Dia 1 - Sierra Espadán Sur - 77 km +1.500

Stage Sierra Espadán (Castellón)
En esta ocasión hemos cogido Sueras como campo base.
Bajamos un par de quilómetros para iniciar, en Tales, la primera de las subidas al Collado de Íbola. Enseguida nos encontramos con el embalse de Benitandus, camino de Veo, por la CV- 223, y poco antes de llegar al pueblo de Ahín, giramos a la derecha para incorporarnos en la CV-200 (Una pista recientemente asfaltada por la que pasó la Vuelta a España en 2023). La carretera es preciosa. Sorteamos frondosos bosques de encinas, alcornoques i pinos siembre bajo la atenta mirada del Castillo de Benalí.
Despues de coronar nos espera una infinita bajada hasta Soneja, pasando por el bonito pueblo de Almedíjar.
Antes de llegar a Castellnovo hemos cogido un desvío a la izquierda que nos adentra en la CV-200. Una de esas carreteras que hacen que creas que estás sólo en el mundo y te conectan con la bici de una manera única.
Finalmente llegamos a Soneja. Es fin de semana y hay mucho ambiente. Nos da envidia la fiesta de disfraces del bar del pueblo pero tenemos que continuar que nos queda más de la mitad de la ruta y en invierno anochece pronto.
Seguimos por la C-230 dirección Azuébar y, pocos quilómetros después, cogemos el desvío a la izquierada para incorporarnos en la CV-219 que nos introduce de nuevo en el PArque Natural de la Sierra de Espadán.
Pasamos el bonito pueblo de Chóvar y se ve en en GPS un amasijo de curvas de esas que tanto nos gustan. Me emociono, me pongo cachondo y subo el ritmo hasta coronar. No he podido evitarlo. El paisaje es increíble los bosques son frondosos y de un verde intenso pese a la sequía de estos últimos años.
Vuelvo a recoger a mi hermano que lleva meses sin "estudiar". Hacemos cumbre e iniciamos una bajada también extraordinaria por su belleza y, sobre todo, por la ausencia de tráfico.
Y con el subidón nos encontramos la última de las rampitas hasta pasar por Ahín y comenzar a descoser el camino de vuelta a Suares. Casi me olvido del tirabuzón al estilo Sa Calobra que nos ha dejado boqueabiertos.
En fin, un día increible de bici. Un descubrimiento de zona donde disfrutar como un enano de las dos ruedas.