20140916-Estambul

Estambul bien se merece un fin de semana.
El avión sale desde la T1 del Adolfo Suarez, así que nos trasladamos en el bus interno y gratuito desde la T4. Gestiones normales de facturación y aduana y salida en hora, la una de la madrugada del 17. Cinco horas después estamos en Estambul. Como David ya lo conocía, compramos "jetones", que así se llaman a las fichas de los medios de transporte y en metro primero y en tranvía después llegamos al amanecer a las inmediaciones del hipódromo, en donde comenzamos a disfrutar de la ciudad. En el recinto se encuentra el Obelisco egipcio de Teodosio, el Obelisco de Constantino, la columna serpentina griega de bronce y la fuente octogonal alemana como más destacable. Una maravilla.

Un paseo tranquilo por las cercanías de Santa Sofía y la mezquita Azul observando la grandiosidad de estos edificios. A continuación el interior de Hagia Sofía, que también así se la conoce y que pese a estar en obras, que por cierto, son necesarias, es una maravilla, destacando los mosaicos que aún se conservan. Una pena que se hayan perdido algunos y partes de otros. El edificio impresiona por fuera y por dentro.
El museo arqueológico es ahora nuestro destino, previo desayuno rápido en uno de los restaurante que David había almorzado en su viaje anterior. Son muchas las maravillas que alberga, pero destacan los sarcófagos, aunque el de Alejandro no lo pudimos ver y los frisos de la Puerta Babilónica de Istar. Una pena la cantidad de material que está a la intemperie.
No hay tiempo para comer y lo hacemos sobre la marcha con un kebab envuelto en pan turco. Muy bueno de verdad, pese a ser contrario a mis principios, pero el tiempo mandaba.
El gran bazar es nuestro próximo destino y tras una hora de patearlo y disfrutarlo nos vamos al mercado de las especies, previa degustación de unos sabrosos tés fríos y calientes. Dos lugares míticos y mágicos en Estambul. No puedes irte sin verlos. La mezquita Nueva o de Yuni merece nuestra atención, aunque son muchas y grandes las que se ven por doquier.
En las afueras de Estambul está la Iglesia de San Salvador de Cora, uno de los más bellos ejemplos de Iglesia bizantina que pueda contemplarse en la actualidad. Hasta allí nos dirigimos en taxi. También en obras de reparación de la nave central, que no es impedimento para suponer lo que alberga en su interior. Los murales y mosaicos son para pasarse horas dentro y no cansarse.
Volvemos al centro para visitar el interior de la mezquita Azul, en donde Merche tiene que adaptarse para poder entrar. Velo y una falda prestada superpuesta son suficientes. Ahora la luz es perfecta, razón por la que lo dejamos para la tarde. Que decir, simplemente majestuoso.
Ahora le toca al Museo de mosaicos romanos de Estambul, que aunque no nos impresiona tanto como lo visto hasta ahora, porque ya conocíamos este tipo de arte, pero merece la pena pasar un rato allí.
A continuación le toca a la cisterna basílica, un espacio subterráneo nacido para abastecer de agua a la ciudad hace más de 1500 años y que consta de cientos de columnas, en algunos casos reutilizadas. Aunque solo se visita parcialmente, nos sorprende la grandiosidad y la capacidad de almacenamiento cuando estaba lleno. Algunos grandes peces se pasean por sus aguas y es un relax verlos nadar.
Con el tiempo al culo, comenzamos a andar camino a la torre Galata, pero a mitad del puente decidimos no seguir, ya que se nos hace muy tarde. Nos conformamos con acercarla con nuestros objetivos y suponer el tamaño y belleza que alberga. El día no da para más y decidimos sentarnos a cenar tranquilamente en uno de los muchos restaurantes que hay bajo el puente. Las vistas del Bósforo son estupendas, muchas otras mezquitas se dejan entrever, pero solo las dedicamos un vistazo. Con más tiempo quizá el programa no habría sido tan apretado
Compra de nuevos "jetones" aunque descubrimos que hay 2 tipos, unos válidos para metro y tranvía y otros para embarcaciones. Lo detectamos demasiado tarde. Vuelta al aeropuerto, tramites normales y avión hasta la T1 del aeropuerto de Ben Gurión, entre Tel Aviv y Jerusalén.