15-08-28 Nocturna Monte Abantos

Empezamos a 1.100m de altitud, a las 18:30 por la carretera del Tomillar y comenzamos la subida en línea recata hacia la cumbre por un sendero casi vertical hasta llegar a los 1.200m, ahí cogemos una senda muy bien marcada incluso con piedra que bordea y termina en el merendero de la Penosilla donde esperabamos coger agua de una fuente que en verano no tiene ni gota.
Tenemos que subir unos 250m por un cortafuegos, pero hacemos una parada inferior a 15 minutos y seguimos hasta el sendero que está a 1.500m, allí descansamos media hora comiendo fruta y frutos secos.
Podríamos seguir por el cortafuegos, pero ya cansados seguimos el sendero que nos lleva primero hacia la izquierda donde vemos el Moasterio del Escorial al anochecer, pues ya son las 20:30 y el Sol se pondrá a las 21:00, se puede apreciar perfectamente la sombra del Abantos sobre el horizonte y la extensión del pantano de Valmayor. Aceleramos el paso porque queremos llegar a la puesta de Sol, pero tenemos que esperar a que una vaca blanca se aparte del sendero para poder pasar, al final por diez minutos nos la perdemos, pero las vistas son espectaculares.
Acordamos hacernos un selfy en el punto geodésico que no es fácil subir, pero conseguimos colocarnos los 5 sobre él y empezamos a pelearnos con el móvil para intentar sacar una foto que salgamos todos con la Luna y el paisaje, después de media hora conseguimos algo.
Encendemos un frontal para empezar a cenar, tortilla casera para chuparse los dedos, vino de bota, embutido y algo de agua que nos quedaba, contemplamos el paisaje, hicimos fotos con exposición, hasta 13 minutos sin respirar para que no saliese movida, aprendimos más sobre las estrellas, al final, estuvimos más de 2 horas en la cumbre.
El comienzo de la bajada fue un poco desastre porque seguimos un track, nos equivocamos y tuvimos que atravesar todas las rocas cercanas a la valla de Cuelgamuros, con la luz de los frontales porque las roca nos tapaba la Luna.
Una vez retomamos el sendero, no es necesario el frontal, a continuación pegados a la valla descendimos por un cortafuegos que parecía una pista de aterrizaje para los aviones que venían de frente con esa luz tan potente que parecían estrellas.
El resto de la bajada fue todo por pista e incluso al final asfaltada, llegamos al coche pasadas las 2 de la madrugada