Peña Quebrada y pozo Curavacas
near Cucayo, Cantabria (España)
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Itinerary description
Nota: Ruta realizada con e-bike
Salida desde Cucayo subiendo por la pista hasta los puertos de Riofrío. Ascensión a Peña quebrada por la pista marcada hasta llegar a un punto que bordeas la cima por sendero pedregoso sobre buena vertiente hasta descender por la arista a coger la pista que nos lleva por el valle a coger la entrada al pozo Curavacas. El regreso por la pista a Barrio con el desvío para bordear el Casanzo a bajar a Dobres.
Leyenda del pozo;
EL MONSTRUO DEL LAGO CURAVACAS
Las leyendas sobre seres sobrenaturales que emergen de las aguas de un lago son un clásico de la mitología universal. Las oscuras aguas del Pᴏᴢᴏ Cᴜʀᴀᴠᴀᴄᴀꜱ, lago de origen glaciar que se encuentra en la cara norte del coloso palentino, son escenario de dos leyendas muy conocidas en la zona, ambas con un fuerte componente religioso.
La primera de ellas se remonta a tiempos de la Reconquista, y está protagonizada por dos jóvenes, una cristiana y un musulmán que deciden huir hacia el mar para ocultar de todos su amor incomprendido.
Cuando pasan junto al Curavacas, se sienten atraídos por el lago y deciden reposar allí antes de continuar su huida. De repente, el agua comienza a oscurecerse y a agitarse, y de un enfurecido remolino aparece una serpiente monstruosa que se lleva a la chica al fondo del lago.
El joven musulmán, convencido de que todo ha sido un castigo que han recibido por renunciar la joven a su fe cristiana para huir con él, se convierte en cristiano y pasa el resto de su vida en una cueva.
La segunda leyenda es más moderna, y habla de un campesino de Llánaves que transitaba por la zona con su hijo en su carro tirado por bueyes cuando fueron sorprendidos por un terrible temporal de nieve. Ante la imposibilidad de continuar, el hombre decide dejar al niño en el carro y partir a pie a buscar ayuda.
Pero el temporal arrecia y el campesino acaba perdido junto al pozo Curavacas. Cuando está en su orilla, las aguas embravecen y comienza a salir de ellas un rugido aterrador, que precede a la aparición de una gigantesca serpiente. Convencido de que va a morir, el hombre se encomienda a San Lorenzo y le promete diez libras de cera si le salva de aquel monstruo.
Al instante, la serpiente desapareció y amainó el temporal, con lo que el campesino pudo volver a su pueblo, donde encontró a su hijo en el carro con los bueyes. El niño le contó que un hombre dirigió los bueyes de camino a casa, y le pidió que dijese a los vecinos de Llánaves que cada año pagasen a Cardaño 10 libras de cera.
Dos leyendas con una clara moraleja religiosa que en otros tiempos sirvieron para convencer a los infieles de la importancia de la fe cristiana.
(Fuente: Ruesga Herreros, Laurentino. 'Las leyendas del lago Curavacas')
Salida desde Cucayo subiendo por la pista hasta los puertos de Riofrío. Ascensión a Peña quebrada por la pista marcada hasta llegar a un punto que bordeas la cima por sendero pedregoso sobre buena vertiente hasta descender por la arista a coger la pista que nos lleva por el valle a coger la entrada al pozo Curavacas. El regreso por la pista a Barrio con el desvío para bordear el Casanzo a bajar a Dobres.
Leyenda del pozo;
EL MONSTRUO DEL LAGO CURAVACAS
Las leyendas sobre seres sobrenaturales que emergen de las aguas de un lago son un clásico de la mitología universal. Las oscuras aguas del Pᴏᴢᴏ Cᴜʀᴀᴠᴀᴄᴀꜱ, lago de origen glaciar que se encuentra en la cara norte del coloso palentino, son escenario de dos leyendas muy conocidas en la zona, ambas con un fuerte componente religioso.
La primera de ellas se remonta a tiempos de la Reconquista, y está protagonizada por dos jóvenes, una cristiana y un musulmán que deciden huir hacia el mar para ocultar de todos su amor incomprendido.
Cuando pasan junto al Curavacas, se sienten atraídos por el lago y deciden reposar allí antes de continuar su huida. De repente, el agua comienza a oscurecerse y a agitarse, y de un enfurecido remolino aparece una serpiente monstruosa que se lleva a la chica al fondo del lago.
El joven musulmán, convencido de que todo ha sido un castigo que han recibido por renunciar la joven a su fe cristiana para huir con él, se convierte en cristiano y pasa el resto de su vida en una cueva.
La segunda leyenda es más moderna, y habla de un campesino de Llánaves que transitaba por la zona con su hijo en su carro tirado por bueyes cuando fueron sorprendidos por un terrible temporal de nieve. Ante la imposibilidad de continuar, el hombre decide dejar al niño en el carro y partir a pie a buscar ayuda.
Pero el temporal arrecia y el campesino acaba perdido junto al pozo Curavacas. Cuando está en su orilla, las aguas embravecen y comienza a salir de ellas un rugido aterrador, que precede a la aparición de una gigantesca serpiente. Convencido de que va a morir, el hombre se encomienda a San Lorenzo y le promete diez libras de cera si le salva de aquel monstruo.
Al instante, la serpiente desapareció y amainó el temporal, con lo que el campesino pudo volver a su pueblo, donde encontró a su hijo en el carro con los bueyes. El niño le contó que un hombre dirigió los bueyes de camino a casa, y le pidió que dijese a los vecinos de Llánaves que cada año pagasen a Cardaño 10 libras de cera.
Dos leyendas con una clara moraleja religiosa que en otros tiempos sirvieron para convencer a los infieles de la importancia de la fe cristiana.
(Fuente: Ruesga Herreros, Laurentino. 'Las leyendas del lago Curavacas')
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