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2014-04-26 VIAS PECUARIAS DEL SUR DE ADAMUZ

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Trail stats

Distance
5.86 mi
Elevation gain
620 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
620 ft
Max elevation
921 ft
TrailRank 
36 4.7
Min elevation
606 ft
Trail type
Loop
Time
4 hours 41 minutes
Coordinates
1100
Uploaded
April 27, 2014
Recorded
April 2014
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  •   4.7 1 review
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near Adamuz, Andalucía (España)

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Itinerary description

RUTA HECHA CON EL CLUB DE SENDERISMO "ANDA,¡YA!" DE CÓRDOBA
Partimos del merendero municipal, donde se localiza la galería hidráulica de las Tobosas (1), e iniciamos el recorrido enlazando con la vereda de Obejo a Pedro Abad, tras cruzar la carretera A-421. Al otro lado de la misma, la vía pecuaria continúa entre olivares, aunque escoltada por algunas viejas encinas, a cuyos pies crecen matas de lentisco, majuelo y jaras. Este tramo de la vereda también se denomina en planos antiguos como Camino de Los Llanos.
El camino desciende hasta el arroyo del Parrosillo, donde sobrevive un rodal de olmos que ofrece su imagen más bella durante la estación otoñal, cuando sus hojas adquieren un tono anaranjado. Junto al arroyo también encontramos cañas, juncos, zarzas, adelfas y tamujos. Antes de cruzar el arroyo, a la izquierda del camino, encontraremos el abrevadero medieval de Dehesa Vieja (2)
Cuando lleguemos a los caseríos de Dehesa Vieja Alta y Baja observaremos un cambio en la vegetación, pasando repentinamente del olivar a la dehesa. Al tratarse de un ecosistema derivado de la actividad humana a partir del bosque de encinas para su explotación agrosilvopastoral, el matorral desaparece y los pastizales se estabilizan, ofreciendo la bucólica imagen de un verde prado salpicado de encinas, donde los caballos pastan tranquilamente.
Poco a poco las cistáceas van cobrando una gran relevancia, ocupando todo el estrato arbustivo con una gran espesura y frondosidad, sólo salpicada por pies de encina dispersos de gran tamaño. La vereda conecta finalmente con el Cordel de Villanueva, que en este tramo coincide con el GR-48, Sendero de Gran Recorrido de Sierra Morena. En este cruce de caminos se enlaza también con el carril asfaltado que conduce a la finca Los Conventos y a la presa del Guadalmellato.
Continuamos por el carril terrizo hacia el Este, en dirección a Adamuz. Poco a poco las encinas van siendo sustituidas de nuevo por olivos, aunque en los márgenes se pueden ver especies ruderales, propias de zonas degradadas, como por ejemplo retamas, chumberas y pitas (las dos últimas especies son originarias de América y introducidas en España tras “el Descubrimiento”) y diferentes especies de jaras, como la rizada y la estepa.
Cabe la opción de tomar un desvío a la derecha para llegar a la fuente de Valdeja y conectar con el arroyo del Concejo. Por este camino escoltado de almendros llegaremos al peculiar manantial que parece brotar entre las raíces de una vieja higuera. En sus aledaños se localizan otros ejemplares centenarios de la misma especie, algunos ya muy deteriorados, que bien merecerían su catalogación y protección. Aunque los olivares dominan el paisaje, en los márgenes del camino es posible encontrar algunos ejemplares de grandes encinas, que llegan a formar algunos bosquetes en las cercanías de la casa de Valdeja. Después llegaremos a un cruce de caminos donde se localiza una huerta que mantiene en uso una noria con cangilones para sacar agua del pozo con ayuda de bestias. Estos huertos son herederos de aquellos predios decimonónicos que nombrara Ramírez y las Casas-Deza: “cerca de la población se hallan diez y nueve huertas abundantes de buena hortaliza y árboles frutales”.
En dirección al pueblo de Adamuz tomamos un camino que nos conducirá al molino del Gollizno (5), por cuya presa podremos pasar al otro lado del arroyo, que fluye entre cañaverales, adelfas y tamujos.
Ahora nuestra ruta coincide con la vereda del Carpio, que discurre por el margen izquierda del arroyo del Concejo, aguas abajo. Llegaremos a una presa que sirve para desviar el agua por una acequia que se introduce entre el espeso tamujar. En la delgada lámina de agua propiciada por el muro de la presa podemos detectar la presencia de una rica fauna acuática, compuesta por anfibios como la rana común, el sapo común, la salamandra o el tritón jaspeado; y reptiles como la culebra viperina o el galápago leproso. También se pueden ver insectos acuáticos como remeros, zapateros, ditiscos, libélulas, etc., tanto en su estado adulto como larvario.
Continuamos siguiendo la acequia de riego hasta llegar a la carretera A-421 (Adamuz –Villafranca). Una vez atravesada la carretera, la vereda continúa por un camino terrizo que prosigue por la margen izquierda del arroyo del Concejo que fluye cubierto por un denso cañaveral, refugio y hábitat a numerosas aves insectívoras como carriceros, currucas y petirrojos.
Tras cruzar el arroyo, iniciamos un leve ascenso dejando a nuestra izquierda la casa de la huerta del Botijoso; a ambos lados del camino podemos encontrar algunas encinas centenarias, recuerdo de lo que en su día fue un bosque más extenso, formado por encinas, lentiscos, acebuches y majuelos. Un poco más adelante encontraremos una bifurcación donde se ha colocado una señal que nos indica que debemos tomar el camino de la derecha.
Al principio predominan los materiales primarios, entre los que destacan pizarras del carbonífero, de color oscuro; pero poco a poco el tono del suelo del camino va cambiando, volviéndose más encarnado. Las responsables de este cambio de coloración son las areniscas triásicas (Era Secundaria), de inconfundible color rojizo, entre las que se pueden encontrar retazos de materiales miocénicos (terciarios); en ambos casos se trata de conjuntos que, depositados al pie de Sierra Morena, sufrieron con ésta un levantamiento en los últimos momentos del Plegamiento Alpino, resultado del cual será la ubicación de los mismos a mayor altitud que sus coetáneos al otro lado del Guadalquivir, ya en la Campiña. Estos materiales, suavemente basculados hacia el Norte, constituyen el techo de una formación de edad Triásica que aparece aquí y se extiende hacia el sureste, en dirección a Montoro.
Unos metros antes de que el camino se acabe, y la vereda del Carpio prosiga convertida en un estrecho sendero, se cruza la vereda de Obejo a Pedro Abad, por la que continuamos hacia la derecha. Esta vereda discurre por el límite de un olivar, regalando vistas formidables del valle de Tamujoso, que forma en este tramo un acusado meandro. Por un camino rodeado de pitas llegaremos al puente de la carretera A-421, entre Villafranca y Adamuz; por debajo del mismo se dispone el viaducto del antiguo trazado, conocido como puente de Las Grajas. Al lado de la carretera está el merendero municipal, de donde partimos, completando de este modo un bucle.

Comments  (1)

  • Photo of Miguel Cachinero.
    Miguel Cachinero. Dec 3, 2023

    I have followed this trail  verified  View more

    Ruta actualizada, gracias por compartir,un saludo

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