23/1/22-'PUEBLO FANTASMA' TABLATE-CASTILLO ZORAYA / LOJUELA * SERA/SANTI/PEDRO/VERA/NECTOR/RELLO/JEUSG/ HERM ISA Y YO

SITIOS VISITADOS:
-PANTANO DE BÉZNAR.
-DESCENSI BARRANCO DE CHITE.
-"PUEBLO FANTASMA" TABLATE CON SU PARROQUIA.
-FUENTE "PEDRO CALVO".
-CASTILLO "ZORAYA" DE MONDÚJAR.
-BAÑOS TERMALES RONANOS "EL FELCHE" DE LECRÍN.
-CASTILLO DE LOJUELA DE MURCHAS.
Realizada 23-01-2022
Tiempo total 04h 16 mns.
Velocidad media en movimiento 8,5 km/h.
92,3% de piso de tierra/cemento. Resto asfalto.

La propuesta es un recorrido circular plenamente histórico pero sin apartar el aliciente mtb/deportivo y el interés por el patrimonio natural en esa parte NE del valle de Lecrín, zona entre la sierra y el margen izquierdo del pantano de Béznar. Seguimos uniendo btt y pasado, sea antiguo, medieval o reciente que, en este caso, se traduce en el paso por unas termas romanas, dos castillos musulmanes y el pueblo fantasma de Tablate.

Sepamos algo que con los vídeos sirve para un detallado conocimiento. La fortaleza de Mondújar en el S del cerro del Castillejo cerca del pueblo y dominando el entorno circundante parece se construyó a final del XIV y se remodeló un siglo después por Muley Hacen que, aquí, sufrió destierro junto su esposa conversa Zorayda, tras ser derrocado por su hijo Boábdil en los convulsos finales del reino Nazarí. Leyenda y realidad se solapan en un relato con tintes románticos. La realidad hoy nos deja un acceso difícil, por senda, con restos de la muralla W y más al N, en prolongación, la torre de entrada con troneras, otro lienzo y el aljibe extramuros. Por el S y E lo abrupto del terreno ejercía de parapeto natural. Dentro apenas restos de derrumbe y una cruz de hierro de principios del XX y que es lo único visible del castillo desde Mondújar.

El castillo de Murchas no perteneció a dicha alquería sino a otra aneja que ya no existe y se denominaba Loxuela, de ahí derivaría a Lojuela que es el topónimo actual de esa zona. Debió ser un hábitat más antiguo aún, de origen romano, pues además de haber partes de un acueducto de época junto al río Dúrcal, el propio tapial del castillo contiene restos de cerámica anterior a época musulmana. Estamos ante el castillo más antiguo, parece ser de alrededor del siglo X, que dominaba el viejo camino a la costa por el valle del río Ízbor. En ruinas, hoy conserva parte de la torre principal con un aljibe y de las murallas que lo rodeaban queda un gran lienzo en escalón de 6x45 metros en la parte NE.

En Tablate el tiempo se paró cuando en los 90 se fueron sus últimos moradores debido a la emigración de los 60. Sus casas, la finca de los Damas Hernández y su iglesia fueron entonces expoliadas. Hoy con su trazado de calle principal y dos perpendiculares vemos casas en pié y otras son solo muros, escombros, techos hundidos o a punto de derrumbe. La iglesia con su torre campanario sigue en su estructura pero con parte del tejado abierto y su interior en muy mal estado. Al lado, el cortijo principal que daba vida al pueblo muestra retazos de su grandeza en sus estancias destacando, en un extremo, la torre defensiva de época nazarí y el molino. En el barrio bajo el deterioro es mayor aunque hay un antiguo horno de pan. El entorno cercano, puente, ermita y venta de las Angustias aparecen solitarios, triste recuerdo del otrora gran trasiego y bullicio de gentes y coches cuando esta vía era la única para ir o venir de la playa en nuestros años mozos.

Empezamos en el restaurante los Naranjos, en Melegis, buen sitio para comer a posteriori. Un par de caminos rurales y me planto en la zona baja de Béznar para pasar por su iglesia y callejear incluso junto a un barranco. Franqueo por la N-323a la autovía y sigo su viejo derrotero con las famosas ballenas (formación rocosa) y el desfiladero de Tablate donde 3 puentes lo atraviesan. El más alto es el del nuevo acceso a Lanjarón. Nosotros abajo pisamos el del XIX con la coqueta ermita de la Virgen de las Angustias y, sobre todo, el del viejo camino medieval. Más lejos, junto al cruce a las ruinas del despoblado, está la ahora silente Venta de las Angustias y, en nada, el Tablate fantasma.

Tras él la gran subida del día a la fuente de Pedro Calvo que, además de esfuerzo, deja bellas estampas paisajísticas. Es la pista de las Lagunillas que zigzaguea, constante, con senda final a la Hoya del Palomo y giro, a derecha, a las lomas de Calvo a enganchar la pista principal que sube de Lanjarón y arriba, en nada, a ese bello paraje de paz y sosiego. Agua acá y descanso. Después sigo por el carril a Lecrín que coincide con la vereda de los Pajeros más, en el cruce de Haza Llana, persisto el bordeo serrano hasta el carril los Poyos a Mondújar de vertiginosa bajada. En él ya y después de la balsa de agua el camino llega a una zona de casetas y al cruce, a izquierda, de acceso a las lomas N del Castillejo desde donde, la última parte en sendero muy técnico con muchas piedras sueltas y zigzageo y por senda, haremos la entrada a las ruinas de la fortaleza de Zorayda . La salida es por senda balizada hasta Mondújar .

Allí rodeo la iglesia de San Juan Bautista (XVI) y paro en las termas romanas de Feche. Estuvieron en uso desde el siglo I al V en una villa desconocida y eran de poca entidad. Guardan el esquema de salas y estancias de otras similares y los elementos suntuarios hallados están en el museo arqueológico de Granada. Luego paso por Lecrín para ir después, a la vera del río Torrente, a Murchas. Junto a su iglesia, remodelada tras la devastación del terremoto de la Navidad de 1884, engancho los caminos al último hito: el castillo califal de Lojuela.

Difícil salida tenemos del castillo, parte a pié, por la senda al valle del río Dúrcal. De ahí por caminos rurales a Melegís y el restaurante los Naranjos.

RESUMEN. Circular por la zona final del valle de Lecrín, entrada a las Alpujarras, gozando del patrimonio histórico de sus pueblos y entorno y, además, del enorme tesoro paisajístico y de los parajes del agua de la comarca. De cierta dureza física y técnica, esta última en los senderos de los castillos donde hay tramos cortos pero muy técnicos. Lugares para aguar.