Salobreña - los Guájares - Venta de la Cebada - Pinos del Valle - Azud de Vélez -Salobreña

Salobreña - los Guájares - Venta de la Cebada - Pinos del Valle - Azud de Vélez - Salobreña

Con la ilusión de unos quinceañeros nos disponemos a realizar esta preciosa ruta por segundo verano consecutivo. Partimos Javier, José y Fredi (quien escribe) desde la playa de Salobreña para tomar la antigua carretera nacional, ahora casi sin tráfico desde la entrada en servicio de la nueva autovía. El fresquito mañanero hace muy agradable el pedaleo junto al cauce del río Guadalfeo.

En unos kilómetros tomamos el desvío en dirección a los Guájares, e instantes después José nos da la habitual y útil consigna de "comienza puerto" y acto seguido se oye el típico ruido de los cambios subiendo piñones y bajando plato.

En las primeras rampas se hace el silencio, nadie dice nada, el trío se esfuerza agarrando con firmeza el manillar.

Después de unas curvas la pendiente se suaviza, recuperamos el resuello y volvemos con nuestras risas y nuestras bromas.

A la llegada a Guájar Faraguit tomamos en dirección a Pinos del Valle. Los primeros kilómetros son los más duros, pero una vez pasado el cementerio, la pendiente se suaviza bastante. El asfalto es muy bueno y el tráfico prácticamente inexistente, lo cual hace más llevadera la subida hasta llegar a la Venta de la Cebá. Después de las fotos preceptivas, y de un breve descanso comenzamos una cómoda bajada hasta Pinos del Valle, donde desayunamos en una acogedora terraza.

En pocos minutos hacemos la bajada hasta la presa de Béznar, quejándonos de lo poco que ha durado la bajada y lo interminable que se hace la subida cuando la hacemos en sentido contrario.

Comprobamos que en la presa se realizan los preparativos para una prueba de triatlon. Como no hemos traído los manguitos para la prueba de natación, seguimos de largo, e Iniciamos el regreso a Salobreña por la antigua carretera nacional pasando por la conocida Venta de las Angustias.

La única dificultad es la subida desde el puente de Izbor, pero estamos que nos salimosss...

Con un fuerte viento, unas veces lateral y otras de frente, empezamos la bajada junto al embalse de Rules. A veces el viento es tan fuerte que hace vibrar y bambolearse las bicicletas. Este viento de cara ya nos acompañaría durante el resto del trayecto que discurre junto al cauce del río Guadalfeo.

En definitiva, una preciosa ruta, que hemos disfrutado tanto, que hemos decidido convertirla en la clásica de cada verano... Mientras las fuerzas nos acompañen...