(20230407) Barranco de Obantzea y cimas Urdanegi, El Alto, Zoiolagaña y Elimendi desde Arguiñano

Al sur de la Sierra de Andia, en el Valle de Guesálaz, se encuentra el pequeño pueblo de Arguiñano donde da comienzo esta bonita ruta. Aparcamos el coche junto a la ermita Virgen del Camino a la entrada del pueblo aunque muchos coches lo hacen en la parte alta del pueblo siguiendo la pista ascendente que parte de la fuente del pueblo. Nosotros remontamos a patita esta pista y de paso vamos calentando. Una vez arriba buscamos el comienzo del camino que se adentra en el barranco. El camino está hitado y también está indicado mediante unos puntos rojos. Adentrarse en este barranco es adentrarse en otro mundo, un mundo donde los liquenes, que cuelgan de las encinas y el boj cual barbas, son los reyes indiscutibles del terreno. Remontar este barranco, cual desfiladero, es puro deleite y fantasía. Encontraremos rincones de ensueño donde la vegetación juega con la roca caliza y frenan nuestra marcha, no por dificultad sino por no querer abandonar tan bellos rincones. El barranco se remonta hasta llegar al paraje de las Bordas de Arriba (bordas pastoriles hoy en ruinas que quedan camufladas entre la vegetación pero que con una mirada a la vista de satelite se pueden observar sin problemas). Es aqui, en las Bordas de Arriba, donde nos topamos con el camino que va hacia Arguiñano. Los que solo quieran remontar el barranco y hacer una ruta corta este será su punto de retorno. Para el resto las opciones son multiples. En nuestro caso seguiremos avanzando entre pastos hasta las balsas de Liziraugi (son dos). Pasadas estas balsas tomaremos un camino muy evidente por nuestra derecha dejando otra gran balsa de agua a nuestra derecha (esta sería la tercera). Este camino asciende cómodamente hacia el cordal remontando el barranco de Liziraugi. El camino es bonito. Al llegar al cordal herboso nos dirigimos a la primera de las cimas, Urdanegi, la cual carece de buzón e hitos. Las vistas son grandiosashacia todas partes. A partir de aquí seguiremos el cordal sin mayores dificultades que la de andar cómodamente disfrutando de las vistas. El siguiente tontorro que se nos presenta en el camino es El Alto, otra cima que tan solo cuenta con un pequeño cairn para señalarnos la cota cimera. Seguimos hacia el siguiente monte: Zoiolagaña. Este monte tiene tres cotas: Zoiolagaña (Este), Zoiolagaña (central) y Zoiolagaña (oeste). Nuestra ruta pasa por las dos cotas primeras. Una vez llegamos a la cota de Zoiolagaña (central) comenzamos una bajada un tanto empinada hacia el collado de Zoiola. La bajada la hacemos junto a una alambrada que en un momento dado la cruzamos para continuar descendiendo por el otro lado haciendo zig-zags. El objetivo en este descenso es llegar al camino que pasa junto a un redil claramente visible. Una vez abajo, en el camino, continuamos por la izquierda y enseguida llegamos a una langa metálica que tras pasarla nos situa en el collado de Zoiola. Desde el collado tenemos un corto pero duro repecho para alcanzar la meseta del monte Elimendi donde, esta vez si, encontramos un hermoso buzón con forma de casa y un cairn grande. Poco después nos dirigimos hacia la cota de Elimendi (oeste) la cual tiene otro pequeño buzón. A partir de aquí hay que bajar a la pista que va a Arguiñano, pista que vemos claramente. Desde el buzón seguimos en dirección sur hasta encontrarnos algunos cairns que intentan sacarnos de dudas de por donde hay que bajar. La verdad es que esta bajada hacia la pista es un poco engorrosa ya que hay que andar buscando las zonas de paso entre el boj. Es cuestión de paciencia pero poco a poco se va bajando. Una vez se alcanza la pista solo queda disfrutar de la vuelta a Arguiñano. Por cierto, enseguida encontramos una fuente de agua fresca donde saciar la sed; un agua estupenda.