Barranco Villa de La Nao o del Pas Tancat, desde el afluente Torrent del Garx.

Día perfecto de barranquismo con la combinación del descenso de dos bonitos y completos barrancos: El afluente Torrent del Garx con un Rápel volado de 30 m. y enlace con el barranco principal Villa de La Nao o también conocido como del Pas Tancat (Río Bolulla).
Podemos hacer combinación de coches o bien dejar los coches en el puente del camino asfaltado que cruza el río Bolulla (donde finalizará el descenso), o bien seguir el asfalto hasta donde termine el mismo y dejar aquí los coches. Si se hace en combinación de coches nos podemos ahorrar unos 30 minutos de cuesta por el asfalto o en combinación con sendas.
Primero vamos en busca del afluente Torrent del Garx, que lo encontramos una vez alcanzado el colladito, seguimos el camino abajo, nos desviamos a la derecha y después bordeamos bancal de almendros, pasando por la fuente del Garx y pronto vemos el barranco al que debemos acceder por las pseudosendas trazadas por los montañeros.
Una vez en el lecho del barranco, hacemos algunos destrepes y cogemos el primer rápel. Vamos continuando con algunos destrepes y seguimos con los rápeles. Los dos últimos son los más complicados. Especialmente el rápel 5, de unos 30m, con un importante volado para disfrutarlo con pasión. Divertido aunque, al igual que el anterior, el acceso al rápel no es fácil.
Pronto alcanzamos el lecho del barranco principal, que es el río Bolulla. tras un pequeño caminar por el pedregal del barranco alcanzaremos el primer rápel de este barranco, también conocido como del Pas Tancat, por sus estrecheces.
Destacamos el segundo rápel, que no lo hacemos fraccionado y lo vamos a descender enlazando las dos partes con una cuerda de 70 m semiestática. El primero en descender lleva cuidado, pues no sabemos si la cuerda llegará al lecho. Al final, faltan unos tres metros, que con la elongación de la cuerda y un pequeño salto alcanzamos sin mayores traumas el fondo. Bonito rápel con un pequeño volado final.
A partir de aquí viene otro bonito y largo rápel de 22 m, que nos sigue dando 'marcha' al cuerpo. Como está ploviznando, la roca húmeda se hace peligrosa y algunos resbalones nos hacen recordar que hay que estar muy atentos.
Hay que destacar, también, la existencia de un pequeño, pero inclinado, tobogán de unos 5 m que hemos de solventar con el culo en roca.
Salimos del barranco, tras unos cientos de metros por el puente del camino asfaltado donde tenemos los coches.
Perfecta y disfrutona combinación de barrancos. La repetiremos.