León - Babia - Puerto Ventana - Senda del Oso - Cno. Primitivo - Ribadeo - Cantábrico - Ferrol - Betanzos - Sarria - Leon
near León, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Megaruta por el noroeste Ibérico.
Mezcla de caminos de Santiago enlazados. Primitivo, Norte, Ingles y Francés.
A evitar del track:
En el km 80,47 en el desvío a Genestosa, no tomarlo, no merece la pena. Seguir por la carretera hasta el puerto de la Ventana.
La periférica de Lugo, una M-30 de infarto. Intentar perimetrarlo por poblaciones alejadas de esta periférica.
La bajada desde Piedrafita se evita bajando desde O Cebeiro. Yo por equivocación por las obras, baje por la autovía. Fue tremendo.
La ruta.
Desde León y vuelta, los paisajes son tremendos, nuevos, desconocidos, pueblos de postal, montañas, collados, miradores únicos, el Cantábrico, las rías galegas, los bosques mágicos y la llanura Maragata.
Primer día.
Partimos desde León el primer día. Subimos hacia la presa de Barrios de Luna, y sus pueblos y comarca. Amenazaba lluvia y llovió. Suave, pero obligándonos a ponernos protección, que funcionó de maravilla, siempre secos, incluidos los pantalones, que yo nunca había usado, pensando que eran aparatosos y molestos. Y no,no lo fueron.
Después a mediodía ya estábamos en Babia, y su primer pueblo, Villa feliz.
Decidimos comer en San Emiliano, era el que tenía restaurante. Comimos bien.
Ya solo quedaba subir el puerto de la Ventana y bajar a Parmu o Paramo. Las vistas desde la Ventana hacia León preciosas.
Por el otro lado no lo sé, había niebla, había dejado de llover.
La bajada muy bonita, o hayedo o robledal, no estoy seguro, el cansancio de los 100 primeros kilómetros no te permitía relajarte.
Parmu, casa Manolo, un oasis en la montaña asturiana. Muy buena acogida por parte de Manolo hijo.
El segundo día.
Partimos desde el valle del Privilegio, un valle encantado con salida natural hacia el interior de Asturias por un estrecho cañón, que no puede ser más bonito. Cuando sales de allí, no puedes pensar al volver la vista, qué allí, escondido tras unas rocas, exista ese valle.
Seguimos bajando por verdes y frondosos valles, salpicados de aldeas. En un desvío está la Senda del Oso, un antiguo tren minero que desde Trubia subía hasta Santa Marina, en Quirós.
Son unos 50 km. Encajonados en un cañón con la compañía de su río.
Precioso todo su trayecto, fácil, ciclable y fotogénico, atravesando túneles iluminados con ventanas al valle.
Se acabó la bajada, Tineo nos devuelve al asfalto, tras un intento de acortar por la montaña hacia Grado, decidimos seguir por la carretera.
En Grado comemos, y seguimos por el Camino Primitivo, Salas, nos llueve toda la tarde hasta Tineo. Parada y descanso.
Tercer día.
Con buena mañana y despejado, contemplamos las vistas desde Tineo de los montes que lindan con León, en Leitariegos con nieve.
Etapa de sube y baja. Seguimos por carreteras de baja densidad, me hubiera gustado subir por Hospitales, pero no están los caminos para cicloturismo, barro , charcos y piedras mojadas.
Pola de Allánde se nos hizo interminable, pasamos por varias aldeas, pero no había nada para almorzar.
En Pola fenomenal en el bar donde estuvimos, el dueño nos trató genial, y descansamos.
Nos esperaba el puerto del Palo, otro inacabable, pero bien de tiempo y temperatura. Arriba en el collado hay mucho viento y frío.
Bajada hasta Grandas de Salime, otra bajada eterna hasta la presa por un paisaje extraño, le falta bosque, pero la formación geológica es brutal.
Foto en la presa y a comer al pueblo. Cola para sentarte, no hay otra cosa en muchos kms.
Nos queda la tarde para llegar a Fonsagrada, muchas cuestas, los portugueses que llevamos todo el día con ellos, con sus Specialiced sin alforjas, y la lluvia que nos acompaño hasta el final. Épico.
Cuarto día.
Desayuno en la pensión, correcto, pero después vimos una panadería pastelería llena a rebosar, no nos lo dijo nuestro anfitrión.
No llueve pero hay una fuerte niebla. Casi loismo o peor. Pasamos pequeñas poblaciones hasta un punto que tuvimos que modificar el track, había que bajar a Taramundi y la pista era muy fuerte cuesta abajo y con mucho barro, tomamos camino por la derecha y desvío a la izquierda para ir por territorio desconocido hacia la aldea de Turia. No nos arrepentimos, asfaltada, estrecha y con fuertes desniveles de bajada, con un paisaje precioso y un bosque de hayas. Sale el sol para nosotros.
A través de aldeas conectamos con Taramundi, un café y una charla con la camarera.
Dura subida al pueblo para continuar hasta Vegadeo con subidas y bajadas por un valle lleno de vegetación.
Una pequeña parada para pasar por la pastelería en Vegadeo.
De aquí a Ribadeo con viento de cola. No entramos, preferimos comer por la carretera nacional antes de desviarnos a la playa de las Catedrales.
Este día llevamos prisa y la parada en las Catedrales es corta para mí gusto.
Así que decido seguir solo por la ruta del Cantábrico y hacer un poco lo que quiera.
Eso hace que ralentice mucho la llegada a San Cibrao.
Merece la pena dejar la carretera un rato.
Me paso un poco de todo, tracks que me perdían, rincones muy bonitos, paseo por una playa, tramo por la vía del tren, y ya en San Cibrao el Maps me hace dar más vueltas que un tonto, y encima me caigo en un tramo de acera de lajas de piedra que parecía hielo o aceite. Todo esto lloviendo y anocheciendo. Épico.
Al final llegó a destino, arreglo los desajustes de la caída y limpieza de la bici llena de barro.
Ducha calentita y cena reparadora.
Quinto día.
Mezcla de caminos de Santiago enlazados. Primitivo, Norte, Ingles y Francés.
A evitar del track:
En el km 80,47 en el desvío a Genestosa, no tomarlo, no merece la pena. Seguir por la carretera hasta el puerto de la Ventana.
La periférica de Lugo, una M-30 de infarto. Intentar perimetrarlo por poblaciones alejadas de esta periférica.
La bajada desde Piedrafita se evita bajando desde O Cebeiro. Yo por equivocación por las obras, baje por la autovía. Fue tremendo.
La ruta.
Desde León y vuelta, los paisajes son tremendos, nuevos, desconocidos, pueblos de postal, montañas, collados, miradores únicos, el Cantábrico, las rías galegas, los bosques mágicos y la llanura Maragata.
Primer día.
Partimos desde León el primer día. Subimos hacia la presa de Barrios de Luna, y sus pueblos y comarca. Amenazaba lluvia y llovió. Suave, pero obligándonos a ponernos protección, que funcionó de maravilla, siempre secos, incluidos los pantalones, que yo nunca había usado, pensando que eran aparatosos y molestos. Y no,no lo fueron.
Después a mediodía ya estábamos en Babia, y su primer pueblo, Villa feliz.
Decidimos comer en San Emiliano, era el que tenía restaurante. Comimos bien.
Ya solo quedaba subir el puerto de la Ventana y bajar a Parmu o Paramo. Las vistas desde la Ventana hacia León preciosas.
Por el otro lado no lo sé, había niebla, había dejado de llover.
La bajada muy bonita, o hayedo o robledal, no estoy seguro, el cansancio de los 100 primeros kilómetros no te permitía relajarte.
Parmu, casa Manolo, un oasis en la montaña asturiana. Muy buena acogida por parte de Manolo hijo.
El segundo día.
Partimos desde el valle del Privilegio, un valle encantado con salida natural hacia el interior de Asturias por un estrecho cañón, que no puede ser más bonito. Cuando sales de allí, no puedes pensar al volver la vista, qué allí, escondido tras unas rocas, exista ese valle.
Seguimos bajando por verdes y frondosos valles, salpicados de aldeas. En un desvío está la Senda del Oso, un antiguo tren minero que desde Trubia subía hasta Santa Marina, en Quirós.
Son unos 50 km. Encajonados en un cañón con la compañía de su río.
Precioso todo su trayecto, fácil, ciclable y fotogénico, atravesando túneles iluminados con ventanas al valle.
Se acabó la bajada, Tineo nos devuelve al asfalto, tras un intento de acortar por la montaña hacia Grado, decidimos seguir por la carretera.
En Grado comemos, y seguimos por el Camino Primitivo, Salas, nos llueve toda la tarde hasta Tineo. Parada y descanso.
Tercer día.
Con buena mañana y despejado, contemplamos las vistas desde Tineo de los montes que lindan con León, en Leitariegos con nieve.
Etapa de sube y baja. Seguimos por carreteras de baja densidad, me hubiera gustado subir por Hospitales, pero no están los caminos para cicloturismo, barro , charcos y piedras mojadas.
Pola de Allánde se nos hizo interminable, pasamos por varias aldeas, pero no había nada para almorzar.
En Pola fenomenal en el bar donde estuvimos, el dueño nos trató genial, y descansamos.
Nos esperaba el puerto del Palo, otro inacabable, pero bien de tiempo y temperatura. Arriba en el collado hay mucho viento y frío.
Bajada hasta Grandas de Salime, otra bajada eterna hasta la presa por un paisaje extraño, le falta bosque, pero la formación geológica es brutal.
Foto en la presa y a comer al pueblo. Cola para sentarte, no hay otra cosa en muchos kms.
Nos queda la tarde para llegar a Fonsagrada, muchas cuestas, los portugueses que llevamos todo el día con ellos, con sus Specialiced sin alforjas, y la lluvia que nos acompaño hasta el final. Épico.
Cuarto día.
Desayuno en la pensión, correcto, pero después vimos una panadería pastelería llena a rebosar, no nos lo dijo nuestro anfitrión.
No llueve pero hay una fuerte niebla. Casi loismo o peor. Pasamos pequeñas poblaciones hasta un punto que tuvimos que modificar el track, había que bajar a Taramundi y la pista era muy fuerte cuesta abajo y con mucho barro, tomamos camino por la derecha y desvío a la izquierda para ir por territorio desconocido hacia la aldea de Turia. No nos arrepentimos, asfaltada, estrecha y con fuertes desniveles de bajada, con un paisaje precioso y un bosque de hayas. Sale el sol para nosotros.
A través de aldeas conectamos con Taramundi, un café y una charla con la camarera.
Dura subida al pueblo para continuar hasta Vegadeo con subidas y bajadas por un valle lleno de vegetación.
Una pequeña parada para pasar por la pastelería en Vegadeo.
De aquí a Ribadeo con viento de cola. No entramos, preferimos comer por la carretera nacional antes de desviarnos a la playa de las Catedrales.
Este día llevamos prisa y la parada en las Catedrales es corta para mí gusto.
Así que decido seguir solo por la ruta del Cantábrico y hacer un poco lo que quiera.
Eso hace que ralentice mucho la llegada a San Cibrao.
Merece la pena dejar la carretera un rato.
Me paso un poco de todo, tracks que me perdían, rincones muy bonitos, paseo por una playa, tramo por la vía del tren, y ya en San Cibrao el Maps me hace dar más vueltas que un tonto, y encima me caigo en un tramo de acera de lajas de piedra que parecía hielo o aceite. Todo esto lloviendo y anocheciendo. Épico.
Al final llegó a destino, arreglo los desajustes de la caída y limpieza de la bici llena de barro.
Ducha calentita y cena reparadora.
Quinto día.
Waypoints
Comments (7)
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Nice trip, many congratulations 👏
Que maquina!! ❤️🔥👍🏻
Que pasada, es increíble lo que has hecho, esto si es afición y amor a la bicicleta de montaña, bravo 👏👏
Que he pasado de ruta has hecho además se te olvida decir que con lluvia casi todos los días
Gracias amigos. Intentaré editar un poco la ruta. Hoy toca descansar.
Preciosa ruta, máquina. Un abrazo
Un abrazo Fermín.