Cañones del rio Mira

Hoy hemos disfrutado de uno de los entornos, natural y paisajístico, mas interesante de los que últimamente he visitado: Las hoces del rio Mira o también llamado Ojos de Moya.
Salimos desde Camporrobles dirección hacia la pedanía de La Cañada de Mira y, pasada esta, enseguida abandonamos el asfalto para, en una facil ascensión, ir buscando la cota máxima de la ruta por la Barraca de Rumbales (1.030 m.s.n.m.). Desde aquí iniciaremos un descenso con mucho terreno suelto, primero mas tendido y luego, ya cogiendo bastante inclinación, hasta llegar a la zona de la Peña Horcajada (previa a la llegada a las hoces del rio Mira, donde much@s han tenido que poner pié a tierra por lo resbaladizo y la pendiente de la pista). Abajo ya en las hoces, el paisaje cambia radicalmente. Cogemos la senda (realmente es una senda de senderimo, no de bicicleta) que discurre por los cañones del rio y que a cada recodo nos regala un paisaje maravilloso, frondoso, cerrado; tanto que nos hace desmontar de la bicicleta en muchas ocasiones y en las que no, nos arañamos bien con las zarzas que nos cierran el camino.
En un momento que se abre la vegetación, nos quedamos embobados con el viaducto del ferrocarril Valencia-Cuenca que atraviesa el cañón. La altura impresiona mucho y llegados a los piés del mismo, la dimensión de planta de los pilares asombra mas.
Continuamos las hoces atravesando algunos pasos complicados y puentecillos hechos con tablones de madera en dudoso estado pero que no presentan ningún problema. La senda, a ratos, se trasforma en camino y luego se vuelve a cerrar y así durante los 9 Kms. que dura.
Pasado el molino de Fermín o De la Hoz donde termina el cañón, tomamos a derecha un camino en ascenso hacia la zona del Llano que luego se convierte en una senda muy bonita y sin ninguna complicación, donde alcanzamos una altitud de 950 m.s.n.m. y volvemos a disfrutar de buenas vistas sobre campos de secano y viñedos. De ahí vamos medio llaneando hasta llegar a la carretera inicial de La Cañada y, a la izquierda, de nuevo a Camporrobles a tomar la merecida cerveza.
La ruta la pongo de moderada pero es bastante facil si asumimos que echamos el pié a tierra cuando sea necesario. La bajada antes de las hoces pone a prueba nuestros frenos y habilidad sobre terreno muy suelto, y el paso por las hoces nuestra pericia técnica en algunos pasos o, en su caso, portear estos puntos con la bici en brazos (la mia a de 25 kilazos).
Ruta para el recuerdo.