltó….
Grata charla con Fel (nos dijo su nombre). Le contamos que era la cuarta vez que íbamos por su pueblo a hacer rutas. Se ensanchó al oírlo.
Le gustaba su tierra; y su tranquilidad y su libertad. Y con razón. Es un precioso lugar.
--«He vivido en la ciudad, pero me volví. Yo, como Paco Martínez Soria…: ‘La ciudad no es para mí’». Eso nos dijo sonriente.
Por cierto, en su caso, de ‘caminata recreativa’ como la nuestra, nada. A trabajar a una finca había ido.
¡Ruta completa! ¡Redonda!
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 71 (para Senderismo): dificultad 'Media' (en su franja alta) para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 602 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Tiempo atrás, habíamos hecho tres rutas que partían de Monasterio de la Sierra [1] [2] [3]. Nos habían dejado buenas sensaciones y recuerdos.
[1] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/bosques-de-robles-calderas-y-ciudad-de-piedra-desde-monasterio-de-la-sierra-106663281
[2] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/monasterio-de-la-sierra-y-ruinas-de-alveinte-82910986
[3] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ciudad-encantada-de-piedra-en-monasterio-de-la-sierra-98849577
--«Ya toca una nueva por ese lado. Parece que mañana va a hacer bueno y no habrá cacerías colectivas».
De hecho, teníamos allí una ruta en lista de espera desde hacía tiempo. De un senderista de confianza y conocedor de la zona.
¡Qué más necesitábamos!
--«Hombre, es un poco larga: 18 km. Que ‘ahora’ son ya más que ‘antes’. Para nosotros, digo (que ya vamos flojeando). Además, dice 500 m de desnivel, que no son pocos. Más leña al fuego…».
--«Uuummm…».
Pero nos hicimos a la idea de ir. Eso fue justo la noche anterior.
Sin embargo, a la mañana siguiente, un poco antes de salir, se me ocurre aplicarle la función de calcular parámetros de dificultad con el índice IBP.
‘Me asusté’ con lo que vi…. Los km seguían siendo 18, pero el desnivel subió hasta 728 metros, con varios repechos entre el 20 y el 30% de desnivel. Salía un índice de dificultad de 76: ‘Ruta Dura para una preparación física Media’.
--«¡¿Qué hacemos?!».
No se veía por dónde podría meterse la tijera, para aligerar. El itinerario parecía estar aquilatado al centímetro.
No había ya tiempo para virar y buscar alternativas….
–«Mira, ya nunca vamos a ser más jóvenes que hoy…. Así que…. ¡Venga! ¡P’alante!». Eso nos dijimos.
Y hacia Monasterio de la Sierra pusimos rumbo. «…En el peor de los casos…».
Despuntaron las primeras luces en el horizonte por el sureste (hacia allá rodábamos). Fueron la mecha: Se encendieron nuestras ansias (sin pizca de ansiedad) de afrontar lo que viniera.
LA RUTA
Seguimos la guía de ‘ledanias’: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/monasterio-de-la-sierra-cucurucho-gayubar-ermita-del-rebollar-77562229 . Muy útil. Hicimos sólo ligeras variaciones.
Hay un espacio de aparcamiento a la entrada de Monasterio de la Sierra, junto a su ermita de San Cosme y San Damián. Mucho más lejos tampoco podrías ir. La carretera muere allí.
Nada más empezar, hay que subir monte a través; con bastante pendiente y prácticamente sin sendero. Por un bosque de robles, de los robustos y retorcidos. Durante dos km.
En el km 2, un camino-cortafuegos y luego un sendero nos elevan hasta la primera cima con nombre propio, el Cucurucho (km 2,9) y sus dos curiosas columnas de piedras.
Desde allí, con buenas vistas y por senderos a trechos desdibujados, llegamos hasta un camino (km 4,2). Por la izquierda continúa a través de un pinar hasta el Alto del Gayúbar (km 5,7).
No merece la pena desplazarse 200 metros hasta la cima (más la vuelta). Allí sólo se ven antenas. A menos que quieras sacar pecho y continuar hasta el pico Haedillo o al Campiña. Palabras mayores.
La ruta tuerce desde ese punto hacia el norte. Iniciamos el descenso. Seguimos por camino, pero flanqueados por altos pinares que dejan vistas sólo esporádicas al exterior.
Hacia el km 8,1 desaparecen los pinares y se abren amplias ventanas entre quejigos, acebos y arbustos bajos. Es la parte más espectacular de la ruta.
Desde ese punto hasta el km 11,4, la imponente Sierra de la Demanda se despliega ante nosotros. A ella se suma luego la de Mencilla. Sus perfiles oscuros se recortaban contra el azul.
En el km 11,4 giramos hacia el sur por Trasomo. Primero, por una ancha pista hasta la ermita de Rebollar (13,3). Después por camino hasta la fuente (13,4) y el puente (13,6).
A partir de ahí, se acabó la senda hasta el km 15,5. Sólo hay trochas del ganado. Es una pradera con arbustos y algo de maleza. Estaba como una marisma. Bonita (ver Destacado), pero es fácil desubicarse allí sin guía.
En el km 15,5 retomamos algo parecido a un camino herboso, aún dentro de las praderas. Llegamos, finalmente, a la carretera (km 16,8) que lleva a Monasterio.
El trecho por carretera tiene algo más de 1,5 km. Al principio, se puede ir por fuera, por la pradera. Luego viene un profundo arroyo y alambradas. Mejor seguir por el asfalto hasta el final en el pueblo.
Posibles Dificultades:
Hay varias partes del recorrido sin sendero ni camino. Se hace muy conveniente una guía.
Esto ocurre, especialmente, en los dos primeros km, con notable pendiente. Y también del km 13,5 a 15,5, después de la fuente de Rebollar. Esta parte es llana, pero con maleza y húmeda.
Los últimos 1,5 km se hacen por carretera. Amplia y con arcenes. Sería raro que pasase algún vehículo en los poco más de 15 minutos que por ella transites.
Tal vez haya alternativas viables para la carretera, pero no se apreciaban. Allí, a esa hora, y después de 18 km, ya no estaba el cuerpo para alegrías exploratorias. ¡A lo fácil!
Sorprendentemente, en una ruta con esa longitud y desnivel, no se me ocurren dificultades de consideración.
Entretenido como vas, disfrutando con el entorno, las incomodidades y el cansancio te resbalan (“me saludan”, dirá el disléxico que llevas dentro).
DESTACADO
Una ruta larga reclama un ‘Destacado’ largo. Así que ahorremos en introducción.
(1) Finis Terrae: Aquí se Acaba el Mundo Civilizado
Sobre ruedas puedes llegar a Monasterio de la Sierra sólo por un paso en el oeste. La carretera no se atreve a continuar. A partir de allí sólo te servirán las piernas. ¡Y más te vale que sean buenas, porque el terreno se envalentona!
La gran suerte es que en ese lugar se abren infinidad de opciones para usar los pies y proporcionar contento a tus ojos y alimento a la mente.
El ‘mundo civilizado’ incluye, claro, al pueblo de Monasterio. Lo corroboró la bonhomía de un amigo local que nos echamos a última hora: Don Fel (abreviando). Ver en Anécdota (2).
Habíamos estado allí tres veces. Ahora no entramos para no alargar más la ruta. Tiene 39 habitantes, según el INE de 2023. Fel rebajó la cifra de los habituales. --«Pero con ayuntamiento propio, ¡eh!».
Leo que tiene ‘una’ iglesia en el centro del pueblo. Me siguen pareciendo dos, separadas por la calle principal. Una es la ‘torre del reloj’; la otra, la iglesia de San Pedro. Original disposición.
Pero ahora toda nuestra pasión la acaparaba el mundo No civilizado: la salvaje naturaleza circundante. Al llegar, salimos, pues, escopetados, sin demora, monte arriba.
(2) La Mano ‘Divina’: Las Sierras, los Valles, el Horizonte
El cerro del Cucurucho no es muy alto (1.500 m, según Wikiloc). Por el norte le cubren las espaldas las estribaciones de la Sierra de Neila, incluido el inmediato Alto del Gayúbar.
Pero el Cucurucho es un balcón prominente hacia el sur, de este a oeste. Nos abre un abanico de más de 180 grados, desde el pico Campiña (un ‘dosmil’) hasta el Mencilla (un ‘casi-dosmil’).
En contraste, desde lo más alto de la ruta, el Gayúbar (1.632 m), nada del exterior queda a la vista. Debería contemplarse todo alrededor. Pero no es así; a menos que seas más alto que los espigados pinos que lo cubren.
Esa limitación es, no obstante, transitoria. Queda sobradamente compensada después. A medida que vamos bajando, se abren ventanas en el bosque.
En el largo paseo por el espinazo hacia Trasomo (del km 8,3 al 11,4) nos llegan casi los 360 grados panorámicos. Espectacular es ahí el norte: La Sierra de la Demanda burgalesa y la riojana; un desfile de cumbres con dientes limados.
(3) La Mano Humana: Los Hitos en el Camino
A lo largo del trayecto hay pinceladas humanas sobre ese magnífico lienzo de la naturaleza.
Están los hormachos en el Cucurucho. Son pilares cuboides de piedras. Servían a los pastores como atalaya para vigilar su ganado. Solitarios entre el brezo, escobas, gayuba…, desafiando al viento, evocan una imagen druídica.
En el lomo del Trasomo, tenemos las ruinas de las tenadas de la Zarzalera. Con piedra seca, sin pulir, una sobre otra. Viendo su magnitud, debieron dar casi tanto trabajo como Las Pirámides. Albergarían una inmensa cabaña ganadera.
Más abajo, en la base del Trasomo, hay tres singularidades casi seguidas, todas ellas en un idílico paraje:
Por un lado, la Ermita de Rebollar. Probablemente, hubo allí algún asentamiento poblacional durante la Edad Media. Bien conservada, aunque no quedan restos originales.
Enseguida está la fuente. Apena su abandono actual. Su barandilla perimetral está medio caída; su poza, casi anegada y cubierta de un feo mantillo; y el caño del agua, tapado.
Finalmente, un precioso puente de un ojo. Lajas de piedra en su grupa de dromedario y con perfecto acuñamiento en su arco. Edad: ¿?; de cuando se hacían las cosas para durar.
(4) La Sombra y el Sol: El Robledal y la Marisma
En el monte, lo primero es un gran bosque de robles. Roble albar (Quercus petraea) o roble del invierno, con gran porte y formas fantasmales. El resultado de cientos de años de desarrollo.
Leo: “...en las inmediaciones se conserva la mejor y más extensa dehesa de roble albar de toda la Península Ibérica”. No me extrañaría. Son majestuosos. Los más vetustos están en el sur y el este de Monasterio.
Esa fue ‘la sombra’; al amanecer. Una docena de km después encontramos el segundo atractivo especial: ‘el sol’. El otro, la estrella, se afanaba ya a mediodía, por encima. Pero abajo era un espejo de agua.
Fue ese ‘sol’ una especie de marisma de más de dos km. Las praderas rezumaban agua. No eran sólo los mil regatos que se adueñaban de los senderos. Era todo el suelo empapado; como una esponja.
Lo pasamos ‘bomba’ chapiscando y deslizándonos por la hierba. Blando chapoteo. ‘Splash…, splash…’. Como niños…. Nuestro amigo Fel nos confirmaría luego que esa es una zona muy húmeda.
ANÉCDOTA
Es inevitable referir la sorpresa por el contraste entre la expectativa (Préambulo) y la realidad. Pero, además, hubo otra, justo al final. Ambas, buenas.
(1) No Era Tan Fiera… (…Como la pintaban):
Terminose la ruta y nada malo pasó. Nos miramos y estábamos enteros. Algunos arañazos de los rosales silvestres; que más que rosas tienen espinas; zarzales, vamos.
Fueron 19 km, uno más que ‘ledanias’ (que añadimos por gusto); 600 m de desnivel (IBP); dificultad física ‘media-alta’ (IBP); y algún tramo escabrosillo (sin ningún peligro).
Eso fue todo; lo ‘malo’. Otros días con menos exigencias los hemos llevado peor. En contrapartida, hubo mucho bueno. Por goleada.
Nos habríamos tirado de los pelos si, por asustadizos, hubiéramos echado pie atrás antes de ir, sustituyendo esta ruta por otra más ‘fácil’. De haberlo sabido.
Fue, pues, toda una luminosa sorpresa, en contraposición a los nubarrones psicológicos con los que partíamos. Ahí está lo anecdótico.
La temida (Preámbulo) dificultad y el desnivel calculados con IBP sobre la ruta de ‘ledanias’ son mayores que en la presente ruta. ¿Por qué? …Si hasta nos subimos a dos puestos de caza…(😉).
(2) ¡Qué Casualidad! (Cronometrada y milimetrada):
Hacia las 8:45 h, nos desentumecíamos a la entrada de Monasterio de la Sierra para iniciar la ruta. Un hombre salía del pueblo con su perro; negrillo y cascarrabias, éste.
Buitres, caballos, vacas, y un par de corzos, sí vimos después. Pero ese lugareño fue la única persona en cinco horas y media reflejada en nuestra retina; sea de cerca o de lejos.
--«Hola, buenos días». Eso fue todo entonces. Pensé que sacaba su perro a un corto paseo mañanero; a ‘hacer sus cosas’. Había entonces -5 grados de temperatura.
…/…
Cerca de las 13:45 h, nos acercábamos de vuelta a Monasterio. Con la sensación de haber hecho el día. Ya en el tramo final de carretera. A +18 grados.
Veo un hombre y un perro por delante de nosotros, a unos 100 m. "¡Vaya! ¿No serán los mismos?", pensé. Los únicos en esta parte del mundo.
¡Ya sería casualidad! Salir y entrar a la vez, cinco horas después y por el mismo lugar. Ni cronometrado el tiempo; ni milimetrado el lugar.
Iba él con una mochila, lo que me hizo pensar que podría haberse dado una caminata también.
Aceleré el paso hasta ponerme a su altura. Efectivamente, el mismo. A la entrada del pueblo nos pusimos a charlar. Le tiré un poco de la lengua y se le soltó….
Grata charla con Fel (nos dijo su nombre). Le contamos que era la cuarta vez que íbamos por su pueblo a hacer rutas. Se ensanchó al oírlo.
Le gustaba su tierra; y su tranquilidad y su libertad. Y con razón. Es un precioso lugar.
--«He vivido en la ciudad, pero me volví. Yo, como Paco Martínez Soria…: ‘La ciudad no es para mí’». Eso nos dijo sonriente.
Por cierto, en su caso, de ‘caminata recreativa’ como la nuestra, nada. A trabajar a una finca había ido.
¡Ruta completa! ¡Redonda!
Waypoints
Comments (2)
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Buen relato de la ruta. Ya veo que no os habéis perdido por esas sendas. Y no era para nada dura, como parecía. Saludos.
Gracias, ledanias. Sí, gran ruta. Mérito tuyo.