Carretera: II marcha Charroad. Vecinos. Salamanca.

Pues esta ha sido nuestra primera incursión en las marchas de carretera. Y no ha estado nada mal. Nos juntamos muy poquitos corredores (algo menos de 70) en un día que amaneció muy poco propicio para el ciclismo, ya que estaba lloviendo y las carreteras estaban mojadas. A pesar de todo, salimos a rodar sobre las diez de la mañana detrás del coche de la organización. El gupo se empezó a estirar y cada uno nos pusimos a nuestro ritmo. Mi mayor preocupación, dada mi inexperiencia en eventos carreteriles, era dosificar mis fuerzas para no desfondarme en el momento más inoportuno. En ese sentido estoy contento porque he llegado bastante fresco. Quizás podía haberme esforzado más en algunos segmentos, pero tampoco merecía la pena. El primer tramo de la prueba sale de Vecinos y llega a Frades de la Sierra. Casi todo el rato subida, con tres repechos algo más fuertes al pasar por Las Veguillas, Membribe y Navagallega. Son zonas bonitas, parecidas a mi comarca (Sayago, claro), con dehesas y encinares. Antes de subir el tercero de esos repechos que os digo, paramos durante cinco largos minutos en Navagallega para reagruparnos. Pasado ese tiempo reanudamos la marcha hasta Endrinal. Es un terreno sencillo, con sus subidas y bajadas que se van acumulando, pero fácil. Y en Endrinal, tan solo 15 km después de la primera parada, teníamos el avituallamiento. Estuvo muy bien, sobre todo por el caldo caliente (me quemé la lengua) que en un día fresco y lluvioso como el de ayer se agradecía mucho. También teníamos fruta, bebida isotónica y pastelitos. El problema es que, a diferencia de las marchas de BTT, donde cada uno decide si para y cuánto tiempo lo hace, aquí todos teníamos que bajar de la bici y estar el rato que la organización decidiera (es lo que tiene circular por carreteras abiertas al tráfico, que te tienen que llevar más o menos en pelotón). Fueron 20 minutos de parada (demasiados para mí) que nos enfriaron el cuerpo, por lo que arrancar de nuevo nos costó bastante. Y entrar de nuevo en calor, todavía más. Los 30 kilómetros que teníamos que hacer ahora estaban claramente divididos en 3 tramos de 10 km: Primero sube y baja contínuo pasando por Monleón hasta San Martín de Valero, luego una bajada muuuy divertida hasta en río Alagón en San Esteban de la Sierra y, a continuación, la subida más potente del día desde San Esteban hasta Los Santos. Los primeros cinco kilómetros son de subida constante. En ese tramo, Sergio ya se había adelantado porque tenía un pique pendiente con dos compañeros de ruta (y de trabajo) más: Moisés y David M. Peón. Dos personajes que tienen unas patas bastante potentes. Por lo visto mi compañero los pilló en la subida y consiguió adelantarlos. Yo no estoy para esas batallas, y subí a mi ritmo. Constante y bien. Después hay unos cuantos repechos que se hacen duros más mental que físicamente, por aquello de que parece que has llegado arriba y todavía te quedan unos cuantos esfuerzos más. En Los Santos tocaba reagruparse de nuevo. Otros 20 minutos de parada. Otros 20 minutos de frío después de subir sudando y otros 20 minutos de avituallemiento ligero. Quedaban teóricamente 45 km (que finalmente fueron solo 35) que Sergio y yo íbamos a recorrer juntos hasta la meta. Más sube y baja suave y engañoso (daba la sensación de que el terreno era llano o incluso en descenso, hasta que notabas que te costaba pedalear y mirabas en la pantalla del GPS que estabas subiendo). Tocaba pasar de nuevo por Endrinal (esta vez sin parar), Herguijuela del Campo y Las Veguillas. Tuve que parar a hacer un pisito y a tomarme un gel. Creo que las dos cosas me sentaron muy bien, porque pude ir aceptablemente rápido (incluso dando relevos con otros participantes). Desde las Veguillas es casi todo bajada hasta la meta, así que nada que decir, solo había que disfrutar. Llegamos muy contentos. En meta algunos inconvenientes: no había duchas y la comida fue en un pabellón viejo (eso da lo mismo) y helador (eso sí importa). Después de comer, el sorteo correspondiente (una vez más, sin premio). Cafelito y para casa. Para ser la primera, muy, muy satisfechos. A topeeee.