Canovelles-la Garriga-Figaro-Torrent de Vallcárquera-Tagamanent-pla de la Calma-el Sui- pantano de Vallfornes- Canoves

cronica original Capi Prcherón.

Salimos desde Canovelles y por el polígono vamos directos al pueblo vecino de La Garriga. Una vez aquí lo atravesamos y nos dirigimos als Pinetons y al sendero que sigue paralelo el río, hasta llegar a las piscinas de Figaró, y posteriormente al pueblo. Atravesamos Figaró, y antes de enlazar nuevamente con la pista que va paralela a la autovía tomamos a nuestra derecha un pequeño sendero que en subida, y paralelo al "Torrent de Vallcàrquera" nos subirá hasta enlazar con la pista asfaltada que nos llevará hasta la casa de la Rectoría. Dejamos atrás el vecindario de Vallcàrquera y comenzamos a subir por la pista que en fuerte subida nos llevará hasta Can Coll y el inicio de la pedrera. Subimos la pedrera y no tardamos en llegar al Collet de Sant Martí. Aquí hacemos una buena parada para reponer fuerzas. Alguna que otra foto y continuamos con nuestra ruta. LLegamos a Bellver y poco después a Ca l'Agustí. Seguimos subiendo y alcanzamos por fin el Pla de la Calma, hoy bastante solitario. Llegamos al cruce y tomamos el camino de la derecha para, un poco después volver a desviarnos nuevamente a la derecha. Finalmente llegamos al cruce del Sui. Tomamos la pista de la izquierda y después de salvar un tramo bastante pedregoso llegamos finalmente al objetivo del día: El Sui (1.318m). Desde aquí podemos divisar unas vistas espectaculares, hoy sobretodo hacia el sur, Cingles de Bertí, la Mola, Montserrat... Fotos de rigor, e iniciamos el retorno Decidimos bajar por Cànoves, así que nos dirigimos hacia la Casanova de Vallfornès, un antiguo refugio de pastores y rebaños, restaurado pocos años atrás. Tomamos la pista principal y en vertiginosa bajada deshacemos los kilómetros que nos separan de la Masía de Vallfornès. Llegamos al pantano, que a pesar de las últimas lluvias, sigue estando con un nivel muy bajo de agua, y poco después llegamos al pueblo de Cànoves. Lo dejamos atrás y regresamos por los caminos habituales, intentando aprovechar algún que otro senderito hasta llegar a Marata y finalmente a Canovelles con el tiempo suficiente de poder tomar un refrigerio. Así pues, una buena salida, con un poco de todo, y como siempre con la mejor de las compañías.