Conociendo el Alto Palancia, por Vall de Almonacid, Matet, Gaibiel, y recorriendo el puerto de Chirivilla y el Oronet

Hace ahora exactamente un año que hice esta ruta, que pese a estar en gran parte hecha con lugares comunes tiene un tramo que para mí fue nuevo: una visita por la comarca del Alto Palancia, entrando a los pueblos de Vall de Almonacid, Algimia de Almonacid, Matet y Gaibiel.

La salida fue desde la estación de Metro de Llíria. Tampoco había necesidad de madrugar demasiado, así que a las nueve y media ya estaba en el carril bici de la CV-25, dispuesto a subir a Olocau y Gátova, llegando así al puerto de Chirivilla. En poco más de hora y veinte nos disponemos a bajar hasta Altura y Segorbe. Aquí, lo más recomendable es parar en cualquier horno a comprar algo, puesto que es más o menos la mitad del recorrido hasta que paremos a comer en Viver.

Tras atravesar Segorbe por la Avenida de España y pasar por el paso inferior del ferrocarril, enseguida abandonaremos la antigua N-232 para girar a la izquierda por la CV-215. Atravesaremos el pequeño pueblo de Peñalba y durante la subida pasaremos además por Vall de Almonacid y Algimia de Almonacid. En este último pueblo dejaremo la carretera para tomar la CV-213, con una subida mucho más dura que acaba poco antes de llegar a Matet.

Tras un paseo por el pueblo buscando una fuente y una plaza donde poder comer a gusto algo de almuerzo, seguiremos bajando por Gaibiel, con su castillo, y cruzaremos el viaducto sobre la rambla de la Peña Roya. Como es relativamente pronto, iremos a comer a Viver, en vez de quedarnos en Jérica.

Bajaremos hasta Segorbe por la carretera a toda velocidad, pero antes iremos a dar una vuelta por la fuente de los siete caños y el parque del Palancia, desde donde contemplar unas vistas tremendas del castillo y las murallas de Segorbe.

Luego volveremos por el mismo camino para entrar a Segorbe por la calle Esperanza, donde podremos ver el acueducto, la torre del verdugo o el museo arqueológico. Tras abandonar el pueblo, bajaremos hasta la rotonda de Algimia de Alfara y empezaremos a subir el Oronet.

Para ser mayo hacía un calor horrible y me quedé sin agua. Para empeorar la situación, la fuente de Sant Antoni estaba seca, así que no pude beber hasta Náquera. Con el cuerpo un poco más calmado empezó la marcha hasta Valencia, esta vez por el camino de Moncada por variar, pero es un horror de tráfico que no aporta nada con respecto a bajar por Bétera, con su arcén enorme y su vía segregada al pasar por Rocafort.