13 días por el GR®10 francés. Primera parte: desde Bidarray hasta Iraty

Introducción: en 2020 iniciamos nuestra aventura pirenaica caminando por el GR-11 unos cuantos días. Con la libertad de poder dormir en cualquier sitio ya que llevamos nuestra tienda y comida suficiente para tener autonomía de unos cuatro días sin "repostar". La experiencia nos gustó mucho y prometimos volver con más tiempo. En este 2021 decidimos continuar pero del otro lado, recorriendo el GR-10 francés. Estudiamos mucho esta opción y nos decidimos sobre todo por la posibilidad que existe en Francia de pernoctar (vivaquear dicen ellos) con mayor libertad que en España. También comprobamos que el GR-10 está mejor señalizado que el GR-11 y que hay más gente recorriendo los Pirineos del lado francés que del Español. Aunque no todo son ventajas y reponer la despensa es un poco más caro. Con la decisión tomada nos dirigimos a Bidarray que es donde habíamos acabado en 2020 con la expectativa de volver a recorrer las crestas del Iparla y retomar así por la puerta grande nuestra aventura pirenaica.

Día 1 - Miércoles 11 de agosto de 2021 - Datos GPS: distancia 6,4 km - desnivel positivo 815 m
Llegamos a Bidarray cerca de las dos de la tarde por lo que decidimos comer allí mismo antes de iniciar la dura subida al Iparla. Nos sorprendió la cantidad de gente que había en el pueblo, muy diferente del año anterior cuando llegamos caminando en sentido contrario. En aquella ocasión llovía muchísimo y Bidarray estaba vacío. Con las mochilas cargadas y muchas ganas comenzamos a subir lentamente. Hacía mucho calor y enseguida nos dimos cuenta de que íbamos a sufrir en esa primer etapa corta. La idea era dormir en el alto, donde hay varios sitios ideales para plantar la tienda de campaña. Teníamos mucha más agua que otras veces porque sabíamos que no tendríamos posibilidad de recargar hasta el día siguiente. Notamos mucho el peso de las mochilas pero agradecimos poder beber mucha agua y reponernos del calor asfixiante. Poco a poco fuimos ganando altura hasta que encontramos un lugar junto a una cruz de piedra que nos pareció bastante bueno para dormir. Teníamos relativamente cerca a un grupo de cuatro personas en tres tiendas pero a suficiente distancia como para tener cierta privacidad. Lo que más nos sorprendió de ese día fue la cantidad de gente que vimos subiendo y bajando al Iparla. Algunas personas llevaban mochilas como para hacer el GR-10 pernoctando en tiendas como nosotros. Pero la mayoría estaban haciendo un paseo de un día. Aún así la noche fue muy tranquila, a cierta hora sólo quedábamos allí arriba los que íbamos a pasar la noche. El tiempo acompañó muy bien, no hubo viento y dormimos plácidamente.
El recorrido del día 1 puede verse en el enlace: 13 días por el GR®10 francés - Día 1

Día 2 - Jueves 12 de agosto de 2021 - Datos GPS: distancia 13,2 km - desnivel positivo 840 m
Nos despertamos muy temprano con los gritos de un pastor que daba instrucciones a su perro para dirigir a las ovejas. Apenas estaba amaneciendo y los cuatro franceses que teníamos de vecinos (3 chicos y una chica) también comenzaron a levantar el campamento poco a poco. Nos acompañaba un espectacular mar de nubes que duró casi toda la mañana hasta que se fue disipando. Después de desayunar con tranquilidad comenzamos a caminar asombrados por las vistas. A esas horas sólo estábamos allí arriba los que habíamos pasado la noche y algún pastor madrugador. Poco a poco el flujo de personas se hizo más intenso sobre todo hasta la cima del Iparla. Nuestra idea era avanzar hasta las afueras de Saint Etienne de Baigorry y encontrar algún lugar tranquilo para pernoctar. Teníamos todo el día para ello y nos lo tomamos con calma. Pasado el Tutulia llegamos a los pies del hayedo que recordábamos bien del año anterior. Allí hay un desvío hacia una fuente que es la única opción de recargar agua a esas alturas. Por fortuna esta vez no estaba seca como en 2020. Mientras recargaba agua pasó un grupo de ciclistas y charlamos un rato. Todas las personas que nos cruzamos eran francesas pero muchas hablaban algo de castellano o al menos lo intentaban y si no, nos comunicábamos en inglés y a veces en euskera. Es muy agradable tener tiempo para ir conociendo gente. Por experiencia sabemos que muchas personas que hacen estos recorridos por etapas van con ciertas prisas. Quizá para llegar pronto al albergue del fin de etapa ya que la mayoría no llevan tienda de campaña y no tienen otra opción. El caso es que nosotros preferimos ir siempre con tranquilidad, parando y cuando podemos, charlando. Llevamos más peso pero lo compensamos con la libertad que da llevar la casa a cuestas. Dejamos las crestas y atravesamos el bosque hasta llegar a una pequeña cueva donde paramos a comer. Luego continuamos hacia el sur hasta rodear el Buztanzelai y comenzar la dura bajada hacia Baigorry. Es una bajada muy pronunciada por un hermoso sendero, que con el peso y el cansancio puede hacerse un poco dura. En una fuente nos refrescamos y fue la última parada antes de encontrar un lugar perfecto para la tienda, junto a un roble y cerca ya del pueblo. Este final de etapa lo hicimos por el viejo GR-10. Hay que tener en cuenta que los tracks que podemos conseguir en internet a veces están algo anticuados y el recorrido cambia mucho. Ya sea por obras o porque lo van mejorando, el caso es que lo más recomendable es seguir siempre las indicaciones del camino y usar el track que llevamos sólo como ayuda en caso de duda. Un pastor que habíamos saludado previamente pasó junto a nuestro campamento y nos confirmó que ese era un buen sitio para dormir. Da gusto lo de la acampada libre en Francia.
El recorrido del día 2 puede verse en el enlace: 13 días por el GR®10 francés - Día 2

Día 3 - Viernes 13 de agosto de 2021 - Datos GPS: distancia 12,5 km - desnivel positivo 940 m
Antes de las siete estábamos despiertos. El horario en estos casos lo pone la naturaleza. La claridad y los pájaros se encargan de levantarte por la mañana y el cansancio te acuesta y te duerme pronto por las noches. Desayunamos antes de desmontar como siempre con tranquilidad y parsimonia. Algunos senderistas pasaron a nuestro lado encarando la subida y nos saludaron amablemente. En poco más de dos kilómetros llegamos al pequeño pueblo de Baigorry. Allí compramos pan y recorrimos un poco para conocer. Cargamos agua y luego de cruzar el río Nive des Aludes y contemplar el puente romano encaramos una fuerte subida en dirección sur hacia el Oilarondoi. Rodeamos este monte por su ladera este en un hermoso sendero mientras veíamos cómo nos acercábamos a medida que subíamos, a las nubes bajas que lo cubrían todo. Cruzamos el col de Ahartza (737 m) y seguimos en dirección sur-sureste hasta llegar a la col d'Urdantzia a 870 m donde decidimos montar la tienda en plena nube. No teníamos más visibilidad que dos metros de distancia así que tuvimos que explorar la zona hasta encontrar un lugar lo suficientemente llano. Con las capas para la lluvia puestas montamos todo lo más rápido posible porque la nube baja comenzaba a empaparlo todo. Por eso nuestras sorpresa fue enorme cuando de golpe todo se despejó. Las nubes bajaron aún más dejando la cima a pleno sol de la tarde. Podíamos ver a ambos lados de la montaña el mar de nubes que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Las montañas más altas parecían islas en un inmenso mar. Allí arriba había un grupo de caballos que pasaron cerca nuestro. Los más jóvenes, curiosos, se acercaron a la tienda y uno mordisqueó las cuerdas mientras nos miraba a corta distancia. Tuvimos que decirle que se fuera, lo más amablemente posible para no asustarlo, porque amenazaba con arrancar las cuerdas de la tienda como si se trataran de ramas bajas de algún arbusto. Luego pasó un rebaño de ovejas que mantuvo la distancia. Aves rapaces (creemos que buitres) sobrevolaban cerca pero ninguna persona pasó por allí esa tarde. La sensación de soledad y tranquilidad fue muy gratificante. En ese tercer día notamos que a excepción de las crestas del Iparla, el resto del GR no está nada masificado. Hay gente haciendo la ruta, en ambas direcciones. Pero por lo general uno camina en relativa soledad casi todo el tiempo. La mayoría de la gente que vimos eran jóvenes y muchos de ellos iban solos. Nos sorprendió la cantidad de gente que hace este tipo de rutas en solitario. Tanto chicos como chicas. Todo el mundo saluda amablemente al pasar pero muy pocos tienen tiempo de charlar. Algunos parece que están en alguna especie de competición... Por supuesto ese no es nuestro caso. Esa noche en el alto el cielo estaba completamente despejado. Así que apuramos la hora de dormir venciendo al cansancio por un momento para contemplar estrellas por millares. En poco tiempo vi dos estrellas fugaces, una de ellas enorme. Fue una tarde-noche absolutamente mágica y sólo era el principio de nuestra aventura.
El recorrido del día 3 puede verse en el enlace: 13 días por el GR®10 francés - Día 3

Día 4 - Sábado 14 de agosto de 2021 - Datos GPS: distancia 10,7 km - desnivel positivo 122 m
Nos despertamos con el sonido de los pájaros y la primera claridad. Para nuestra alegría, el mar de nubes seguía ahí abajo y nosotros a pleno sol en el alto. Pero teníamos que bajar hacia el siguiente pueblo: Saint Joan-Pied de Port/Donibane Garazi. El pronóstico era de lluvia para esa noche y durante varios días. Así que pensamos en dormir en algún albergue y aprovechar para darnos una ducha caliente y lavar algo de ropa. Durante el camino fuimos internándonos poco a poco en las nubes hasta que el cielo quedó cubierto por completo. Muchos ciclistas nos cruzamos en ese descenso hacia el valle, por pista y senderos cómodos. El pueblo nos sorprendió. Mucho más grande de lo que imaginábamos y además lleno a rebozar de gente. Tanto fue así que no conseguimos ningún albergue y tuvimos que conformarnos con el camping municipal. Es barato y está al lado del río Nive/Errobi. Pero las parcelas son un caos y acabamos rodeados de gente a pocos metros de nuestra tienda. Lo positivo fue que pudimos hacer compras para reponer la despensa y comer algo de verdura y fruta fresca. También tuvimos tiempo para recorrer el pueblo y hacer algo de turismo clásico; además de meternos en el río emulando a las pocas personas valientes que se animaron con esas aguas tan frías. Aunque he de reconocer que después de cuatro días en la montaña, el hecho de moverse con tanta gente alrededor fue un contraste bastante grande. La noche en el camping fue durísima y yo apenas si pude conciliar el sueño. Había una fiesta en algún lugar del pueblo que duró hasta altas horas de la noche y nuestros vecinos eran muy ruidosos. Alguien roncaba tanto que hacía temblar el suelo y otra persona se enfadaba tanto que se ponía a trabajar con herramientas y hacía unos ruidos espantosos junto a la tienda del roncosaurio. Yo intentaba no prestar atención a todo lo que pasaba pero me resultaba imposible y acabé absolutamente desvelado y echando de menos dormir en la montaña. La lluvia llegó como estaba pronosticado pero fue poco intensa y la tienda aguantó bien y sin filtraciones.
El recorrido del día 4 puede verse en el enlace: 13 días por el GR®10 francés - Día 4

Día 5 - Domingo 15 de agosto de 2021 - Datos GPS: distancia 10,3 km - desnivel positivo 794 m
El quinto día tuvimos dudas acerca de cómo continuar con nuestro viaje. Iba a llover y mucho durante al menos dos días más y queríamos dormir en algún albergue para pasar al menos la noche bajo techo. Así que antes de desmontar todo nos fuimos a la oficina de turismo que abría a las 10. Por suerte fuimos los primeros porque rápidamente se formó una cola enorme. Pedimos información sobre posibles alojamientos a lo largo de nuestra ruta y acabamos por encontrar sitio para esa noche en una borda rehabilitada que estaba cerca de Orisson (1064 m) en pleno camino de Santiago. No era exactamente nuestro itinerario pero nos pareció bien partir en dos la etapa hasta Esterencuby mientras afrontábamos los días lluviosos. Desmontamos todo, nos equipamos con las capas y los protectores de las mochilas y luego de comprar pan por el camino nos dirigimos hacia el albergue que estaba a poco más de 10 km en dirección sur. Todo el camino fue por carretera lo cual se nos hizo bastante raro. Pero lo más llamativo era la gente que nos íbamos encontrando. Peregrinos del camino de Santiago. Muy numerosos y con muchas más ganas de charla que la gente que veíamos habitualmente en el GR-10. Es un perfil muy diferente de caminante. Mientras que en el GR se ve gente más deportista (es necesario una buena forma física para afrontar cualquier etapa del GR-10) en el camino de Santiago veíamos de todo. Avanzamos a buen ritmo a pesar del constante desnivel y poco a poco fuimos ganando en altura. Las nubes bajas no nos permitieron ver gran cosa en toda la jornada y más tarde sólo veíamos a pocos metros de nuestros pies por la densidad de la nube que estábamos atravesando. Finalmente llegamos a la borda y nos sorprendió mucho. Es un conjunto de edificios totalmente renovados y modernos. Paneles solares en vez de tejas y por dentro parecía a estrenar. El dueño nos recibió como un auténtico anfitrión. Teníamos media pensión (cena y desayuno) así que pudimos conocer al resto de peregrinos durante la cena. Fue una noche muy divertida charlando con gente de Alemania, Austria, Francia y España. Todos contamos porqué estábamos allí y hacia dónde íbamos y el vino y la buena comida hicieron el resto.
El recorrido del día 5 puede verse en el enlace: 13 días por el GR®10 francés - Día 5

Día 6 - Lunes 16 de agosto de 2021 - Datos GPS: distancia 19,1 km - desnivel positivo 779 m
Luego de un buen descanso y para nuestra sorpresa sin apenas resaca, comenzamos la caminata del sexto día. Nos esperaba más lluvia por lo que decidimos reservar plaza en el único albergue de etapa que había cerca del pueblo de Esterencuby. La única presión que teníamos era llegar allí a tiempo para la cena (en Francia, a las 19:00) Así que empezamos a caminar pronto y con fuerza. Debíamos desandar un poco el camino del día anterior hasta un cruce que nos llevaría a St. Michel y desde allí iniciar una larga subida. La gente que nos cruzamos esa mañana nos indicaba efusivamente que íbamos en dirección contraria en el camino de Santiago. Nosotros explicábamos que estábamos yendo bien, que nuestra ruta era otra. Quizá por tanta charla mañanera o porque íbamos con cierta prisa, erramos el cruce que debíamos tomar y tuvimos que rehacernos al darnos cuenta. Unos tres kilómetros de más y otro desnivel a salvar que en aquel momento no nos venían nada bien. Pero lo solventamos con ganas y además las nubes nos empezaron a dar un respiro y pudimos empezar a ver el paisaje que nos rodeaba y que el día anterior había sido casi un misterio. Ya por el buen camino bajamos hasta el río de siempre (La Nive/Errobi) a la altura de St. Michel y desde allí reacomodamos nuestra ruta hacia Esterencuby. En este pequeño pueblo hicimos una parada. Ya nos quedaban pocos kilómetros hasta el albergue aunque teníamos un fuerte desnivel que afrontar. Pero era temprano y estábamos contentos por haber vuelto a nuestro recorrido original: el GR-10 pirenaico. Así que nos tomamos con calma la subida y disfrutamos de las buenas vistas que las nubes nos permitieron ver mientras llegábamos a nuestro destino. El albergue de esa noche no tenía nada que ver al del día anterior. Pero la simpatía de la dueña compensaba el estado de las camas y la habitación que nos tocó. Aunque nada del mundo podría reparar la mala noche que me hizo pasar nuestro compañero de cuarto. Decir que roncaba es ser demasiado amable. Este hombre tenía un serio problema y parecía que se ahogaba con sus propios fluidos mientras roncaba a grito pelado. Yo no sabía qué hacer para poder conciliar el sueño. Le hablé en francés (y eso que no lo hablo), en arameo y en otros idiomas que aún no se han inventado con la vana esperanza de que entendiera algo y se pusiera de costado. Confieso que albergué incluso la ilusión de que en uno de esos espasmos que tenía se ahogara por fin y con su muerte pudiera yo dormir tranquilo aunque fuera unas horas. Pero nada de eso ocurrió y yo no pude dormir. Esa era la tercer noche seguida que añoraba dormir en la montaña o en el bosque rodeado sólo de naturaleza. Pero todo llegaría. Por la mañana nuestro hombre-monstruo tenía la vaga sensación de que me había dado la noche. Y sin que yo reprochara nada ni pusiera un mal gesto (no es mi estilo) se levantó temprano, desayunó sólo y sin hacer ni el café se marchó antes de que los demás se hubieran quitado las legañas.
El recorrido del día 6 puede verse en el enlace: 13 días por el GR®10 francés - Día 6

Día 7 - Martes 17 de agosto de 2021 - Datos GPS: distancia 17,5 km - desnivel positivo 1040 m
El séptimo día teníamos la esperanza de dejar atrás la lluvia. Nos equivocamos. Todo el trayecto hacia Iraty lo hicimos dentro de una nube gigantesca y por momentos la lluvia arreció con fuerza. Fue la etapa más pasada por agua de todas las que tuvimos. Y también una de las más exigentes en cuanto a desnivel. Con gran sentido de supervivencia y disfrutando incluso por momentos de caminar bajo la lluvia, afrontamos los hermosos senderos que nos llevarían hacia el Okabe a más de 1400 metros de altitud. El agua y las piedras resbaladizas hicieron que en algunos momentos tuviéramos algunas dificultades para ir ganando altura. Pero descubrimos que uno de los alicientes más grandes para esforzarse es el frío. Con las capas y moviéndonos sin pausa lográbamos mantenernos calientes. Pocas paradas pudimos hacer hasta que el tiempo nos dio un respiro. En esos breves momentos comíamos algo rápidamente y en cuanto notábamos que nos empezábamos a enfriar retomábamos con brío el camino. Cuando estábamos bajando ya cerca de donde al final pasaríamos la noche nos encontramos con un hombre de unos sesenta años que venía haciendo el HRP (senda pirenaica que une el GR-10 francés con el GR-11 español y que es más exigente) y nos contó cómo el viento en los picos durante algunos días había sido una locura. Pero lo mejor era que mientras nosotros contábamos las penurias de la lluvia y el frío y él del viento y la altura, todos sonreíamos. Es una característica de la gente que hace este tipo de recorridos: la sonrisa boba está siempre ahí. Es una sensación tan agradable que resulta imposible de explicar a quien no lo haya vivido. Cuando quedaban pocos kilómetros para finalizar nuestra etapa tuvimos una seria disertación acerca de dónde dormiríamos. Yo insistía en que luego de haber pasado la noche en vela por culpa del hombre-monstruo y sus ronquidos necesitaba dormir en nuestra tienda alejado de todo ser humano. Mi compañera de viaje insistía en que si seguía lloviendo sería mejor pasar la noche secos en otro albergue, sobre todo después de la lluvia que nos había caído durante toda la jornada. Por suerte la lluvia fue bajando de intensidad y había un sitio para acampar junto al río. Gratuito y habilitado para ello. Y aunque llovió un poco durante la noche dormimos de lujo con el sonido del agua tan cerca. Un lugar inmejorable con baños (ducha incluida) cerca, habilitado para tiendas de campaña y también, un poco más lejos, para caravanas. ¡Viva Francia!
El recorrido del día 7 puede verse en el enlace: 13 días por el GR®10 francés - Día 7

La segunda parte del recorrido, desde Iraty hasta Lescun puede verse en el enlace: 13 días por el GR®10 francés. Segunda parte: desde Iraty hasta Lescun