Best of Cañon del Rio Lobos 🐺

Selección de tramos emblemáticos y rutas por el Cañón del Río Lobos, evitando tramos de asfalto y pasando primero de un tirón por el cañón entero.

Punto de partida: Ucero

Dificultad técnica: difícil

Descripción:
Intenté combinar los puntos de más interés del Cañón del Rio Lobos🐺 y su entorno, pasando primero por los 29 km del largo del emblemático barranco.
Importante: Evitando el asfalto (solo hay que cruzar el puente del rio en la salida de Ucero :)
Una ruta imprescindible en el CV de cada ciclista MTB.
Está mal la indicación del desnivel de Wikiloc. Son alrededor de 1000m de desnivel. Pero la ruta es difícil. El 80% pasa por Monotrails con piedras y raíces.

Y en primavera (después de la borrasca Nelson - 2024) el rio estaba bastante crecido y con los constantes cruces del rio (dejé de contar después de 10) me mojaba los pies. En una primavera normal, verano u otoño, lo que sea, no debería ser ningún problema. Barro no debería haber en ningún momento.
Compensaban el verde y los olores de Jasmín salvaje.

Empezamos la ruta en el bonito pueblo de Ucero.
Con el frio de la gélida mañana entramos rápidamente en calor subiendo al Castillo de Ucero, presentados con el primero sol del día en todo su esplendor.
Vale mucho la pena entra (está abierto) y apreciar la torra de homenaje desde dentro.
a 100 m del castillo se encuentran las ruinas de un convento templaria (con buenas vistas sobre el pueblo) de la diosesis Osma, llamado San Juan de Otero.

Desde el castillo pasamos por el Mirado del Castillo y bajamos por divertida senda de la Hocilla hasta el Rio Lobos. Aquí al final pisamos los únicos 20m de asfalto para poder pasar por el puente del río.

Seguimos la senda en la orilla izquierda pasando el Area Recreativa Fuente Engómez (km 5). Ahí pasamos por el puente y seguimos por la senda en la orilla derecha. Nos esperan dos cruces del rio, siguiendo la senda. En condiciones normales sin problemas, porque se puede cruzar por bloques enormes que sirven de puente, como en prácticamente todo el recorrido del Cañón.
Solo en esta ocasión por el rio muy crecido el 80% de los bloques estaban hundidos……

Tras otros 2 cruces y siempre quedando por la senda, llegamos al aparcamiento Valdecea (km 7,5), donde al otro lado de la orilla termina la carretera asfaltada, que sirve de acceso al Cañón.

Desde aquí seguimos 1 kilometro por la buena pista que nos lleva a la enigmática ermita templaria de S. Bartolomé. Un lugar místico
La ermita del Cañón del Río Lobos está rodeada de un halo de misterio. Diversas teorías consideran que este lugar fue sede templaria de San Juan de Otero, dentro del obispado de Osma. La simbología que se puede apreciar en diversos lugares del templo, como los canecillos o los capiteles, tiene referencias constantes a los templarios. Además, se cree que el convento templario de San Juan de Otero se encontraba a unos 4 kilómetros de la ermita, cerca de los actuales restos del Castillo de Ucero, considerándose que todo ese territorio pudo ser propiedad de la Orden del Temple.
Un lugar que hoy en día sigue teniendo un gran poder en la Península Ibérica. Su ubicación también es enigmática, ya que poca gente conoce que la ermita del Cañón del Río Lobos se encuentra en el lugar equidistante de los dos extremos de la Península: en Cabo de Creus en Gerona y el Cabo Touriñán en Galicia. Una circunstancia que otorga a esta ermita de una mayor dosis de misterio.
Son muchos los elementos de la ermita cuya simbología conduce a la Orden del Temple. Uno de ellos es una losa en el suelo de la ermita, que algunos reconocen como la Cruz de la Orden del Temple, y sobre la que otros afirmaban que llegaba a iluminarse algunos días del año en función de la posición del sol, que podía atravesar el rosetón existente en la ermita. Algo, esto último, que diversos estudios han confirmado posteriormente, confirmando que el sol ilumina la losa durante el solsticio de invierno (entre el 20 y 23 de diciembre).
Detalle de la ermita de San Bartolomé y su rosetón estrellado.

Asimismo, existen estrellas invertidas de cinco puntas, un pentáculo invertido, rosetones de seis corazones entrelazados y diferentes símbolos numéricos. Especialmente notable es la Cruz de las Ocho Beatitudes grabada en uno de los capiteles de la entrada. Esta cruz de ocho puntas era la que los templarios utilizaban como clave de un alfabeto secreto y la que utilizaban para realizar el trazado octogonal de las capillas templarias.

Pasada la Ermita y el puente de madera llegamos a la Cueva Grande. Una enorme cueva neolitica en el barranco, que nos abre buenas vistas a la ermita. Simbolizaba la entrada a otro mundo ya en la época romana.

El balcón y el ojo del Diablo al otro lado y un poco más arriba nos reservamos para la vuelta por esta ruta.

Seguimos por la amplia pradera de este paraje, siempre siguiendo la senda y en el kilómetro 10 llegamos al colmenar de los Frailes.
Uno de los recursos tradicionalmente aprovechados en la comarca era la recogida de la miel. Este paraje, conocido como «el Colmenar de los Frailes», albergaba colmenas de la comunidad templaria. Estaban fabricadas con troncos huecos de árboles a los que se colocaba una losa de piedra en la parte superior, a modo de tapa, dejando pequeñas zonas de entrada para las abejas. Se alineaban en los resaltes rocosos del Cañón. Aún hoy es posible ver algunas colmenas en diferentes emplazamientos del Parque Natural del Cañón del Río Lobos.
¡Seguimos! Por la parte más angosta y cerrada del Cañón, cruzando varias veces por los puentes de bloques. Pasamos por formaciones rocosas espectaculares, como Covaterneros, Cueva Negra y el Perín. Todo un espectáculo. Y temprano por la mañana sin gente. Solo los buitres leonados, dueños del cañón nos observan desde arriba.

En el kilómetro 11 cruzamos el rio en un punto donde más tarde bajando por el precioso Barranco Valderrueda (GR 86) llegaremos otra vez al rio Lobos.

Nosotros por ahora seguimos el rio Lobos arriba. Poco a poco se amplia el Cañón y en el kilometro 18, (el otro punto donde cruzaremos más tarde), cruzamos la carretera que pasa aquí por el “Puente de 7 ojos”. Nosotros seguimos por la senda rio arriba. Se nota que a partir de aquí la zona es menos frecuentada, ya bastante lejos de la ermita y los desfiladeros más espectaculares. ….Pero de entorno y naturaleza no menos bello. Seguimos la senda y los varios cruces de rio entre pinares y barrancos, que recuerdan vagamente al Yosemite en California (en miniatura 😊).
Una particularidad son las “Raideras”, arroyos que alimentan el rio y que salen de la zona cartica rocosa por el fondo subterráneo, alimentados por las simas, cavernas-embudo de caliza en la parte de arriba del cañón. Más tarde visitamos la Sima del Torcajón.

Seguimos el recorrido del rio. En el kilometro 29 se abre el cañón en praderas, y antes de llegar al pueblo de Hontoria del Pinar, empezamos la subida por una buena pista relajante por el Hocino, para llegar a ll parte del altiplano. Ganamos rápidamente metros. Una pequeña bajada nos lleva al refugio Vallejo de la Sierra (km 33). Obviamente, por los mensajes en la pared, sitio frecuentado por los chicos enamorados de la zona.
Seguimos en subida hasta el Mirador de Costalago, que nos abre una magnífica panorámica del valle de Costalago y vistas sobre el suroeste de Soria hasta el Pico del Lobo y Somosierra.
En el mirador hay unos paneles informativos que nos ilustran sobre la flora y la fauna de la zona, y nos cuentan que el Cura Merino tuvo aquí una de sus más preciadas hazañas derrotando con sus campesinos en una emboscada a los franceses durante la Guerra de la Independencia.
Es un paisaje precioso entre enebros y encinas. Y un contraste grande al angosto cañón por donde pasamos antes. Los buitres y Milanes son los dueños de estos parajes. En las praderas ovejas y cabras.
Seguimos en subida siguiendo la loma del Despeñadero del Caballo por una pista vieja. En el km 35 llegamos al punto mas alto de la ruta con 1.248m. Y que vistas……
Seguimos al largo del despeñadero, siempre por mejor pista y ya en bajada por la Morollana, al lado del barranco del Charrón. Así llegamos al Puente de siete ojos del rio Lobos, por donde habíamos pasado antes. Cruzamos por una senda paralela al puente y en la zona del área recreativa del Puente de siete ojos pasamos por el Rio Arganza. Seguimos la divertida senda en su orilla este hace llegar a la pista forestal (km 44) que nos llevará otra vez a la zona alta.

En el kilómetro 48 vale la pena desviarse por algo más de un kilómetro por el Camino de Zabalarrascal para visitar la Sima del Torcajón. Estas simas tan emblemáticas para este paisaje cárstico.
Luego nos dirigimos a la entrada al Barranco de Valderrueda (GR 86). Todo en ligera bajada. Un recorrido muy divertido, pero técnicamente en tramos difícil por la senda. En primavera el barranco está cargado con el perfume de Jasmín, de los arbustos salvajes que crecen por aquí. Toda una gozada.

En el kilometro 59 llegamos otra al rio Lobos donde horas antes ya habíamos pasado.
Esta vez recuperamos dos kilómetros en sentido contrario para volver a la Ermita y poder subir al Ojo y balcón del Diablo. No nos podemos perder este. Ya a estas horas está todo lleno con gente. Hasta entre semana. Que contraste con la mañana cuando no había no un alma.

Después de sacar las fotos obligatorias del Ojo u Balcón del Diablo (situado en media ladera), seguimos la dura subida por la senda entre encinas y enebros por Valdecarros y el Puntal, con las piernas ya muy pesadas. Destino: el Mirador de las Gullurias, que ofrecen un maravilloso panorama sobre el cañón donde pasamos por la mañana.

Seguimos subiendo por la senda un kilómetro, y nos espera la bajada por monotrail siempre más inclinada que termina al lado del centro de visitantes de Ucero. Cruzamos la carretera y seguimos la senda que lleva al pueblo, cruzando por ultima vez el Rio Lobos, esta vez por una pasarela de madera de reciente construcción. Dejamos al lado unas colmenas y vemos arriba el castillo.

Y ahora ya más que merecido son varias cervezas y una buena comida en uno de los restaurantes del pueblo. ¡Un día redondo!

¡A pedalear y disfrutar!