Variante DH Tres Cincos (555) y subida por los Locos
near Pedregalejo, Andalucía (España)
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Itinerary description
Una variante de la bajada de los Tres Cincos (555, 3 Cincos o Tres 5’s como se prefiera), que hace alusión al punto kilométrico de la antigua carretera Madrid-Málaga, que discurría por los Montes, y a la venta ubicada en el mismo punto con el mismo nombre (y donde se come muy bien, todo hay que decirlo).
Es la bajada de siempre, con un primer tramo muy empinado y resbaladizo por la pinocha, que hay que bajar junto a una verja (ojo, aunque hay un boquete en la misma, no hay que meterse aún, hay que bajar todavía unos metros más), y cuando se acaba, hacer una especie de Z para subir unos metros hasta atravesar otra valla abierta (ojo, porque si vamos hacia abajo, terminaremos en el fondo del arroyo en un callejón sin salida).
Al atravesar esa segunda valla, la pendiente se vuelve favorable, aunque aún tendremos que subir un talud para adentrarnos en un bosquecillo, dejar una casa en ruinas a nuestra derecha y encarar el segundo tramo de bajada, con piedras y pendientes y varias Z’s o switchbacks hasta coger un tramo recto muy vertical, que desemboca en un sendero (al que se une uno que viene por la izquierda) que faldea un poco por la colina, hace un poco de curveo entre maleza, sube un talud, y comienza una zona de flow con curvas peraltadas entre pinos, algunos muertos y caídos, lo que le da un aspecto fantasmal a la zona.
La variante a la clásica empieza en un cruce del sendero, donde nos vamos a la derecha, bordeando otras ruinas (dejándolas a la izquierda) y terminando en un paso muy técnico tras la copa baja de un árbol. Un par de zetas técnicas también para terminar en el lecho del arroyo, desde donde subimos al carril de los Locos (Picapedreros nombre oficial) que nos llevará de vuelta al punto de inicio (Venta Boticario).
Es la bajada de siempre, con un primer tramo muy empinado y resbaladizo por la pinocha, que hay que bajar junto a una verja (ojo, aunque hay un boquete en la misma, no hay que meterse aún, hay que bajar todavía unos metros más), y cuando se acaba, hacer una especie de Z para subir unos metros hasta atravesar otra valla abierta (ojo, porque si vamos hacia abajo, terminaremos en el fondo del arroyo en un callejón sin salida).
Al atravesar esa segunda valla, la pendiente se vuelve favorable, aunque aún tendremos que subir un talud para adentrarnos en un bosquecillo, dejar una casa en ruinas a nuestra derecha y encarar el segundo tramo de bajada, con piedras y pendientes y varias Z’s o switchbacks hasta coger un tramo recto muy vertical, que desemboca en un sendero (al que se une uno que viene por la izquierda) que faldea un poco por la colina, hace un poco de curveo entre maleza, sube un talud, y comienza una zona de flow con curvas peraltadas entre pinos, algunos muertos y caídos, lo que le da un aspecto fantasmal a la zona.
La variante a la clásica empieza en un cruce del sendero, donde nos vamos a la derecha, bordeando otras ruinas (dejándolas a la izquierda) y terminando en un paso muy técnico tras la copa baja de un árbol. Un par de zetas técnicas también para terminar en el lecho del arroyo, desde donde subimos al carril de los Locos (Picapedreros nombre oficial) que nos llevará de vuelta al punto de inicio (Venta Boticario).
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