254. Entre Orbaneja y Villaescusa: Cascadas, el Ebro, Chozos y Verde Páramo
near Orbaneja del Castillo, Castilla y León (España)
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Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 51 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 416 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Habíamos pasado cerca de allí unas cuantas veces. Por abajo, por el mismo cañón del Ebro y su expansión en Valderredible. Y también por arriba, en los páramos de La Lora, al sur del río; y los de Bricia, al norte.
Siempre satisfechos y siempre deseando más.
También nos habíamos detenido en las afueras de Orbaneja del Castillo, en el puente que cruza el Ebro [1]; y a los pies de la propia cascada que corta el pueblo de arriba-abajo [2].
[1] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/canones-del-alto-ebro-desde-escalada-97422772
[2] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/entre-san-martin-de-elines-y-la-lora-132187749
Pero lo bueno no cansa; pide continuidad. Y ahí seguía: insistiendo; desde los túneles del deseo. Como un zapador. Sin atosigar; pero sin pausa. Él (el deseo) no se había olvidado, ni resignado, ni quedado ahíto.
Para calmarlo, le habíamos puesto una ruta aledaña en espera; una treta. “Espera: Que por allí, con los ríos, hay niebla frecuente de mañana; o brumas lechosas que difuminan el paisaje. A ver un día claro…”.
Aparentemente, se había sosegado ‘la cosa’ (el deseo). Pero no funcionó la añagaza, no sirvió la engañifa. Bastó una chispa para desencadenar el incendio; para desatar el volcán subterráneo.
Y es que hacía sólo un par de días habíamos visto una ruta de otro usuario por allí. Tenía el recorrido que habíamos dejado en ‘stand-by’, en reposo. Las fotos eran para enmarcar y la descripción valiosa. Eso le dije (y eso pensé).
No eran palabras aduladoras ni pensamientos vanos. La prueba está en que ahora mismo nos hallamos a punto de salir para allá. El movimiento se demuestra andando; obras son amores….
Hacía menos de seis días que el otro usuario había estado allí. Las cascadas se veían para relamerse; la ribera del Ebro y los paisajes restantes, también. Con suerte, nada habrá cambiado.
LA RUTA
Seguimos, básicamente, el trazado de ‘Manu Arroyo’ en https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/villaescusa-de-ebro-valderredible-paramo-de-bricia-orbaneja-del-castillo-y-gr-99-camino-natural-del-155386091
Hicimos algún cambio para acortar el recorrido (en el monte y páramo, y en la cascada del Tobazo). Había que guardar fuerzas para otra ruta en los próximos días: Se preveía buen tiempo y nada bueno debía desperdiciarse.
Allí mismo, al llegar, ajustamos el guión original a la meteorología. En lugar de empezar en Villaescusa de Ebro y seguir por el monte, lo hicimos desde Orbaneja y por el río.
Aprovechando la tempranera tranquilidad del entorno, contemplamos la cascada y subimos al pueblo, antes que nada. Solos ahora. Volveríamos a degustarlo al final, en el regreso. Sobradamente acompañados. No sería lo mismo.
En el km 1 cruzamos el puente sobre el Ebro y enhebramos el Camino Natural GR-99 hasta Villaescusa (km 8,4). Es una larga travesía, pero llana y bien acondicionada. Llevamos el río al lado, entre las paredes del desfiladero.
A pesar de los más de 7 km, es un paseo entretenido. La vegetación es abundante y variada. En bastantes tramos se convierte en una espesa cortina que vela la visión del río.
Previo a Villaescusa, nos desviamos a la cascada del Tobazo (km 7,3). Hay un poco antes (km 7), justo al lado de la senda principal, otra sección de la cascada; es más un rápido.
En Villaescusa, pasamos al otro lado del Ebro y tomamos un camino de ascenso al monte. En su primera parte (hasta el km 10,8), es un bosque de encinas. Luego se convertirá en herboso páramo (hasta el km 14,4).
En el monte, primero vamos por camino (del km 8,8 al 10,8). Allí hacemos un giro a la derecha por un borroso sendero; a veces, imperceptible; a trechos, con pequeños hitos de piedras.
Así vamos, por el senderuco (antes, en Cantabria) o senderillo (luego, en Burgos), hasta el km 13. Una camera nos acerca al área de los chozos (km 13,3 a 13,9).
Desde ese punto hasta el final en Orbaneja, continúa el camino. Se transforma en senda en los últimos cientos de metros, cuando la pedregosa pendiente de bajada se aviva.
Posibles Dificultades:
En general, la exigencia física es baja. Todo el recorrido por el GR-99 a lo largo del fondo del valle es un paseo. Y no hay pérdida.
En el ascenso desde Villaescusa, a la pendiente se le une el suelo un tanto desabrido. Otro tanto sucede en el descenso a Orbaneja. En el monte, el sendero tiene el suelo algo irregular: de monte (si no, sería otra cosa).
Nada que supere las normales incomodidades. Y sólo a trechos. Para compensar, también hay zonas alfombradas de hojas (valle) hierba (monte).
La orientación en la parte alta (en particular, entre el km 10,8 y el 13) sí puede tener cierta complejidad. Nada especial. Resulta fácil de seguir con guía.
DESTACADO
Entre los muchos atractivos, destacan dos: las cascadas y los chozos. El río Ebro y los roquedos, el monte y el páramo, proporcionan un espléndido marco para esas dos joyas: una, natural; otra, humana.
Eso, sin olvidarnos de los pueblos. Sobre el más turístico, Orbaneja, hay abundante información en internet. Por Villaescusa pasamos tangencialmente (no tenemos excusa...).
(1) Las Cascadas y la Garganta del Ebro:
En Orbaneja, con su estética medieval, llama la atención sobre todo su cascada de toba. Desde arriba, tiene unos 25 metros de altura, con terrazas escalonadas y los restos de algún molino harinero. Es digna de verse. Sin más palabras. Punto.
Cerca de Villaescusa hay otra gran cascada: El Tobazo. Tiene al menos tres caídas, en tres secciones diferentes del arroyo. Vimos las dos primeras. Espectaculares. Muy satisfechos. Para la tercera hay que subir bastante más.
Entre la cascada de Orbaneja y la del Tobazo, hay un nexo también acuático, el río Ebro. (Acuático) … Y rocoso. A lo largo de 7 km vamos hundidos entre los muros del cañón. Algunos tienen formas sugerentes.
(Acuático y rocoso…) …Y boscoso. Durante kilómetros vamos envueltos en un variadísimo y salvaje vergel: hayas, robles, pinos, acebos, etc., más la sin fin fronda de ribera. El color de muchas hojas aún resistía en el agonizante otoño.
En toda esa garganta-túnel, apenas si ves el cielo. El acunamiento del Ebro es más estrecho en su primera mitad. En la segunda, se ensancha y deja el río más accesible. Esta es, si cabe, aun más interesante.
(2) Los Chozos y el Páramo de Bricia:
Cuando leí en alguna ruta lo de ‘los chozos de Orbaneja’, pensé: “Bueno, más casetas de piedra, refugios pastoriles. De las que he visto muchas; una aquí, otra allá…; generalmente, semi-derruidas”. Estaba muy equivocado.
Estos chozos constituyen una especie de poblado. Hay una zona en la que hay más de una docena; la mayoría, bien conservados. El conjunto impresiona. Y más en esa infinita planicie paramera de hierba fina y mullida. Para película.
Según nuestro guía, el lugar corresponde a las antiguas eras de Orbaneja. Los chozos servían para guardar los aperos de labranza y cosecha; no tanto como refugio de pastores. De hecho, están rodeadas de tierras cultivables (ahora sólo de pasto).
Cerca está la ermita de San Tirso. Pudo servir allí, precisamente, como patrono que presidiera las faenas agrícolas y diera esperanzas de protección. Ermita, propiamente, debió de serlo hace décadas. He leído que ahora es un establo. No fuimos.
En el trayecto por el monte hay, asimismo, algunos restos de construcciones humanas. Primero (km 9,5), las ruinas del poblado de San Andrés (apenas un montón de piedras). Luego (km 10,7), más entero, lo que parece un fortín o parapeto de trincheras.
ANÉCDOTA
Hoy no hubo una anécdota enjundiosa, con trama. Más bien, fueron una serie de ‘sketches’ breves; de pinceladas: ‘anecdotitas’.
Añadieron colorido a la jornada, ya de por sí arcoirisada. Elegiré una escena de ambiente, dos con personas y dos de animales.
(1) Escena Ambiental:
Apenas clareaba. No eran aún las 8:30 h cuando desmontamos a los pies de Orbaneja. Ya había coches aparcados junto al río. De los pernoctadores. Que arriba, en las estrechas y empinadas calles, no caben.
Técnicamente, el sol saldría a las 8:40 h. Pero, a saber qué significa ‘salir’ allí, dentro del hondón ribereño…. Tardaría todavía varias horas en alumbrar sobre el valle. A su profundo lecho quizá no lleguen los rayos del sol en esta época del año.
Esa hora temprana fue una bendición. Tuvimos el lugar en exclusiva. La gran cascada y su curso alto: nuestros. El bello pueblo colgado bajo los roquedos: nuestro. Nadie. Muy distinto sería a la vuelta, a las 13 h. Sábado. Llenazo.
(2) Escenas Animales:
En Orbaneja, al llegar, se nos arrimó un gato negro. Arrullos y flirteo entre nuestras piernas; con descaro. Nos acompañó hasta que salimos a la carretera para cruzar el río. ‘Gato negro’: un talismán de buena suerte para la jornada.
Más tarde, en Villaescusa, al borde del Ebro, dos gansos. Uno vigilaba. El otro sesteaba (a las 11:10 h), de pie, con la cabeza bajo el ala. Por más piropos, el durmiente siguió a lo suyo. ¡Qué habría hecho por la noche!
Hubo otra curiosidad: un perro de voz aflautada y enorme tamaño. No encajaban. Perecían dos perros. …O era ventrílocuo. Pero los canes están ya ‘muy vistos’ en nuestras anécdotas. Además, dije ‘dos’ (no tres; escenas animales).
(3) Escenas Humanas:
Subíamos a la cascada del Tobazo. Muy arriba, lejos, una veintena de caminantes ascendían por la ladera, como rasgándola. En fila india. Con parsimonia. Encorvados. Cual reata de penitentes. Embobado me quedé con la estampa.
Como en un segundo acto, bajando de la cascada, nos cruzamos con una mujer. Venía apresurada (y no me extraña…).
–“¿Han visto a un grupo de personas en la cascada?”.
–“No. Un grupo iba muy por encima, cerca del páramo”.
–“¡Vaya, ya me he quedado sola!”.
Y tanto. Ellos iban, además de lejos, por otro camino. (No se rinda).
Para la primera escena, me faltaron reflejos: Cuando saqué la cámara y ajusté el ‘zoom’, la hilera se ocultaba tras los árboles. Para la segunda, la foto quedó excluida por razones obvias.
Bueno, al menos sí hay fotos de las escenas animales….
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 51 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 416 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Habíamos pasado cerca de allí unas cuantas veces. Por abajo, por el mismo cañón del Ebro y su expansión en Valderredible. Y también por arriba, en los páramos de La Lora, al sur del río; y los de Bricia, al norte.
Siempre satisfechos y siempre deseando más.
También nos habíamos detenido en las afueras de Orbaneja del Castillo, en el puente que cruza el Ebro [1]; y a los pies de la propia cascada que corta el pueblo de arriba-abajo [2].
[1] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/canones-del-alto-ebro-desde-escalada-97422772
[2] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/entre-san-martin-de-elines-y-la-lora-132187749
Pero lo bueno no cansa; pide continuidad. Y ahí seguía: insistiendo; desde los túneles del deseo. Como un zapador. Sin atosigar; pero sin pausa. Él (el deseo) no se había olvidado, ni resignado, ni quedado ahíto.
Para calmarlo, le habíamos puesto una ruta aledaña en espera; una treta. “Espera: Que por allí, con los ríos, hay niebla frecuente de mañana; o brumas lechosas que difuminan el paisaje. A ver un día claro…”.
Aparentemente, se había sosegado ‘la cosa’ (el deseo). Pero no funcionó la añagaza, no sirvió la engañifa. Bastó una chispa para desencadenar el incendio; para desatar el volcán subterráneo.
Y es que hacía sólo un par de días habíamos visto una ruta de otro usuario por allí. Tenía el recorrido que habíamos dejado en ‘stand-by’, en reposo. Las fotos eran para enmarcar y la descripción valiosa. Eso le dije (y eso pensé).
No eran palabras aduladoras ni pensamientos vanos. La prueba está en que ahora mismo nos hallamos a punto de salir para allá. El movimiento se demuestra andando; obras son amores….
Hacía menos de seis días que el otro usuario había estado allí. Las cascadas se veían para relamerse; la ribera del Ebro y los paisajes restantes, también. Con suerte, nada habrá cambiado.
LA RUTA
Seguimos, básicamente, el trazado de ‘Manu Arroyo’ en https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/villaescusa-de-ebro-valderredible-paramo-de-bricia-orbaneja-del-castillo-y-gr-99-camino-natural-del-155386091
Hicimos algún cambio para acortar el recorrido (en el monte y páramo, y en la cascada del Tobazo). Había que guardar fuerzas para otra ruta en los próximos días: Se preveía buen tiempo y nada bueno debía desperdiciarse.
Allí mismo, al llegar, ajustamos el guión original a la meteorología. En lugar de empezar en Villaescusa de Ebro y seguir por el monte, lo hicimos desde Orbaneja y por el río.
Aprovechando la tempranera tranquilidad del entorno, contemplamos la cascada y subimos al pueblo, antes que nada. Solos ahora. Volveríamos a degustarlo al final, en el regreso. Sobradamente acompañados. No sería lo mismo.
En el km 1 cruzamos el puente sobre el Ebro y enhebramos el Camino Natural GR-99 hasta Villaescusa (km 8,4). Es una larga travesía, pero llana y bien acondicionada. Llevamos el río al lado, entre las paredes del desfiladero.
A pesar de los más de 7 km, es un paseo entretenido. La vegetación es abundante y variada. En bastantes tramos se convierte en una espesa cortina que vela la visión del río.
Previo a Villaescusa, nos desviamos a la cascada del Tobazo (km 7,3). Hay un poco antes (km 7), justo al lado de la senda principal, otra sección de la cascada; es más un rápido.
En Villaescusa, pasamos al otro lado del Ebro y tomamos un camino de ascenso al monte. En su primera parte (hasta el km 10,8), es un bosque de encinas. Luego se convertirá en herboso páramo (hasta el km 14,4).
En el monte, primero vamos por camino (del km 8,8 al 10,8). Allí hacemos un giro a la derecha por un borroso sendero; a veces, imperceptible; a trechos, con pequeños hitos de piedras.
Así vamos, por el senderuco (antes, en Cantabria) o senderillo (luego, en Burgos), hasta el km 13. Una camera nos acerca al área de los chozos (km 13,3 a 13,9).
Desde ese punto hasta el final en Orbaneja, continúa el camino. Se transforma en senda en los últimos cientos de metros, cuando la pedregosa pendiente de bajada se aviva.
Posibles Dificultades:
En general, la exigencia física es baja. Todo el recorrido por el GR-99 a lo largo del fondo del valle es un paseo. Y no hay pérdida.
En el ascenso desde Villaescusa, a la pendiente se le une el suelo un tanto desabrido. Otro tanto sucede en el descenso a Orbaneja. En el monte, el sendero tiene el suelo algo irregular: de monte (si no, sería otra cosa).
Nada que supere las normales incomodidades. Y sólo a trechos. Para compensar, también hay zonas alfombradas de hojas (valle) hierba (monte).
La orientación en la parte alta (en particular, entre el km 10,8 y el 13) sí puede tener cierta complejidad. Nada especial. Resulta fácil de seguir con guía.
DESTACADO
Entre los muchos atractivos, destacan dos: las cascadas y los chozos. El río Ebro y los roquedos, el monte y el páramo, proporcionan un espléndido marco para esas dos joyas: una, natural; otra, humana.
Eso, sin olvidarnos de los pueblos. Sobre el más turístico, Orbaneja, hay abundante información en internet. Por Villaescusa pasamos tangencialmente (no tenemos excusa...).
(1) Las Cascadas y la Garganta del Ebro:
En Orbaneja, con su estética medieval, llama la atención sobre todo su cascada de toba. Desde arriba, tiene unos 25 metros de altura, con terrazas escalonadas y los restos de algún molino harinero. Es digna de verse. Sin más palabras. Punto.
Cerca de Villaescusa hay otra gran cascada: El Tobazo. Tiene al menos tres caídas, en tres secciones diferentes del arroyo. Vimos las dos primeras. Espectaculares. Muy satisfechos. Para la tercera hay que subir bastante más.
Entre la cascada de Orbaneja y la del Tobazo, hay un nexo también acuático, el río Ebro. (Acuático) … Y rocoso. A lo largo de 7 km vamos hundidos entre los muros del cañón. Algunos tienen formas sugerentes.
(Acuático y rocoso…) …Y boscoso. Durante kilómetros vamos envueltos en un variadísimo y salvaje vergel: hayas, robles, pinos, acebos, etc., más la sin fin fronda de ribera. El color de muchas hojas aún resistía en el agonizante otoño.
En toda esa garganta-túnel, apenas si ves el cielo. El acunamiento del Ebro es más estrecho en su primera mitad. En la segunda, se ensancha y deja el río más accesible. Esta es, si cabe, aun más interesante.
(2) Los Chozos y el Páramo de Bricia:
Cuando leí en alguna ruta lo de ‘los chozos de Orbaneja’, pensé: “Bueno, más casetas de piedra, refugios pastoriles. De las que he visto muchas; una aquí, otra allá…; generalmente, semi-derruidas”. Estaba muy equivocado.
Estos chozos constituyen una especie de poblado. Hay una zona en la que hay más de una docena; la mayoría, bien conservados. El conjunto impresiona. Y más en esa infinita planicie paramera de hierba fina y mullida. Para película.
Según nuestro guía, el lugar corresponde a las antiguas eras de Orbaneja. Los chozos servían para guardar los aperos de labranza y cosecha; no tanto como refugio de pastores. De hecho, están rodeadas de tierras cultivables (ahora sólo de pasto).
Cerca está la ermita de San Tirso. Pudo servir allí, precisamente, como patrono que presidiera las faenas agrícolas y diera esperanzas de protección. Ermita, propiamente, debió de serlo hace décadas. He leído que ahora es un establo. No fuimos.
En el trayecto por el monte hay, asimismo, algunos restos de construcciones humanas. Primero (km 9,5), las ruinas del poblado de San Andrés (apenas un montón de piedras). Luego (km 10,7), más entero, lo que parece un fortín o parapeto de trincheras.
ANÉCDOTA
Hoy no hubo una anécdota enjundiosa, con trama. Más bien, fueron una serie de ‘sketches’ breves; de pinceladas: ‘anecdotitas’.
Añadieron colorido a la jornada, ya de por sí arcoirisada. Elegiré una escena de ambiente, dos con personas y dos de animales.
(1) Escena Ambiental:
Apenas clareaba. No eran aún las 8:30 h cuando desmontamos a los pies de Orbaneja. Ya había coches aparcados junto al río. De los pernoctadores. Que arriba, en las estrechas y empinadas calles, no caben.
Técnicamente, el sol saldría a las 8:40 h. Pero, a saber qué significa ‘salir’ allí, dentro del hondón ribereño…. Tardaría todavía varias horas en alumbrar sobre el valle. A su profundo lecho quizá no lleguen los rayos del sol en esta época del año.
Esa hora temprana fue una bendición. Tuvimos el lugar en exclusiva. La gran cascada y su curso alto: nuestros. El bello pueblo colgado bajo los roquedos: nuestro. Nadie. Muy distinto sería a la vuelta, a las 13 h. Sábado. Llenazo.
(2) Escenas Animales:
En Orbaneja, al llegar, se nos arrimó un gato negro. Arrullos y flirteo entre nuestras piernas; con descaro. Nos acompañó hasta que salimos a la carretera para cruzar el río. ‘Gato negro’: un talismán de buena suerte para la jornada.
Más tarde, en Villaescusa, al borde del Ebro, dos gansos. Uno vigilaba. El otro sesteaba (a las 11:10 h), de pie, con la cabeza bajo el ala. Por más piropos, el durmiente siguió a lo suyo. ¡Qué habría hecho por la noche!
Hubo otra curiosidad: un perro de voz aflautada y enorme tamaño. No encajaban. Perecían dos perros. …O era ventrílocuo. Pero los canes están ya ‘muy vistos’ en nuestras anécdotas. Además, dije ‘dos’ (no tres; escenas animales).
(3) Escenas Humanas:
Subíamos a la cascada del Tobazo. Muy arriba, lejos, una veintena de caminantes ascendían por la ladera, como rasgándola. En fila india. Con parsimonia. Encorvados. Cual reata de penitentes. Embobado me quedé con la estampa.
Como en un segundo acto, bajando de la cascada, nos cruzamos con una mujer. Venía apresurada (y no me extraña…).
–“¿Han visto a un grupo de personas en la cascada?”.
–“No. Un grupo iba muy por encima, cerca del páramo”.
–“¡Vaya, ya me he quedado sola!”.
Y tanto. Ellos iban, además de lejos, por otro camino. (No se rinda).
Para la primera escena, me faltaron reflejos: Cuando saqué la cámara y ajusté el ‘zoom’, la hilera se ocultaba tras los árboles. Para la segunda, la foto quedó excluida por razones obvias.
Bueno, al menos sí hay fotos de las escenas animales….
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Esmerada descripción y buenas fotos. Os faltaron unos pocos pasos para llegar a las cuevas y el Eremitorio, ya tenéis un motivo para repetirla 😉😀. ¡Saludos y felices rutas!
...Ya me has 'matao'. ...A ver cómo lo hago ahora. ...Si tengo los días contados. 🤣 Menos mal que cuento con tus fotos. Verlas y leerte fueron el empujón definitivo para esta ruta. Gracias por ello.
Repetir itinerarios tan sugestivos como este nunca está demás 😉