Les-Bordius-Canejan- Bausen

Ruta muy exigente y dura tanto técnica como físicamente.

Se adentra en el valle de Toran, y en este caso cruza el pueblo abandonado de Bordius.

El punto de salida del itinerario se encuentra en el Camin Reiau, en la salida del pueblo de Les en dirección a Bossòst, a la altura del campo de fútbol.

Subimos por carretera, ganando casi 800 m. de altura en ocho km. Dejaremos la pista forestal principal y tomaremos la pista de la izquierda que empieza a bajar y nos llevará al núcleo deshabitado de Bordius. La entrada del sendero está un poco escondida, pero merece la pena llegar hasta una conducción de agua y acceder desde ese punto. Una vez allí, iniciaremos el fabuloso descenso por el camino de Bordius a Canejan, una bajada intensa que hay que abordar con el suelo bien seco para evitar resbalones en el caso de que el empedrado de la parte de abajo esté húmedo. Curvas, curvas y más curvas, todas ellas amplias y muy bien trazadas, sin exposición, lo que te deja soltar la bici mientras desciendes por un hayedo de cuento de hadas. Una vez en la carretera de Canejan, podemos remontar el valle de Toran hasta el km 14,8, donde seguiremos por una fuerte rampa cimentada hasta el núcleo de Porcingles. Nosotros desconocíamos esta opción y llegamos a Canejan por carretera. Disfrutamos desde lo más alto del caserío de las fabulosas vistas del valle y del bosque de Carlac frente a nosotros.

Este descenso desde Canejan, es uno de los tramos de antiguas Transnomad y hace que esta ruta sea la idónea para los ciclistas amantes de las bajadas intensas. Ojo con el empedrado, la cubierta del motor de mi bici salió despedido tras el impacto con una de esas piedras. Afortunadamente pudimos apañarlo con las infalibles bridas y continuar sin problemas.

Desde Pontaut hay que tener precaución, ya que tomamos la carretera general N-230 durante algo más de un kilómetro, y suele haber bastante tráfico. Desde el cruce de Bausen tomamos la carretera de ascenso hacia el pueblo. Allí recorreremos sus calles hasta llegar al cementerio más pequeño de España. En el vídeo cuento la historia de este cementerio y su única tumba del La Teresa.

La tercera y última bajada del día nos deja unos recuerdos inolvidables y un sabor de boca que sólo pudo superar un plato de chuletillas a la plancha con el que nos sorprendieron Naty y Toño.