Gorges de la gave de Lescun

Descenso de las gorgas de la gave de Lescun el 2 de agosto de 2018 con un caudal bastante asequible para lo que suele bajar por este río.
Principal descenso deportivo de esta zona del pirineo francés, perfectamente combinable con los vecinos Sharrumbaut d´Anaye y garganta de Anitch o la no tan lejana garganta de Yèse.
Trescientos metros antes de la primera curva de herradura en la carretera por la que se accede a Lescun, (D239), encontraremos sitio para varios coches al lado de un murete de protección de piedra en una suave curva de derechas. Un par de carteles advirtiendo del riesgo de crecidas si entramos al cauce nos marcan el inicio del sendero para acceder al río. Bajada muy vestida en sus primeros metros con abundancia de zarzas; en unos diez minutos llegaremos al puente que cruza la gave de Lescun, allí podremos evaluar el caudal. Cruzaremos la pasarela y nada más hacerlo, en unos tres o cuatro metros y abandonando el camino principal, nos meteremos a nuestra derecha, por zona boscosa, para remontar el cauce algo menos de doscientos metros, momento en el podremos acceder al río.
Al finalizar el descenso, justo después del salto obligado de dos metros, saldremos de la gorga a un terreno más abierto. Allí mismo veremos que a nuestra derecha desemboca un pequeño afluente, nada más pasarlo hay trazas de un sendero que nos conducirá a las cercanías de una granja, sin llegar a ella y girando a nuestra derecha al salir del bosque, cruzaremos por un pequeño puente el arroyo que nos acababa de servir de referencia, solo nos queda atravesar un prado y en su final encontraremos el puente que hemos cruzado al poco de comenzar a andar. Una fuerte subida de unos quince minutos y de nuevo al coche.
Un salto de unos seis metros, una curiosa marmita sifonada y la espectacular cascada final, concentran las dificultades de este recorrido. Los anclajes correctos, algún pasamanos precario, cordinos muy necesarios, después de cada deshielo se quedan inservibles. El rápel final de 36 metros se divide en dos cascadas separadas totalmente, las dos tienen su instalación, la de la izquierda impresiona más porque no baja el agua tan difuminada como en la de la derecha, no obstante en la recepción se hace pie y las cuerdas se recuperan sin mayor problema. Solo nos queda un salto obligado bien lejos del rebufo para acabar esta magnifica gorga.
Os dejo un vídeo del día.