22/05/24 Ítaca
near Ahín, Valencia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Aín, Peñas Blancas y Bellota.
La senda de subida es un bosque de helechos y alcornoques cuyo verdor resalta con la luz que atraviesa el ramaje.
La lluvia de ayer ha sido un regalo para el bosque.
Cuando tenía 11 años pasé con mi madre un mes de agosto en Azuébar. Solía perderme por la montaña buscando bichos y robando fruta. Un día conocí a un hombre muy mayor que resultó ser el último carbonero de Espadán. Me explicó el proceso de construcción de las carboneras. Me pareció tan interesante que todos los días me acercaba a ver cómo las mantenía y lo hinchaba a preguntas. Un día le pregunté por el nombre de aquella imponente montaña que destacaba sobre las demás. Era el Bellota. El viejo me habló de ella y me prometió subir conmigo. Se acabaron las vacaciones y volvimos a casa. No subí al Bellota pero quedó en el recuerdo. Muchos años después unos amigos, conocedores de mi interés por el monte, me dieron una sorpresa. Y subimos al Bellota. Cuando vi las trincheras entendí el interés de aquel anciano de 80 años. Él estuvo allí luchando.
Desde entonces he subido muchas veces pero nunca desde Azuébar. Tengo pendiente esa subida.
Por eso es mi Ítaca. Por eso y por otros motivos.
La senda de subida es un bosque de helechos y alcornoques cuyo verdor resalta con la luz que atraviesa el ramaje.
La lluvia de ayer ha sido un regalo para el bosque.
Cuando tenía 11 años pasé con mi madre un mes de agosto en Azuébar. Solía perderme por la montaña buscando bichos y robando fruta. Un día conocí a un hombre muy mayor que resultó ser el último carbonero de Espadán. Me explicó el proceso de construcción de las carboneras. Me pareció tan interesante que todos los días me acercaba a ver cómo las mantenía y lo hinchaba a preguntas. Un día le pregunté por el nombre de aquella imponente montaña que destacaba sobre las demás. Era el Bellota. El viejo me habló de ella y me prometió subir conmigo. Se acabaron las vacaciones y volvimos a casa. No subí al Bellota pero quedó en el recuerdo. Muchos años después unos amigos, conocedores de mi interés por el monte, me dieron una sorpresa. Y subimos al Bellota. Cuando vi las trincheras entendí el interés de aquel anciano de 80 años. Él estuvo allí luchando.
Desde entonces he subido muchas veces pero nunca desde Azuébar. Tengo pendiente esa subida.
Por eso es mi Ítaca. Por eso y por otros motivos.
Waypoints
Waypoint
1,860 ft
Waypoint
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