2021-3-6 Rio Cazorla, castillo de la Yedra y 5 Esquinas, Montesión, cascada de la Malena, Escaleruela, V. de la Cabeza.

Espectacular ruta, cargada de belleza e historia, aunque no exenta de dureza -el desnivel y los kilómetros imponen su ley- aunque, evidentemente es susceptible de ser modificada -o dividida- para adecuarla a otras exigencias, de hecho, el club organizador -la Pandera-, con muy buen criterio, también propuso y desarrolló, de forma paralela, otra mucho más benévola utilizando parte de esta que aquí muestro.

Hemos llegado hasta 4 puntos emblemáticos de Cazorla, la plaza de Santa María, con la fuente de las Cadenas y su Iglesia, el castillo de la Yedra, el mágico monasterio de Monte Sión y el castillo de Salvatierra o de las 5 esquinas, que ya por sí solo es toda una ruta, a lo que añadiremos, ya al final de ruta, el santuario de la Virgen de la Cabeza.
Además, en el inicio de ruta hemos recorrido el precioso encauzamiento del rio Cazorla hasta que se incrusta en la bóveda de Santa María y al final, la zona de los molinos. En medio, la impresionante, incluso con poca agua, cascada de la Malena -Magdalena-, y la no menos impresionante subida por las escaleras labradas en la roca -Escaleruela-, previo paso por la famosa fuente de Nacelrio, para ya adentrarnos en plena sierra. En esta, caminos de herradura, miradores naturales - como el del Niño sin brazos-, cortijos derruidos -Prado Redondo-, y fuentes como la del Tejo - donde aún se pueden observar tritones-. Para todo ello hemos utilizados tramos de los 3 senderos locales que rodean Cazorla-pueblo -265, 266 y 267- y un tramo del sendero de gran recorrido 7 que coincide con el de los bosques del Sur Gr 247, etapa 10, y otro de la etapa 1, variante 3 -todos muy bien indicados con postes-.
A pesar de ello, considero que el nivel de dificultad es moderada-alto, por el kilometraje y el desnivel, además de las condiciones en que se ascendió la Escaleruela -estaba mojada-., así como por los 2 pasos expuestos en las cercanías de Nacelrio, el primero por desgaste de la vereda, cuyas condiciones son impredecibles al ser una vereda muy maleable en el que las lluvias causan su efecto; y el segundo, por una de esas vallas que no circunscribe parcela alguna, y a la que que se puede llegar por un lado u otro, pero sí impide el paso, con el añadido que debido a lo irregular de terreno no cierra completamente, dejando un pequeño paso sobre un torrente de agua cuyo acceso es bastante peligroso, por lo que no es apto para cualquiera.