2023-05-29 FLO PRC4 Fajã Lopo Vaz

29 de mayo de 2023.

A TENER EN CUENTA
Consultar la Guía del Viaje.

Agradecimientos
Agradecer sinceramente a Pierluigi Bragaglia (1963-2020) el haber escrito el extraordinario y entrañable libro ILHA DAS FLORES. AÇORES. Roteiro histórico e pedestre. (existe versión en inglés) sin el cual no habría sabido de la existencia en la Fajã de Lopo Vaz de una piedra de molino. En su página 149 dice, textualmente: ...para llegar a la misteriosa y gigantesca piedra de molino. Está colocada en la parte superior de una esquina de los muros de piedra, quizás para formar un pequeño refugio pastoril; no hay memoria, en Lajes, de que alguien la haya puesto allí o que hubiera un molino de cereales en la fajã, pero dadas sus dimensiones y otras deducciones, se puede sugerir que la piedra fue utilizada para moler Isatis tinctoria, la preciada "pastel-dos-tintureiros", el pilar económico de la colonización de Flores y las Azores. Según la Wikipedia: Hasta fines del s. XVI, cuando el índigo se pone en el mercado por el desarrollo de las rutas del «Lejano Oriente», el isatide era la única fuente de tintura azul en Europa.

Recorrido
Desde el aparcamiento donde tiene su inicio y fin el sendero PRC4 seguimos su trazado, lo que nos lleva por un mirador donde se levanta una cruz de piedra, una virgen junto a una cruz de madera, una fuente alimentada por unas chorreras y un conjunto de pequeñas vírgenes antes de alcanzar la Fajã de Lopo Vaz, donde recorremos el sector oriental de su playa (el que es de arena; el sector occidental es de cantos rodados). Comienzo entonces en solitario la búsqueda de una piedra de molino, a campo traviesa y saltando muros: no la habría encontrado sin la ayuda que me presta uno de los (pocos) moradores de la fajã. Desandando camino regresamos al aparcamiento y, mientras esperamos la llegada de nuestro taxi, recorremos el merendero adyacente.

Esfuerzo físico
IBP = 36 HKG

Dificultad técnica
Para visitar la piedra de molino hay que recorrer un trecho a campo traviesa.

Recomendaciones
Al llegar a la Fajã de Lopo Vaz, NO ir por el sendero que nosotros tomamos (está flanqueado por cañas, por lo que carece de vistas) pues puede estar anegado (como fue en nuestro caso). Es mejor ir por el camino que presta servicio a las casas de la Fajã: el que seguimos durante el regreso tras visitar la piedra de molino.

Catálogos
Otras rutas por Las Azores.

CRÓNICA
Tras el paseo por Santa Cruz das Flores queda aún mucho tiempo libre y uno de los tres amigos que me acompañan en este viaje se anima a venir conmigo a la Fajã de Lopo Vaz; los otros dos prefieren disfrutar de la piscina al aire libre del hotel. Telefoneamos al taxista (con quien, a la salida del aeropuerto, habíamos quedado para las 09:00 de mañana) para que, si puede, venga ya a recogernos, cosa que hace; también acordamos con él que nos recoja en el punto de destino a las 18:30, lo que nos da algo más de dos horas para recorrer el sendero PRC4. Pero durante el trayecto a la Fajã de Lopo Vaz mi amigo se percata de que la conducción es un tanto caótica, lo que se debe a que al taxista se le van cerrando los ojos. Inmediatamente (ambos vamos sentados en el asiento trasero) comenzamos a darle conversación: que ésta es mi sexta visita a Las Azores, la tercera a la isla de Flores; que en uno de mis pasados recorridos por la isla pasé frente al Morro de los Frades; que nos gustaría ir un día a la isla de Corvo, que qué empresa de lanchas rápidas nos recomienda (a lo que nos responde que las del Hotel Ocidental)... y así, cuantos temas se nos ocurren, pero su somnolencia persiste. Nos atrevemos a preguntarle abiertamente: ¿está usted cansado? A lo que nos responde: no, me encuentro perfectamente. Mi intención entonces es volver al hotel con OTRO taxista, por lo que le digo que, pensándolo mejor, no nos venga a recoger a las 18:30, que le telefonearemos cuando estemos finalizando la marcha (cosa que no pensaba hacer). Pasando mucho miedo, finalmente llegamos a nuestro destino en algo más de 30 minutos. Una vez se ha ido el taxista, mi amigo y yo ponemos en común nuestros pareceres: quizá le hemos despertado en mitad de su siesta y, por no perder el viaje, nos ha traído aun estando en pésimas condiciones para conducir; y que como ya le hemos dicho que volveríamos con él, así deberíamos hacerlo... confiando en que, para entonces, haya descansado lo suficiente. En esta zona sólo hay cobertura en el punto de inicio (y fin) del recorrido, por lo que tendremos que telefonearle para que venga a recogernos una vez finalizada la marcha: así lo hacemos. Nos disponemos a matar el tiempo durante la media hora que calculamos tardará en venir cuando, para sorpresa nuestra, a los cinco minutos le vemos aparecer: nos dice que se ha quedado en la cercana localidad de Lajes das Flores, donde ha estado tomando café y Coca-Cola (blanco y en botella; afortunadamente, ahora se le ve despejado). También nos indica que, para el regreso a Santa Cruz das Flores y por el mismo precio de la venida, ha elegido una ruta más pintoresca: nos lleva por el Morro de los Frades y el mirador sobre las adyacentes lagunas Funda y Rasa (en ambos sitios se detiene para que podamos tomar fotografías), así como por las inmediaciones de un par de rocas conocidas como Frade y Freira. En esta ocasión la conducción es correcta: tendremos que decidir (entre los cuatro amigos) si continuamos, o no, haciendo uso de los servicios de este taxista aunque, como mínimo, sí será él quien nos atienda mañana por la mañana, pues así lo acordamos en el aeropuerto.
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Ir a:

• La primera de las crónicas de este viaje por Las Azores: 24 de mayo de 2023, isla de Faial.
  
• La crónica de mañana.
  

Anécdotas

• Durante uno de los trayectos el taxista nos entrega la tarjeta de su hijo, que es guía de montaña y barranquismo. En ese momento algo hace clic en mi memoria y, una vez en el hotel, verifico con la tarjeta del taxista que me atendió en mi viaje del año 2012 (la he traído por si venía a cuento) que aquél taxista (quien me hizo una jugarreta el último día) y éste... son la MISMA persona. Es increíble, pero se repite lo ocurrido hace unos días: el coincidir de forma totalmente fortuita con los mismos taxistas de hace DOCE años (en Faial) y ONCE años (en Flores).
  
• Triste es la anécdota que ahora te narro. En São Jorge era mi intención el coincidir con el amable y profesional taxista que me atendió en mi viaje del año 2011 (lo que hubiera dado lugar a un triplete de reencuentros completamente inesperado) pero no contesta en el número de móvil que figura tanto en la que fuera su tarjeta de hace doce años como en la página oficial Visit Azores. Uno de mis amigos realiza una búsqueda con Google, por ver si hay suerte y aparece otro teléfono de contacto, pero lo que se nos muestra en el listado de resultados es... ¡la amarga noticia de su fallecimiento! Descanse en paz.
  

DESCRIPCIÓN
--- PRC4 FLO: Fajã de Lopo Vaz ---
16:18 Aparcamiento.
16:19-16:20 Cruz de piedra y miradouro.
16:21 Virgen y cruz de madera.
16:25 Chorreras que hacen las veces de fuente.
16:28 Grupo de Vírgenes.
16:43 Casa en la Fajá de Lopo Vaz. Cruce: derecha, por senda.
16:46 Comenzamos a transitar por una zona encharcada: para evitar complicaciones, damos media vuelta.
16:48 Cruce (de 16:43): de frente, atravesando un curso de agua y pasando junto a una fuente.
16:51 a 16:56 Recorriendo el sector oriental de la playa, que es de arena. Torciendo a derechas nos alejamos de la orilla del océano y nos internamos en los abandonados campos de cultivo, buscando infructuosamente la piedra de molino.
17:06 Salimos a un camino, que tomamos a izquierdas para acercarnos a una casa habitada (17:07-17:08). Gracias a las indicaciones de su propietario conseguimos llegar a la...
17:10-17:12 Piedra de molino. Por el camino que presta servicio a las casas, regresamos al...
17:15-17:16 Cruce (de 16:48): de frente, desandando el primer trecho del recorrido para llegar de vuelta a la...
17:44 Cruz de piedra y miradouro (de 16:19). Paseamos por los terrenos del adyacente merendero antes de...
17:51 Dar por finalizado el recorrido en el aparcamiento donde lo comenzamos.