Higueruelas, sendas moderadas

Dejamos los coches en el parking de Biketrails, en la misma entrada a Higueruelas. Allí nos juntamos un montón de coches con bicis y la gente armada como si fuéramos a invadir Rusia. El ambiente ya promete.
Salimos de Higueruelas y enseguida tomamos un camino de tierra de suave pendiente positiva ideal para ir calentando. Este camino nos enlaza con la parte central de la senda del Ladrón, 200 m fáciles, pero continuamos por camino de enlace que nos lleva a la pista para ganar altura. En la Mina de la cueva del Cojo, tomamos la carretera CV345 y enseguida a la derecha cogemos la salida de la senda Peña de Dios, senda en subida con tramos de bastante piedra e inclinación que la hace exigente físicamente, pero compensada por el precioso entorno de la zona. Ahí alcanzamos la cota máxima de la ruta. Empezamos a bajar por un camino que enlaza la senda Peña de Dios que llevamos con la senda de la Laguna. Esta senda, de color azul, es de lo mas disfrutón que te puedes encontrar: tiene casi 3,5 Km, con un descenso de unos 200 metros, rapidísima a tramos, algunas curvas cerradas y otras, con peraltes hechos a propósito, que te invitan a subirte por ellos a toda mecha. Abajo en la parte final pasa por la Rambla de Peñarroya, preciosa, enlazamos con la parte final de la senda del Cartero, donde pasaremos por cuatro o cinco toboganes que se suben solo con la inercia que traes. Una gozada, es imprescindible hacerla.
Cogemos asfalto, la carretera CV345, durante 3 km para volver a ganar altura y otra vez por la Mina de la cueva del Cojo, volvemos por la pista que sunimos pero ahora de bajada. Enseguida a la izquierda nos sale una senda corta, la Puntalillo tramo 1 de unos 650 m, accesible salvo una bajada en la parte final con bastante inclinación, regueros y terreno suelto, pero se hace montado.
Otra vez en la pista nos saltamos la Puntalillo 2 porque no la vemos, pero en la curva abajo enlazamos con la senda Puntalillo 3. Este tramo tiene un poco de todo: varios escalones, que se hacen, pero alguno así de primeras te los pone de corbata. Luego viene una bajada superinclinada, muy rota por regueros y terreno suelto, que solo un compañero la ha bajado montado. Un poco mas adelante hay un pino caído que hay que sortear por abajo casi arrastrándose.
Esta última senda traviesa nos lleva ala pista Barcelon y luego a la Antaño, ambas en leve subida y esta última nos deja en el tramo 2 de la senda Discordia. Volvemos al camino y con un par de rampas positivas serias buscamos la senda Mataja, preciosa y rapidísima, con toboganes sencillos entre pinares. Seguimos de fiesta.
Vuelta a pista y cogemos en enlace para llegar a la senda La Tecla, larga y rápida, con algún escaloncete travieso pero chulísima ... tan rápida es que nos pasamos del track (en km 28) mas de 600 metros :-)
Tuvimos que volver sobre nuestros pasos, pero esta la tenemos que hacer entera en otro momento.
En el Km 29 nos han cortado el paso que llegaba a la casa de La Tecla con una montaña de tierra y piedras artificial de excavadora. Con el paso inaccesible nos tenemos que buscar la vida por un campo de olivos arriba y enlazar donde podemos de nuevo con el track.
Seguimos disfrutando como críos por La Tecla hasta el final que acaba en la pista Barcelón. En pocos metros cogeremos el último tramo de la senda El Ladrón, otros 600 maravillosos metros.
Pasamos de nuevo por Higueruelas y un par de compañeros, con el síndrome cervecero, se quedan allí. Los demás nos vamos a redondear el día con 6,5 km mas de fiesta pero donde las subidas ya se harán pesadas. Ahí haremos la paisajística senda La Buitrera y luego la senda El pinar, esta con su par de cuestas inclinadísimas y sueltas, que invitó a un compañero a darle un besito al suelo.
Cansados, decidimos dejarlo ya por hoy y, por pista, nos dirigimos al restaurante Ca Vicentica de Higueruelas, lugar donde nos tratan fenomenal y nos pegamos un merecido homenaje de de mas de tres horas.
Todas las sendas descritas son de color verde y azules, por lo tanto de fáciles a moderadas y, con precaución, accesibles a un amplio público; pero como todas las sendas, siempre nos encontraremos con algunos pasos delicados no aptos para todos, cortos, de pié a tierra.
Por estos pocos pasos y por el esfuerzo físico (43 km y 1.186 m positivos dice el Garmin), la voy a calificar de difícil, pero realmente, no lo es.
La recomiendo a todos los beteteros.