376. AUSTRIA Y ESLOVENIA POR CARINTIA. BLED Y LA MINA MEZICA.

Mi amigo Pepe nos había venido hablando, de una región en el sur de Austria, llamada Carintia. Allí la vida era apacible, las persona amigables, y el paisaje maravilloso. Iban pasando los años, y otros destinos se iban sucediendo. Más adelante sería.

El Covid y sus restricciones nos brindó la oportunidad de visitarlo. El plan era disfrutar de un paisaje apacible de una forma relajada. La región no cuenta con la grandiosidad de los cercanos Dolomitas, no existen ciudades como Viena o Venecia. Por el contrario, gozaremos de paisajes de ensueño, donde el tiempo se ha detenido.

La ruta escogida es una al azar de las que pueden realizarse, ni siquiera es la más espectacular, pero no defraudará a nadie.

Para ponernos en situación hablemos de Carintia. Es una región bastante desconocida, aunque con una larguísima historia. El Ducado de Carintia (en alemán, Herzogtum Kärnten; en esloveno, Vojvodina Koroška) fue un ducado situado en los territorios que actualmente conforman parte del sur de Austria y del norte de Eslovenia. Formó parte del Sacro Imperio Romano Germánico desde el año 976 hasta la disolución del imperio en 1806 y del reino de Austria-Hungría hasta su disolución en 1918. Por el Tratado de Saint-Germain (1919) la mayor parte del ducado pasó a integrar el estado austriaco de Carintia, la parte sur-oriental fue unida a la provincia de Koroška, en Eslovenia, y la comunidad de Jezersko fue incluida en el recién creado Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, mientras que el Val canale y el municipio de Tarvisio fueron cedidos al reino de Italia.

Nuestro viaje va a ir y venir de Austria a Eslovenia. No pretende ser un compendio de los lugares más turísticos. Se pretendía atravesar el sur de la región, en la parte austriaca, y ver dos puntos concretos de Eslovenia: la Mina Mežica y la ciudad de Bled.

Iniciemos nuestra ruta. Ludmannsdorf, es el lugar de estancia en Carintia, y allí encontramos Gostišče – Trattoria Ogris, hotel y restaurante. Cuando se dice restaurante familiar, aquí cobra toda su vigencia. El propietario y su familia están en todo momento pendientes del huésped y comensal. Allí acuden cada noche gente de muy diversos lugares. Enfrente la iglesia, y su cementerio.

Nos dirigimos directamente a la frontera eslovena, Grenzübergang Raunjak, primera de las gres que atravesaremos ese día. El camino invita a detenerse en Klagenfurt, capital de la región.

Nuestro objeto es la Mina Mežica. Durante más de 300 años se extrajo zinc y plata de esta mina y fue la fuente de ingresos del valle de Mežica. Tras el cierre, la Mina Mežica es conocida por ofrecer rutas a pie y en bicicleta bajo el Monte Peca, y en kayak. También hay un tren subterráneo que conduce al corazón de la mina y saldrá en una estación a 600 metros por debajo de la superficie, en aproximadamente 15 minutos. Estamos en un lugar único, difícil de encontrar en otros lugares.


Volvemos sobre nuestros pasos, atravesando lagos y pueblos encantadores. Cuesta pensar que haya existido allí un lugar como el campo de concentración de Loibl. Estamos en la segunda frontera del día, el Paso de Loibl, donde encontraremos unas placas conmemorativas.

Unas líneas sobre este campo de concentración. Más de un millar de prisioneros fueron llevados al Paso de Loibl, desde el campo de concentración de Mauthausen, desde el verano de 1943 en adelante, para la construcción de un túnel de carretera. Allí se levantaron dos campos de concentración: el campo del Sur (actualmente localizado en territorio esloveno) y el campo Norte, en la parte Carintia del paso. Después de veinte meses de construcción, los 1.542 metros del túnel fueron abiertos para los vehículos de la Wehrmacht. En noviembre de 1944, unos 280 presos fueron devueltos a Mauthausen; el número de presos de ese mes era de 1.003. El campo de concentración de Loibl fue clausurado el 7 de mayo de 1945, y las unidades de las SS tomaron unos 950 presos restantes, llevándolos a través del valle de Loibl. Un día después, los partisanos liberaron la columna de presos, antes de que alcanzasen Klagenfurt.

Para llegar a nuestro siguiente destino, Bled, debemos dar un buen rodeo. Bled cuenta con poco más de 5.000 habitantes. Lo más destacado es su lago glaciar, situado al pie de los Alpes Julianos. En el centro de sus cristalinas aguas hay una fotogénica iglesia, y castillo en lo alto de las rocas. Cuenta con una gran infraestructura, y es un sitio de veraneo muy frecuentado. Volvemos a encontrarnos, en este mes de agosto a gente ansiosa de normalidad que invaden sus calles.

Toca regresar y lo haremos por la frontera Grenzübergang schlatten – jesenice, la última y la principal via de acceso entre Austria y Eslovenia. Hemos salido de las aglomeraciones de Bled, y nos encontramos en los plácidos lagos, y nuestro Hotel, donde su propietario espera en la puerta.