258. Villasur de Herreros por los Montes de Oca
near Villasur de Herreros, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las fotografías se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 49 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' (en el límite con ‘Media’) para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 306 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Este es el lugar para referirse a los antecedentes y motivos para hacer una ruta; para darle contexto y raíces. Sin ellos costaría poner la maquinaria en marcha, venciendo la inercia de la comodidad.
Cada ruta tiene los suyos. Normalmente, son endógenos o intrínsecos. Hablando en plata: ‘porque nos da la gana’ o ‘porque "yo" (diría la ruta) lo valgo’; respectivamente. Nos sale de… de... dentro (a nosotros o a la ruta). ‘¡Ya está!’.
Otras veces, los motivos vienen impuestos desde fuera: las circunstancias (ej., el tiempo, etc.) mandan. La ruta de hoy fue una de estas. Pero no por el tiempo meteorológico; más bien, por el cronológico.
Día de Año Nuevo de 2024. Celebraciones de la noche anterior y la madrugada (…las de ‘los vecinos’…). Duerme poco. …Y después llega de vuelta (de la ruta) a tiempo para la comida invitada.
En medio te quedan unas pocas horas de mañana para ir, caminar, ver y volver (con triunfo y euforia, además). Con presteza. ¡Ni César! (con su célebre "Vine, vi, vencí").
Pero no se podía dejar pasar una marcha en un día seco y soleado; simplemente por un quítame allá ese poco dormir nocturno y escaso tiempo disponible.
--“Que sea, pues, una ruta corta y que esté cerca; para estar de vuelta antes de los postres. ¡Ah, y que no sea dura! (que la noche me ha dejado mal cuerpo…)”.
En esas circunstancias, no podía ser una ruta de motivos endógenos ni intrínsecos (entiéndase). A pesar de ello, la disfrutamos. Y, además, cumplimos con el horario a rajatabla (y sin ‘rajarnos’).
En 3 horas estaba ella finiquitada; y nosotros enteros. Mensaje por Whatsapp: “Mira, prepara la mesa, que ya vamos…”. No se puede hacer esperar a los anfitriones. No esperaron.
LA RUTA
Es esta una ruta sencilla, con fácil descripción de su itinerario y su cómodo recorrido. Sus extremos (en los primeros y en los últimos km) aportan variedad a un intermedio bastante homogéneo.
En Villasur de Herreros, cruzamos el puente sobre el Arlanzón. Tras unos pocos metros de carretera, afrontamos un repecho por pista de cemento (en algún punto hay que meter la 1ª).
Hasta el km 3,3 ascendemos sin mayor exigencia a lo más alto de la ruta. Algunos robles adornan los flancos del brezal. Buenas vistas al valle, al embalse de Úzquiza, y al pico Trigaza.
En el km 3,3 entramos en un oscuro (‘como la boca del lobo’) pinar. Está tupido de árboles, pero limpio de maleza. Se puede caminar por dentro, por su blando suelo. Durante algo más de 2 km.
Hacia el km 6 el bosque se vuelve más abigarrado. Se inicia así una larga travesía hasta el km 10 (aprox.) algo recargada y repetitiva por fuera; buena para meditar (por dentro).
En el km 10 empiezan a aparecer robles entre pinos. La variedad estimula (nos sacude del letargo previo). En el 10,5 el bosque se transviste definitivamente. Los robles se adueñan de la derecha y se infiltran en la izquierda.
En el km 12 salimos finalmente a una zona de semi-praderas y cultivos, que nos lleva a la ribera del Arlanzón y de vuelta a Villasur.
Es igualmente posible hacer el recorrido a la inversa. No se aprecian ventajas ni inconvenientes de una opción sobre otra.
Posibles Dificultades:
Nada más empezar (km 0,5) nos espera un tramo con bastante inclinación. Son poco más de 500 m de largo con el 15% de pendiente promedio; en algún trecho, el 20%. Para tonificarse.
El resto es casi un paseo. Vamos siempre por camino o pista; en buen estado. Incluso a pesar de las lluvias recientes y algunos charcos, el suelo arenoso estaba firme.
La orientación es fácil, aunque hay que elegir el camino correcto en unas cuantas encrucijadas.
DESTACADO
Esta ruta partió con una ‘desventaja’. Era un buen día y había que aprovecharlo. Pero había que hacerla con diligencia, por razones horarias.
No es que no la disfrutáramos así, pero en otras circunstancias probablemente nos habríamos detenido o extendido un poco más.
Quizá otro factor jugó en su contra (en nuestro caso): La parte intermedia de la ruta (más o menos entre los km 6,6 y 9,9) ya la habíamos hecho hacía un año y medio en [1].
[1] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/montes-de-oca-desde-galarde-111567780
Y quizá un último ‘pero’: Desde el km 3,3 hasta el 10,5 vamos inmersos en un bosque de pinos; es decir, durante la mitad de la ruta; ‘muuushopino’, que diría el otro.
Y ahora vamos a los atractivos, que compensan todo lo anterior.
(1) El Inicio: (km 0 a 3,3)
Aún sin entrar en Villasur, que merece una visita con más tiempo (su iglesia, ermita, museo, potro, murales, etc.), es interesante ponerse al pie de su puente de piedra rojiza viendo el resuelto y sonoro fluir del río Arlanzón.
Superado el repecho inicial, se nos abre el valle del Arlanzón y la visión aérea de Villasur. Luego, a nuestros pies, el embalse de Úzquiza. Por encima, el poderoso Trigaza y, más allá, la Sierra de Mencilla. Un cuadro energizante al amanecer.
(2) El Intermedio: (km 3,3 a 12)
Durante los km iniciales del inmenso pinar, ese bosque es aquí como magnetita. Con altos ejemplares que no dejan pasar el sol; sombrío y tupido; y, a la vez, ordenado y limpio. Tira de ti hacia dentro.
Luego, el bosque se espesa. Empiezan a aparecer los robles; primero, en minoría entre los pinos. La combinación de ambos añade color y vistosidad. Después, los dorados robles relumbran con espacio propio.
(3) El Final: (km 12 a 14,6)
Estamos ya en el llano, próximos a la ribera del Arlanzón. Es una zona de cultivos surcada por arroyos. Los campos y prados están ya brotando verdes, tempraneros; desafiando al invierno, envalentonados por el agua otoñal.
Acercándonos a Villasur, los cerros exhiben las raspas fantasmales de sus robles. Vemos de refilón la cara sur del Trigaza con nieve. En la ida, el sol naciente, en su cima, nos cegaba. Ahora, a favor, le sacaba los colores.
ANÉCDOTA
Todo bien, pues, aunque sin grandes exhibiciones; sin ‘fuegos artificiales’ en la mañana de Año Nuevo.
Pero, faltó algo en esta ocasión. Por primera vez en muchas rutas, nos quedamos sin anécdota.
Ningún hecho sorpresivo o particularmente curioso vino a alterar nuestro paso firme; de piñón fijo. Nada alteró nuestros planes.
Que la anécdota sea que no hoy la hubo. ¡Hala! Otros días se desbordan.
▶ Las fotografías se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 49 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' (en el límite con ‘Media’) para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 306 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Este es el lugar para referirse a los antecedentes y motivos para hacer una ruta; para darle contexto y raíces. Sin ellos costaría poner la maquinaria en marcha, venciendo la inercia de la comodidad.
Cada ruta tiene los suyos. Normalmente, son endógenos o intrínsecos. Hablando en plata: ‘porque nos da la gana’ o ‘porque "yo" (diría la ruta) lo valgo’; respectivamente. Nos sale de… de... dentro (a nosotros o a la ruta). ‘¡Ya está!’.
Otras veces, los motivos vienen impuestos desde fuera: las circunstancias (ej., el tiempo, etc.) mandan. La ruta de hoy fue una de estas. Pero no por el tiempo meteorológico; más bien, por el cronológico.
Día de Año Nuevo de 2024. Celebraciones de la noche anterior y la madrugada (…las de ‘los vecinos’…). Duerme poco. …Y después llega de vuelta (de la ruta) a tiempo para la comida invitada.
En medio te quedan unas pocas horas de mañana para ir, caminar, ver y volver (con triunfo y euforia, además). Con presteza. ¡Ni César! (con su célebre "Vine, vi, vencí").
Pero no se podía dejar pasar una marcha en un día seco y soleado; simplemente por un quítame allá ese poco dormir nocturno y escaso tiempo disponible.
--“Que sea, pues, una ruta corta y que esté cerca; para estar de vuelta antes de los postres. ¡Ah, y que no sea dura! (que la noche me ha dejado mal cuerpo…)”.
En esas circunstancias, no podía ser una ruta de motivos endógenos ni intrínsecos (entiéndase). A pesar de ello, la disfrutamos. Y, además, cumplimos con el horario a rajatabla (y sin ‘rajarnos’).
En 3 horas estaba ella finiquitada; y nosotros enteros. Mensaje por Whatsapp: “Mira, prepara la mesa, que ya vamos…”. No se puede hacer esperar a los anfitriones. No esperaron.
LA RUTA
Es esta una ruta sencilla, con fácil descripción de su itinerario y su cómodo recorrido. Sus extremos (en los primeros y en los últimos km) aportan variedad a un intermedio bastante homogéneo.
En Villasur de Herreros, cruzamos el puente sobre el Arlanzón. Tras unos pocos metros de carretera, afrontamos un repecho por pista de cemento (en algún punto hay que meter la 1ª).
Hasta el km 3,3 ascendemos sin mayor exigencia a lo más alto de la ruta. Algunos robles adornan los flancos del brezal. Buenas vistas al valle, al embalse de Úzquiza, y al pico Trigaza.
En el km 3,3 entramos en un oscuro (‘como la boca del lobo’) pinar. Está tupido de árboles, pero limpio de maleza. Se puede caminar por dentro, por su blando suelo. Durante algo más de 2 km.
Hacia el km 6 el bosque se vuelve más abigarrado. Se inicia así una larga travesía hasta el km 10 (aprox.) algo recargada y repetitiva por fuera; buena para meditar (por dentro).
En el km 10 empiezan a aparecer robles entre pinos. La variedad estimula (nos sacude del letargo previo). En el 10,5 el bosque se transviste definitivamente. Los robles se adueñan de la derecha y se infiltran en la izquierda.
En el km 12 salimos finalmente a una zona de semi-praderas y cultivos, que nos lleva a la ribera del Arlanzón y de vuelta a Villasur.
Es igualmente posible hacer el recorrido a la inversa. No se aprecian ventajas ni inconvenientes de una opción sobre otra.
Posibles Dificultades:
Nada más empezar (km 0,5) nos espera un tramo con bastante inclinación. Son poco más de 500 m de largo con el 15% de pendiente promedio; en algún trecho, el 20%. Para tonificarse.
El resto es casi un paseo. Vamos siempre por camino o pista; en buen estado. Incluso a pesar de las lluvias recientes y algunos charcos, el suelo arenoso estaba firme.
La orientación es fácil, aunque hay que elegir el camino correcto en unas cuantas encrucijadas.
DESTACADO
Esta ruta partió con una ‘desventaja’. Era un buen día y había que aprovecharlo. Pero había que hacerla con diligencia, por razones horarias.
No es que no la disfrutáramos así, pero en otras circunstancias probablemente nos habríamos detenido o extendido un poco más.
Quizá otro factor jugó en su contra (en nuestro caso): La parte intermedia de la ruta (más o menos entre los km 6,6 y 9,9) ya la habíamos hecho hacía un año y medio en [1].
[1] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/montes-de-oca-desde-galarde-111567780
Y quizá un último ‘pero’: Desde el km 3,3 hasta el 10,5 vamos inmersos en un bosque de pinos; es decir, durante la mitad de la ruta; ‘muuushopino’, que diría el otro.
Y ahora vamos a los atractivos, que compensan todo lo anterior.
(1) El Inicio: (km 0 a 3,3)
Aún sin entrar en Villasur, que merece una visita con más tiempo (su iglesia, ermita, museo, potro, murales, etc.), es interesante ponerse al pie de su puente de piedra rojiza viendo el resuelto y sonoro fluir del río Arlanzón.
Superado el repecho inicial, se nos abre el valle del Arlanzón y la visión aérea de Villasur. Luego, a nuestros pies, el embalse de Úzquiza. Por encima, el poderoso Trigaza y, más allá, la Sierra de Mencilla. Un cuadro energizante al amanecer.
(2) El Intermedio: (km 3,3 a 12)
Durante los km iniciales del inmenso pinar, ese bosque es aquí como magnetita. Con altos ejemplares que no dejan pasar el sol; sombrío y tupido; y, a la vez, ordenado y limpio. Tira de ti hacia dentro.
Luego, el bosque se espesa. Empiezan a aparecer los robles; primero, en minoría entre los pinos. La combinación de ambos añade color y vistosidad. Después, los dorados robles relumbran con espacio propio.
(3) El Final: (km 12 a 14,6)
Estamos ya en el llano, próximos a la ribera del Arlanzón. Es una zona de cultivos surcada por arroyos. Los campos y prados están ya brotando verdes, tempraneros; desafiando al invierno, envalentonados por el agua otoñal.
Acercándonos a Villasur, los cerros exhiben las raspas fantasmales de sus robles. Vemos de refilón la cara sur del Trigaza con nieve. En la ida, el sol naciente, en su cima, nos cegaba. Ahora, a favor, le sacaba los colores.
ANÉCDOTA
Todo bien, pues, aunque sin grandes exhibiciones; sin ‘fuegos artificiales’ en la mañana de Año Nuevo.
Pero, faltó algo en esta ocasión. Por primera vez en muchas rutas, nos quedamos sin anécdota.
Ningún hecho sorpresivo o particularmente curioso vino a alterar nuestro paso firme; de piñón fijo. Nada alteró nuestros planes.
Que la anécdota sea que no hoy la hubo. ¡Hala! Otros días se desbordan.
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