Astillero - Estacas de Trueba - Lunada - Astillero

Hay rutas en esto del ciclismo que por mucho que queramos una crónica no las hace justicia, y este es el caso de la ruta del pasado sábado.
En esta ocasión los protagonistas de la jornada fueron David, Alberto V. y Sergio, los cuales quedaron bien pronto a las 8 de la mañana para empezar a rodar, ya que la ruta se presuponía laaaargaaa.
Y por una vez el culpable no era Sergio, ya que quién la diseñó fue David, que algo tendría que haber sospechado cuando Sergio no le puso ni un pero jajajaja.
La ruta les llevó a recorrer 136km por las carreteras cántabras, empezando desde Astillero, y desviándonos hacia Guarnizo para subir por la carretera nacional hasta Puente Viesgo donde cogimos la interior hasta Alceda, para volver a coger la nacional hasta el desvío en Entrabamestas.
En esta última parte coincidimos con una grupeta del Valle de Buelna, y estuvimos un rato compartiendo ruta y charlando a la cola del pelotón, hasta que ellos tomaron desvío hacia San Pedro Romeral y nosotros seguimos recto, ya que nuestro objetivo no era otro sino que Estacas de Trueba.
Y esa fue nuestra primera gran sorpresa de la jornada, puerto inédito para los tres, nos impresionó su belleza…que maravilla de la naturaleza…¡cómo nos gusta Cantabria!
El puerto durillo, con pendiente constante, largo y prácticamente sin descansos, pero vale muy mucho la pena. De los que vas mirando lo que has subido y nos das crédito, y vas viendo como la carretera corta la falda de la montaña verde cual cremallera, vamos, una pasada.
El puerto de unos 14Km mantiene pendientes continuas entre el 5-7%, si bien la realidad en que cuando llegas arriba has estado subiendo ya durante 65Km que llevas desde Astillero.
Y después de la subida como suele ser habitual el premio de la bajada…pues no fue el caso, la bajada desde Estacas no fue la esperada ya en varias zonas había que dar pedales y eso no era justo! Así que aunque nuestra intención era desviarnos hacia la derecha y subir Lunada, llegamos hasta el pueblo de Machorras para hacer la oportuna “parada Manuel” y disfrutar de una cafetito y un buen sobao al solecito…vamos que casi nos quedamos allí de lo bien que se estaba…
Pero no era plan, así que de nuevo a las bicis y a subir Lunada con 75Km ya sobre las piernas.
En la subida de unos 8Km impuso Alberto un fuerte ritmo, y después de la parada costaba arrancar de nuevo, así que hubo que bajar la marcha en algún momento, y aún así subimos con un excelente ritmo, para ser Los Trankilos, claro está jeje.
El paisaje totalmente diferente, más seco, y el asfalto parecía que iba en contra nuestra, ya que no favorecía en nada el rodar de la bici, pero al final tuvo que rendirse a la evidencia y los 3 coronaron de nuevo hasta Lunada.
Si bien Sergio ya lo conocía gracias a Manuel y a Juan (nunca se le olvidará ese día), no era el caso de Alberto y David, que para ellos era la primera vez y también quedaron impactados ante semejante espectáculo, indescriptible.
Hicimos las fotos de rigor en el mirador, disfrutamos de la belleza del paisaje, y pusimos como suele decirse tierra de por medio hacia abajo.
El descenso, qué decir, una autentica tortura, que pena porque Cantabria no se merece y Lunada menos todavía una carretera así. La bici vibraba por todos lados y las manos dolían de tanto bache, pero en fin, no todo puede ser perfecto…pero por dios que la arreglen!
A partir de ahí unos cuantos toboganes y descenso rápido hasta Liérganes, giro en la Cavada y a aguantar hasta el final por Solares con las pocas fuerzas que alguno le quedaban…
Hay quien pide la hora y en esto de la bici se suele pedir la rueda jajajaja, pero ya sabéis que la alegría va por barrios y cada vez le toca a uno diferente
Al final, una nueva y maravillosa ruta, en un mejor día imposible para disfrutar de la bici y de la compañía…y si no mirar las fotos que lo dicen todo…
¡Hasta la próxima!