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SENDA VERDE LA ORUGA

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Trail stats

Distance
6.07 mi
Elevation gain
46 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
23 ft
Max elevation
2,016 ft
TrailRank 
21
Min elevation
1,915 ft
Trail type
One Way
Coordinates
2178
Uploaded
February 29, 2024
Recorded
February 2024
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near Alcalá de Henares, Madrid (España)

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Itinerary description

Figuras de protección
El LIC/ZEC ES3110001, Cuencas de los ríos Jarama y Henares, se compone de tres unidades ambientales principales:a) La ZEPA ES0000139, de las Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares, en un 90 % del total de la superficie del LIC/ZEC.b) Los cursos fluviales y, con carácter general, una banda de 100 metros a cada margen, de los tramos medio-altos de los ríos Jarama y Henares, a su paso por la Comunidad de Madrid.c) Una serie de cantiles y cortados asociados a los cursos fluviales con importancia para diversos táxones.
Su territorio se distribuye a lo largo de la rampa que conecta la sierra, al norte de la Comunidad de Madrid, y la fosa fluvial del Tajo, al sur. Se caracteriza por un clima mediterráneo semiárido (precipitaciones medias anuales de 350-400 mm) y un largo periodo de sequía estival. Presenta un relieve suave con ligera pendiente hacia el suroeste.
La vegetación potencial del espacio son los bosques de galería en las vegas y los encinares en las cuestas y terrazas altas, muestra de éstos últimos es la existencia de importantes manchas seriales de degradación del encinar dominadas por retamares (Retama sphaerocarpa).

El LIC/ZEC constituye una zona de especial calidad e importancia para la protección de especies de aves resulta de interés para táxones y hábitats asociados a ríos, al incluir aves rupícolas como Falco peregrinus, Pyrrhocorax pyrrhocorax, Oenanthe leucura y varios refugios de quirópteros ligados, todos ellos, a los cantiles paralelos a sus cauces y hábitats acuáticos
Los bosques galería de Salix alba y Populus alba, suman el 97 % de la superficie ocupada por los hábitats, correspondiendo al resto superficies muy reducidas.El uso dominante del suelo es el de los cultivos cerealistas, lo que contribuye al mantenimiento de las poblaciones de aves esteparias.
Los ríos Torote y Jarama aportan poblaciones diversas de fauna piscícola (que incluye las especies de interés comunitario Barbus comizo, Pseudochondrostoma polylepis y Squalius alburnoides) y, en sus formaciones palustres asociadas, ornítica invernante en unas buenas condiciones de conservación.
De igual forma cabe resaltar la presencia de individuos de Lutra lutra, el cual se encuentra en un buen estado de conservación.

Paisaje
El paisaje que conforma, tanto el conjunto de montes situados en la margen izquierda del río Henares, como la vega del propio río, posee una personalidad muy definida dentro de la region madrileña.
Alberga un elevado interés floristico, faunistico y geomorfológico al que se añade un importante legado historico-cultural abanderado por la presencia de una ciudad Patrimonio de la Humanidad como es Alcalá de Henares.
La marcada aridez mostrada por los parajes que forman los intrincados cerros adyacentes se traduce en una vegetacion generalmente rala, arbustiva y raramente arborea. solamente la introducción de pino carrasco, hace ya medio siglo, y la conservación de pequeñas manchas de encinar en las proximidades del Ecce Homo ofrecen ambientes arbolados a un paisaje dominado por el rojo descarnado de los suelos arcillosos. El contraste con los tonos pardos de retamas, coscojas, tomillos, aulagas, jarillas, majuelos, espartos y ondinas introduce un factor de exclusividad frente a otros paisajes de la Comunidad de Madrid.
El contacto con las riberas del Henares marca un salto hacia la exuberancia del soto fluvial conservando en buenas condiciones alguno de sus frescos rincones. Ahora podemos observar entre las alamedas, saucedas y olmedas un enmarañado conjunto vegetal compuesto por saúcos, regalices, nuezas, correruelas y dulcamaras que en el contacto con el agua dan paso a los carrizos, eneas y salicarias.
Bajo la cubierta verde, las características geomorfologicas de la zona nos descubre sinuosas y verticales formas, casi imposibles, horadadas en una litología frágil ante los fenómenos erosivos. Es, quizás, la firma más personal de un territorio natural que intenta sobrevivir al avance inexorable de lo urbano. Compiten los cantiles arcillosos por destacar su reluciente atuendo bermejo entre la fria piel de la trama enladrillada. Cuando se exhiben alejados de la ciudad, rodeados del campo mediterráneo, ese que se cubre de Olivares, coscojas, cereales y retamas, mezclan sus colores para atraer la atención con suaves dorados estivales o verdes cobrizos primaverales.
Son materiales depositados durante millones de años en el periodo terciario que se fueron acumulando en distintas fases. Durante el periodo cuaternario se configuró la estructura geomorfológica actual con la formación de profundos barrancos, dando lugar a ese perfil tan caracteristico de cerros testigo, de cumbres planas que caracterizan un paisaje verdaderamente singular. Mientras, el Henares ahondaba sobre su lecho y dejaba al descubierto paredes verticales que siguen el perfil de las lomas y cerros que van a morir en sus orillas.
Como consecuencia de esta evolución podemos disfrutar, hoy día, de formaciones y parajes de gran belleza y plasticidad que piden ser rescatados para regocijo ciudadano y para ir tejiendo corredores ecológicos sanos que acaben por hermanar todos los espacios naturales que se reparten por el territorio.

Geología y Suelos
La cuenca del río Henares se encuentra en el borde nordeste de la fosa tectónica del Tajo. Se ha formado esencialmente por aportes detríticos continentales del periodo Terciario. Durante el periodo Mioceno, la fosa se rellena con materiales que alcanzan en la actualidad unos 600 metros de espesor. Sobre estos suelos se desarrolla una importante red fluvial constituida por un sistema de paleocanales que constituyen, hoy día, en algunas zonas, la base de las calizas del páramo. Posteriormente se depositarán esas calizas que colmatarán la fosa del Tajo. Durante el Plioceno nuevos movimientos orogénicos irán rejuveneciendo el relieve y en sus zonas sedimentarias darán lugar a la formación de las rañas.
Durante el periodo Cuaternario los distintos depósitos abandonados por el río Henares dejan constancia en la actualidad a terrazas aluviales a diferentes niveles situadas entre 5 y 200 metros, especialmente en su margen derecha. El resultado es la presencia de un valle asimétrico compuesto por un flanco de tierras tendidas de usos agrícolas muy interesante por su riqueza ornitológica en una vertiente y por la presencia de importantes escarpes, cuyos componentes principales son arcillas blandas y materiales miocénicos, en la vertiente izquierda.
De todos estos conjuntos se pueden distinguir cinco elementos geomorfológicos de interés: el páramo, la raña, las terrazas fluviales, el glacis y las cárcavas.
En los páramos quedan recortados sobre la superficie de erosión los conocidos cerros testigo entre los que son fácilmente visibles el Ecce Homo y el cerro del Viso elevados a más de 800 metros sobre el nivel del mar.
En las cuestas que descienden hacia el fondo del valle, otro elemento de gran interés perfila el paisaje en la zona, son las abundantes cárcavas, donde la erosión procedente de una escorrentía ocasional y a veces torrencial se hace patente día a día dando origen a un paisaje singular. Son barranqueras de corto recorrido, normalmente ramificadas en su cabecera que buscan una vía principal y que se van ensanchando en su base hasta morir en el cauce fluvial del Henares.
El paisaje resultante evoca otros situados en auténticos desiertos.
Son destacables, además, los taludes arcillosos localizados junto al río, en la vertiente izquierda y que el continuo efecto erosivo del Henares ha dejado al descubierto en numerosos tramos. Así se suceden en este lado, vaguadas y cantiles que circundan casi toda su trayectoria hasta prácticamente su desembocadura en el Jarama. En muchos casos se quedan al aire los yesos miocénicos, en especial durante el último tramo de su curso.
En cuanto a los tipos de suelo dominantes en la zona, los fluvisoles se desarrollan sobre los depósitos fluviales más recientes. Están compuestos esencialmente por gravas, arenas, limos y arcillas y su grado de evolución es escaso. En algunos niveles ae terraza se localizan los luvisoles cálcicos. En la vertiente izquierda, enlazando con los fluvisoles se encuentran los regosoles eútricos y calcareos formados por arcillas arenosas, margas, limos y cantos calcareos. Sobre estos aparecen en algunos enclaves los cambisoles calcáreos compuestos por calizas margosas, limos calcareos y yesos alternando con margas.


Hidrología
El río Henares nace en sierra Ministra a caballo entre el Sistema Ibérico y el Sistema Central. Su trayectoria influida por la presencia de fallas longitudinales marca una dirección NE-SO y, tras 133 kilómetros recorridos, entrega sus aguas al Jarama en las inmediaciones de Mejorada del Campo.
Sus afluentes principales en el tramo medio bajo son el Dueñas, Cabanillas, de los Machos, de las Monjas, Camarmilla, Bañuelos.Torote y Ardoz.
Según el perfil longitudinal la pendiente es baja en su tramo medio y final. El índice de sinuosidad es medio con una tendencia a la formación de meandros, mas frecuentes a medida que se acerca a su desembocadura en el Jarama. Se pueden citar, el meandro de la isla del Colegio en Alcala es. El del Soto de Aldovea y el de Cerro Gordo en San Fernando de Henares. Este último fue estrangulado en una crecida ocurrida en los años setenta del casado Siglo dejando un conjunto de humedales desconectados del cauce principal y cuyo valor ecológico es muy importante
La velocidad de la corriente también se va reduciendo según se aproxima a su final donae lo procesos sedimentarios se acentúan formando islas, barras y la division del cauce en distintos brazos.
El régimen del caudal es de tipo pluvionival, aunque el aporte nival es de menor importancia. Las crecidas periodicas son cada vez menos frecuentes debido a la regulación de las aguas en los embalses y azudes existentes a lo largo de todo su recorrido.
El sistema de acuíferos colindante esta formado por el terciario, originado en las calizas del páramo, recargado en la superficie culminante y descargado a través de los manantiales localizados en las Iaderas adyacentes, y por el detrítico cuaternario conectado con el curso fluvial del Henares y expuesto a sus oscilaciones estacionales



Clima
Las características climáticas de la zona se encuadran dentro de un clima mediterráneo templado con una precipitación media anual que oscila entre los 400 mm de las zonas bajas unto al cauce fluvial del Henares y los 500 mm registrados en las zonas mas altas del páramo
Por lo tanto, no existen diferencias acusadas en cuanto a la distribución de las lluvias a lo largo del territorio, en parte por la escasa diferencia de altitud entre la vega y los páramos, que es de poco mas de 200 metros.
El grueso de precipitaciones se concentra especialmente en los meses de otoño. invierno y primavera. Llama la atención las cantidades medias recogidas durante el mes de mayo, superiores a las de otros meses tradicionalmente muy lluviosos como noviembre o diciembre. La influencia del efecto orográfico del páramo puede ser favorecedora en la formación de lluvias de origen convectivo, sobre todo a finales de la primavera.
La presencia de una marcada sequía estival es solamente compensada por algunas tormentas veraniegas que se concentran preferentemente en la superficie del páramo.
Por otro lado, la evapotranspiración media anual varia entre 700 v 800 mm dependiendo de la altitud y la orientación de las laderas de los cerros y paramos cercanos.
La temperatura media anual se sitúa en torno a los 12°-14° C con máximas absolutas que superan los 38° C durante el verano. En el fondo de valle, el número de días con probabilidad de heladas es de casi seis meses y la persistencia de nieblas y neblinas es considerablemente mayor a otras zonas circundantes. La presencia de áreas con situaciones microclimáticas determinadas se localizan en zonas húmedas con sotos bien desarrollados (amortiguan las amplitud térmica), en la superficie del páramo (desprotegida de los vientos dominantes) o incluso en barrancos de grandes dimensiones



Flora
Los conjuntos vegetales propios de esta zona lo componen esencialmente, por un lado, las series riparias del Henares, asentadas sobre suelos aluviales y arcillosos, y por otro lado, las series esteparias localizadas en los cerros colindantes.
Todas ellas se encuentran dentro del piso Mesomediterraneo.
En cuanto a la estructura de la vegetación de las riberas del Henares, se aprecia una estrecha dependencia de tres factores: las características geomortológicas del entorno inmediato y del propio cauce fluvial, la oscilación del nivel freático y la modificación que las actividades humanas han llevado a cabo en toda la vega.
Llama la atención que los lugares donde la vegetación de ribera se encuentra en mejor estado son fincas acotadas, normalmente pertenecientes a la administración pública (Finca El Encín y Caserío del Henares)
Como en la mayoría de los medios fluviales. existen unas series de vegetación en función de su proximidad al medio acuático. La primera de ellas y la más cercana al agua estaría compuesta por un conjunto de herbáceas preferentemente heliondas con una predominancia del cañaveral. Hay que señalar que es la única estructura que aparece de manera más o menos uniforme a lo largo de todo al curso del o
La especie más abundante es el carrizo (Phragmites australis) que se presenta prácticamente en toda la trayectoria del Henares. En menor medida aparece la enea (Typha angustifolia), conviviendo con la bella salicaria (Lythrum salicaria), la hierba de San Antonio (Epilobium hirsutum), el junco churrero (Scirpus holoschoenus) y con carácter trepador, la correhuela (Calistegia sepium) y el lúpulo (Humulus lupulus).
La formación leñosa mas cercana al cauce está integrada por las saucedas cuya representación más común es la del sauce blanco (Salix alba) y de forma mas puntual otros tipos de sauce como el Salix fragils y el salix purpurea
Con menor necesidad hídrica destaca la abundante presencia del álamo blanco (Populus alba) seguido del álamo negro (Populus nigra), del fresno (Fraxinus angustifola) y en un ámbito todavía menos exigente en recursos hídricos el olmo (Ulmus minor), aunque con mayor numero de efectivos de su pariente introducido artificialmente, el olmo de Siberia (Ulmus pumila). Otras especies comunes que comparten el mismo tipo de ecosistema son el Taray (lamarix gallica), el Saúco (Sambucus nigra), el Malvavisco común (Althaea officinalis), el Regaliz (Glycyrihza glabra) o el Asnillo (Ononis repens).
Cuando este conjunto vegetal se encuentra en un grado de madurez y dimensión aceptable le podemos denominar bosque de galeria, concediendo a ese territorio un carácter de singularidad y riqueza que contrasta notablemente con el entorno localizado a su alrededor.
Fuera del entorno fluvial existe un complejo vegetal que se extiende por los cerros y cantiles aledaños al Henares. Es un universo territorial que exige una adaptación especial a las especies que deciden ubicarse en él. Lo sorprendente es que una gran cantidad de plantas, matorrales y arbustos han elegido y se han amoldado a sus condiciones extremas. El hombre, como viene siendo habitual aporta a través de las distintas repoblaciones efectuadas, el afán de interpretar a su manera la evolución de estos paisajes. En su interior se esconde una riqueza todavía difícil de degustar pero que cada día va se ganando el paladar de los que se acercan y lo escudriñan palmo a palmo, gozando de cenicientos placeres visuales y revitalizantes aromas florales
Las condiciones geomortológicas y edáficas de estos parajes introducen diversidad de ambientes que favorecen la colonización de una rica variedad de especies.
En los lugares más umbríos y con cierta disponibilidad hídrica se pueden localizar hasta especies tipicas de las húmedas riberas
Así, en los hondos de barrancos, aparte del taray (Tamarix gallica). el almendro (Prunus dulcis) y el olmo (Umus minor) como especies arbóreas, se pueden ver el rosal silvestre (Rosa canina), la Cicuta mayor (Comum macuatum), el Jazmin Silvestre (Jasminum fruticans), el Majuelo (Crataegus monogyna), la Retama loca (Osyris alba), etc.
En las zonas de mayor pendiente y mas soleadas y, por lo tanto, con menor disponibilidad de agua crecen el Esparto (Stipa tenacissima). el Tomillo salsero (Thymus zygis), el Sisallo (Salsola vermiculata), la Efedra fina (Ephedra nebrodensis) o la Cañaheja común (Ferula
communis).
Los espacios intermedios, donde los suelos están algo más evolucionados o tienen menor pendiente, suelen ser colonizados por la retama de bolas (Retama Sphaerocarpa), la Aulaga (Genista scorpius), el Espino negro (Ahamnus Lycordes), la Siempreviva (Limonium dichoto-mum), la Coscoja (Quercus cocciera) o incluso en los meiores suelos la propia encina (Quercus ilex ballota).
En definitiva, lejos de la aparente pobreza que presentan estos subestimados paisajes, la diversidad y los constantes cambios estacionales hacen ciertamente interesante su visita sobre todo en la época primaveral donde muestra todo el potencial aromático y visual.




Fauna
Los distintos ecosistemas que participan del entorno del río Henares contribuyen a enriquecer su diversidad faunística. Desde los páramos hasta los cultivos cerealísticos, pasando por los pinares, sotos y humedales, el cúmulo de posibilidades se amplia para las múltiples formas de vida animal.
Entre los mamíferos se podría destacar la abundante presencia del conejo (Oryctolagus cuniculus) como fundamental base alimenticia para un dilatado abanico de especies. Hay que decir que el conejo se distribuye por cada uno de los ecosistemas presentes siendo una especie de gran versatilidad ambiental.
Con un volumen más imponente, el jabalí (Sus scrofa) busca los ámbitos más arbolados para pasar inadvertido. El zorro (Vulpes vulpes), la comadreja (Mustela nivalis), la garduña (Martes foina), la liebre (Lepus granatensis) o Incluso la exigente Nutria (Lutra lutra) aderezan el mosaico extendido entre áreas terrestres y acuáticas.
Habría que señalar un dato de interés y es que dentro de la introducción de especies exóticas hay a que esta colonizando y estabilizándose en la zona y es el mapache (Procyon lotor). Ni que decir tiene que puede causar importantes alteraciones en la estructura trófica y en el propio medio natural si no se toman medidas eficaces para
erradicar su presencia.
La diversidad ornitológica que presenta esta parte del territorio madrileño tiene mucho que ver con los distintos ecosistemas formados en condiciones ambientales notablemente contrastadas
En la cima de los paramos, y si incluimos también los campos cerealísticos encerrados en el interfluvio Jarama-Henares, la lista de especies interesantes se hace suculenta. Solo hay que apuntar estos nombres. La avutarda (Otis tarda) tiene por estas campiñas la ma-
yor población de todo Madrid. El aguilucho pálido (Circus cyaneus) concentra casi con exclusividad también toda la población en la region. El Aguilucho Cenizo (Circus pygargus), el Cernicalo primilla (Falco naumanni), el Sison (Tetrax tetrax), el Alcaravan
(Burbinus oedicnemus) o la Ganga ortega (Pterocles orientalis) son especies de gran interés y frágil conservación
Muy diferente es el ambiente que se respira en el entorno del río Henares. La presencia del agua y de una masa arbolada más o menos densa atrae a otro tipo de especies, por ejemplo a las ligadas al medio acuático. En el mismo cauce del río o en alguno de los humedales aledaños navegan entre corrientes y carrizales, Anades azulones (Anas platyrhynchos), Gallinetas (Gallinula chloropus), Zampullines chicos
(Tachybaptus ruficolis), Fochas comunes (Fulica atra) y Porrones europeos (Aythya ferina). Entre las copas y la vegetación de ribera alternan el Cormorán grande (Phalacrocorax carbo), la Garza real (Ardea cinerea) y la Imperial (Ardea purpurea), el Avetorillo (Ixobrychus minutus), el Martinete (Nycticorax nycticorax) o la Garceta común (Egretta garceta). Con un poco de suerte, inmersos en la vegetacion palustre se pueden observar dos especies de gran belleza, el Calamón (Porphyrio porphyrio) y el Rascon europeo (Rallus aquaticus). No son menos bellas, aunque algo más pequeñas, otras aves como la Oropéndola (Oriolus oriolus), el Martin Pescador (Alcedo atthis) o el Pajaro Moscón (Remiz pendulinus).
Trepando sobre las ramas y troncos de los arboles el Agateador Común (Certhia Brachydactyla), el Pito Real (Picus viridis) y el Pico Picapinos (Dendrocopos major) buscan larvas e insectos bajo su corteza.

En los cantiles excavados próximos al rio, el vuelo gregario de la Grajilla (Corvus monedula) y la Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax) contrasta con la tranquilidad impasible del Mochuelo (Athene noctua), la silueta suspendida en el aire del cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) o el espectacular colorido de los abejarucos (Merops apiaster).

Antes de terminar con las aves creo que es digno de mencionar la importante colonia de cigüeña común (Cicona cicoma) instalada en el entorno del Henares. La ciudad de Alcalá se erige como máxima abanderada de esta singular especie, e incluso ya se ha convertido en un reclamo turístico mas, y es que en esta ciudad se encuentra una de las colonias urbanas más importantes de todo el país.
Si nos arrimamos más a ras del suelo veremos a algunos reptiles moverse, tanto en el agua, como el galápago leproso (Mauremys caspica) y la culebra viperina (Natrix maura), como en los montes y páramos cercanos, donde la culebra bastarda (Malpolon monspersulanus), la culebra de escalera (Elaphe escalaris) y el lagarto ocelado
(Lacerta lepida) encuentran su guarida ideal.
Respecto a los anfibios, se puede destacar la presencia del sapo de espuelas (Pelobates cultripes) y de la rana común (Rana perezi).

Toponimia
El origen del Henares
Se desconoce cómo se denominaba al río en la antigua Iberia, aunque Tagonius es el termino que aparece en algunos de los antiguos mapas (otros mapas le asignan ese nombre al río Tajuña). Bajo la dominación árabe, recibió en principio el nombre de Guadalajara (wad al-hayara; es decir, 'río de piedras' o 'valle de las fortalezas'), adecuado a un río abundante en cantos rodados, o en fortalezas defensivas a lo largo de su cauce. Ese nombre acabó pasando a la vecina capital alcarreña. La denominación actual del río, probablemente recibida tras la Reconquista, es comúnmente aceptado que se refiera a la abundancia de campos de heno que antaño hubiera en el valle: Henares o Fenares. En numerosos documentos y mapas (siglos XVIII y XIX) también aparece la forma abreviada de Nares.
Historia y Cultura
Quizás el hombre ya recorría estas tierras durante el periodo Paleolítico, pero los vestigios más antiguos se han encontrado en el Ecce Homo y pertenecen a la edad del Bronce. Fondos de cabaña y restos cerámicos lo confirman. Otro yacimiento de interés es el Cerro de la Cervera, en los alrededores de Mejorada del Campo, donde se aseguraba la domesticación del ganado y la práctica de actividades agrícolas. En el otro cerro emblemático, el monte de El Viso, son los restos de la edad del Hierro los que impulsaron definitivamente una sociedad estable.
El descenso al fondo del valle, seguramente por razones estratégicas y de comunicación, se afianza con la llegada de los romanos en el siglo 1 d. C. fundando la conocida Complutum en la vía que llevaba desde Mérida a Zaragoza. Esta importante vía comunicativa pasaba cerca del cauce del río Henares. Estos dos elementos fueron lo suficientemente atractivos como para que se desarrollaran en su alrededor diferentes villas romanas como la del val, Su máximo apogeo se produjo en torno al siglo Iv d.
Con la legada de los musulmanes en el ano 711, el cambio en l ocupación de la comar

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CICONIA CICONIA

CIGUEÑA BLANCA Ciconia Ciconia Ave inconfundible, de gran tamaño y notable envergadura, que luce un característico plumaje blanco, aunque con las plumas de vuelo de color negro (dibujo 1). El pico, largo y apuntado, presenta una tonalidad rojiza o anaranjada muy intensa en el caso de los adultos, rojo sucio en los ejemplares juveniles y prácticamente negro en los pollos. Las patas son de un intenso color rojo anaranjado en las aves adultas y rosadas en los jóvenes. En vuelo adopta una postura característica, con el cuello y las patas estiradas Canto En general, la cigüeña blanca es un ave bastante silenciosa, aunque emite algunas vocalizaciones ásperas de alarma cuando se excita o en presencia de individuos extraños en las inmediaciones del nido. El sonido más característico de la especie es un sonoro castañeteo producido al entrechocar las mandíbulas, conocido como “crotoreo”, que el ave ejecuta como salutación hacia su pareja. Pocas aves resultan tan familiares como la cigüeña blanca y pocas están tan arraigadas en las tradiciones como esta enorme zancuda que un día abandonó sus hábitos montaraces para asociarse al hombre en busca de sustento y protección. Esta especie hubo de soportar durante el pasado siglo una serie de drásticos cambios en los paisajes y los usos rurales que la llevaron a desaparecer en muchas regiones y de los que hoy día, se recupera asombrosamente (gracias, en parte, a un cambio de hábitos). La cigüeña blanca es un típico migrador transahariano que, hasta hace relativamente poco tiempo, solo aparecía en territorio ibérico durante la época de reproducción. En los últimos años, sin embargo, contamos con un creciente número de aves nativas invernantes, a las que se unen bastantes ejemplares centroeuropeos. Además, la Península representa también un área de paso obligado para las cigüeñas originarias de Centroeuropa, Dinamarca, Alemania y Países Bajos, que viajan principalmente por las provincias mediterráneas hasta el área de Gibraltar para cruzar el Estrecho entre finales de agosto y septiembre, más tarde que las aves ibéricas Alimentación Es una especie relativamente oportunista, con una alimentación basada en grandes artrópodos, principalmente, saltamontes y escarabajos, aunque en su dieta se incluyen también, con desigual proporción según las regiones, una gran variedad de invertebrados (en particular, lombrices de tierra) y vertebrados, como roedores, culebras, lagartijas, ranas, peces y hasta pollos de otras aves, además de una cierta cantidad de basura. Reproducción Se trata de una especie frecuentemente colonial, que suele reunirse en grandes congregaciones para criar, a veces en compañía de garzas, garcillas y otras zancudas. El nido se sitúa con frecuencia en todo tipo de construcciones humanas (desde iglesias y casonas hasta silos, depósitos de agua, chimeneas, torretas de electricidad y antenas, amén de transformadores eléctricos, casas de campo, ruinas y edificios monumentales), aunque un buen porcentaje se sitúa en árboles y, en menor medida, en rocas. La plataforma del nido es una enorme pila de ramas, palos y raíces, que suele contener, además, tierra, estiércol, turba, hierbas, plásticos, papel y otros materiales diversos, de unos 40-100 centímetros de altura y 80-140 centímetros de diámetro (aunque pueden superar los 2,5 metros de altura y los 2 metros de diámetro, y pesar unas 2 toneladas). En mi grupo ecologista nos llamaron de un pueblo para aligerar un nido que amenazaba con hundir el techo de la iglesia, pesaría unos 600 kilos. Lo construyen ambos sexos, aunque con mayor aporte de material a cuenta del macho, y lo reutilizan durante un buen número de años. Al abrigo de tan inmensa construcción suelen nidificar también gorriones comunes o morunos, grajillas, estorninos y otras aves. Es frecuente observar el protocolo de bienvenida que efectúa la pareja al volver de una de sus salidas en busca de alimento o material para el nido uno de los dos componentes, en el que ambas partes crotorean a la par que echen la cabeza hacia atrás. La puesta, que suele acontecer entre marzo y abril, consta de tres o cuatro huevos (a veces, más) de color blanco, en ocasiones amarillento, que se tornan moteados a lo largo de la incubación. Esta se prolonga durante 29-34 días y de ella se ocupan ambos sexos, si bien es la hembra la que dedica mayor tiempo a la tarea, mientras su pareja, a la que está unida de por vida, le proporciona alimento. Los pollos son cuidados por ambos adultos y se desarrollan completamente en 54-68 días. Son independientes al cabo de unos tres meses. https://es.wikipedia.org/wiki/Ciconia_ciconia https://seo.org/ave/ciguena-blanca/

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FALCO PEREGRINUS

HALCON PEREGRINO Falco Peregrinus Identificación Dorso entre gris-azulado y negro, vientre entre blanco y ocre, casco negro con una bigotera marcada y mejilla blanca. Masa corporal: macho, 540-637 g; hembra, 775-970 g. Voz Los halcones emiten una notable variedad de sonidos dependiendo de las situaciones, del sexo y de la edad. Todos ellos son combinaciones de piídos más o menos largos y agudos. Estatus de conservación Categoría global IUCN (2012): Preocupación Menor LC. Categoría para España IUCN (2002): No Evaluado NE (Península Ibérica e Islas Baleares); En Peligro EN (Islas Canarias). La principal amenaza es el empleo de biocidas agrícolas y otros contaminantes. Otras amenazas son el expolio de nidos, la persecución directa, la mortalidad en tendidos eléctricos y la mortalidad en parques eólicos. También se esta notando el desplazamiento por la expansión del buco real. Hábitat Las variables que determinan la selección de hábitat de nidificación del Halcón peregrino son el tamaño y abundancia de paredes rocosas, la presencia de huecos y repisas para realizar la puesta y la orientación, estando las tres variables estrechamente relacionadas entre sí. En algunas zonas donde abunda el alimento y escasean o faltan paredes naturales, los halcones anidan en canteras y torres de alta tensión. Las variables que determinan el hábitat de caza son la abundancia de presas y su accesibilidad para el halcón. Las mayores concentraciones de territorios de halcones se localizan en torno a humedales, colonias de cría de aves marinas, acantilados costeros en rutas migratorias de paseriformes, limícolas y anátidas y llanuras cerealistas. Asimismo, se está dando un auge de los halcones urbanitas que explotan la abundancia de recursos de las grandes ciudades. Movimientos Los halcones españoles son sedentarios, aunque pueden darse casos de desplazamientos de corta distancia desde los lugares de nidificación a los lugares de caza invernales. Durante el invierno se recibe a un notable número de invernantes que llegan desde el centro y norte de Europa, distribuyéndose principalmente por las dos mesetas y el sur peninsular. Los jóvenes, tras la independencia, realizan movimientos dispersivos. La tendencia es volver a los lugares de nacimiento, aunque esto depende de la situación poblacional y los huecos vacantes, por lo que no es raro que algunos ejemplares se instalen a notables distancias de donde nacieron. Ecología trófica Eminentemente ornitófago. Su espectro alimenticio abarca desde los pájaros más pequeños (Reyezuelo y Chochín) hasta aves del tamaño de la Garza real. Las preferencias tróficas guardan relación con la abundancia y disponibilidad de los diferentes tipos de presas y las conductas individuales. El halcón caza desde posaderos o desde el aire, siendo más efectivo en el primer caso y cuanto menor es la distancia que deben recorrer hasta la presa. En los ataques desde el aire desarrollan los característicos picados que acaban con un golpe de garras contra la presa o atrapándola sin más. También realizan vuelos en persecución, menos efectivos. Muchas veces se unen ambos miembros de una pareja en la caza de una presa, resultando altamente eficaces. Biologia de la reproducción Los halcones españoles suelen mantener la misma pareja a lo largo de todo el año, dándose interacciones que ayudan a estrechar los lazos durante el periodo invernal. El celo comienza a finales del invierno, cuando ambos sexos realizan picados y juntan las garras en el aire. Las cópulas comienzan tres semanas antes de la puesta, que tiene lugar entre la tercera semana de febrero y finales de marzo, dependiendo de los factores meteorológicos y la latitud. La puesta suele ser de entre 2-4 huevos, rara vez uno y cinco. Tras 28-33 dias de incubación nacen los pollos. Durante las tres primeras semanas de vida requieren del calor y cuidados maternos para sobrevivir, dado que no son capaces de termorregular. La lluvia caída durante esta fase de crecimiento es el factor limitante del número medio de pollos que sobreviven. Tras los 24 días comienzan a despedazar por sí mismos las presas. A los 45 días de edad ya son capaces de volar, comenzando con pequeños vuelos en el entorno del nido para ir ampliando su radio de acción en varios kilómetros durante las dos primeras semanas de vida. Dos meses después del primer vuelo los pollos ya se han independizado, aunque se dan casos de algunos ejemplares que se quedan en el territorio paterno hasta el invierno. Interacciones entre especies El caso más común de interacción es el del halcón con el cuervo. Ambas especies comporten los mismos hábitats de nidificación, siendo bastante normal que el halcón utilice los nidos hechos por los cuervos, La relación entre estas dos especies es de mutua tolerancia, pero manteniéndose alejados del nido de la otra especie. Se han dado casos de halcones que mataron cuervos y de cuervos que depredaron sobre pollos de halcón, aunque ambos sucesos son raros. Las gaviotas, especialmente las patiamarillas, anidan en las proximidade; de los halcones costeros, manteniendo una relación de respeto, aunque el halcón caza gaviotas y ataca a aquellas que puedan molestar, y las gaviotas, por su parte, cleptoparasitan a los halcones y atacan a los jóvenes con el fin de matarlos. El Buitre leonado y el Alimoche seleccionan para anidar parámetros parecidos a los del halcón, por lo que suelen darse casos de competencia por los lugares de nidificación. Además, el halcón ataca agresivamente a ambas especies si se acercan al nido. El Águila real, el Águila perdicera y el Búho real mantienen una relación de competencia-depredación con el halcón, siendo otro de los factores reguladores de la distribución poblacional. Varias especies de aves, sobre todo las gaviotas, roban las presas a los halcones cuando estos los llevan al nido o al posadero. Normalmente guarda relación con el tamaño de la presa y el sexo del halcón, resultando que los machos que portan grandes presas muestran un vuelo pesado y rectilineo que atrae la atención de los piratas. Por otra parte, algunos halcones se han especializado en robar a otras especies, cornejas y milanos, arrebatándoles la comida en el aire. comportamiento Los halcones dedican la mayor parte del día a descansar en los posaderos, oteando, cuidando las plumas o, simplemente, sesteando. Entre un 15% y un 20% del tiempo lo dedican al vuelo, bien sea de caza, de desplazamiento o de desarrollo de otros comportamientos. Las primeras horas del día suelen ser las de mayor actividad, pudiendo volar incluso en condiciones de total oscuridad. Los halcones son muy agresivos en lo que a la defensa del territorio se refiere, advirtiendo primero y atacando después a los halcones que hagan peligrar sus dominios. El halcón atacado puede acabar con heridas de diferente consideración y en algunos casos puede resultar muerto. Una vez establecidos los territorios y las pautas de separación entre ellos, cualquier halcón que intente entrar en los dominios de una pareja es considerado un intruso y expulsado violentamente. De hecho, las peleas entre competidores son frecuentes en aquellas zonas de alta densidad de halcones, habiéndose constatado la muerte de ejemplares como consecuencia de las heridas infringidas por otros halcones (Tordoff y Redig, 1999-2000, Zuberogoitia et al., 2002a). No obstante, no todos los ejemplares que entran en los territorios ocupados son atacados, ni se defiende por igual toda la superficie. Los halcones vecinos rara vez se atacan entre si y tan sólo recurren a advertencias sonoras, quedando claro que existe un reconocimiento individual. De la misma forma, es raro que un halcón adulto ataque a un ejemplar joven, al menos durante los primeros meses de vida, aunque finalizando el invierno son considerados intrusos, salvo los pollos propios de la temporada anterior (Obs. Pers.). Por otra parte, las zonas con un mayor control y beligerancia son las situadas cerca de la pared de nidificación y los mejores lugares de caza, diluyéndose la agresividad a medida que aumenta la distancia [23:35, 28/2/2024] Alberto: El halcón es una especie monógama, aunque existen algunas citas de poliginia en las que unas veces un macho se reproduce con dos hembras a la vez y otras veces una segunda hembra ayuda a la pareja a criar los pollos e, incluso, a incubar los huevos (Ratcliffe, 1993, De Lucas et al., 2002; Zuberogoitia et al., 2002a). En ausencia de problemas, una pareja permanece unida durante varios años, conociendo un caso que lleva unida seis años y otro caso de siete años, aunque probablemente existan parejas que superen con creces esta cifra Celo, cópulas y relación de pareja Cuando una pareja permanece estable, se da una serie de interacciones entre ambos a lo largo de todo el año. Incluso comparten presas y hay parejas que duermen juntos la mayor parte del año. En otoño e invierno puede observarse a una pareja realizar picados y llamarse, aunque no es hasta pasado el ecuador del invierno cuando se producen con asiduidad. En los días de tiempo apacible de enero incrementan la frecuencia de los vuelos nupciales, que consisten en picados y piruetas en la pared escogida para anidar. A medida que transcurren los días se aumenta el tiempo dedicado a estos vuelos, son más comunes las llamadas entre ambos y se observa con asiduidad a ambos halcones juntando las garras en vuelo. Aproximadamente tres semanas antes de la puesta comienzan a copular, primero de forma ocasional, incrementando paulatinamente la frecuencia de cópulas a medida que se aproxima la fecha de puesta, hasta alcanzar el máximo durante los días en los que la hembra está poniendo huevos. Aún continúan copulando varios días mas tarde. Cuidado de los pollos Las tres primeras semanas de vida son las más delicadas, puesto que en este periodo los pollos aún no tienen la capacidad de termorregular y es la hembra, ayudada por el macho, quién se encarga de proporcionarles calor. En la provincia de Bizkaia se ha visto cómo la cantidad de lluvia caída durante el mes de abril, cuando los pollos son pequeños, va a ser el principal factor regulador de la producción (correlación de Pearson, r = -0,898, p = 0,006, n = 7 años, Zuberogoitia et al., 2004; Zuberogoitia et al., 20152). De esta forma, en años muy lluviosos, como el 2005, mueren nidadas enteras y el número medio de pollos por pareja que inicia la reproducción se acerca a valores de 1,5, mientras que en años secos salen adelante todos los nidos cuyos huevos eclosionan y el número medio de pollos se aproxima a 3 e incluso lo supera. En condiciones de abundante lluvia los halcones ven mermadas sus capacidades para la caza, tanto por los problemas físicos que acarrea la lluvia, como la limitación de disponibilidad de presas en condiciones de clima adverso (Elkins, 2004). En principio, la hembra puede aportar calor a los pollos aún en las peores condiciones, aunque la humedad en el ambiente va debilitándolos y enfriándolos y la reducción de presas aportadas por el macho obliga a la hembra a salir a cazar también. En tales circunstancias los pollos más débiles van muriendo. Pasados los 24 días de edad, aproximadamente, los pollos son capaces de termorregular y resulta más improbable la muerte por hipotermia. A partir de este momento la hembra sólo los cubre si las condiciones meteorológicas se vuelven adversas y el nido resulta expuesto. En cualquier caso, el tamaño de los pollos hace que la hembra tenga problemas para poder cubrirlos a todos. Durante las primeras semanas de vida la hembra y, a veces, el macho alimentan directamente a los pollos con trocitos de presa que llevan al nido totalmente peladas. Una vez los pollos termorregulan y son capaces de ponerse en pie, los adultos llevan las presas medio peladas y continúan alimentándolos pero también les dejan coger la comida por si mismos. Al cabo de una semana apenas ceban y se limitan a dejar las presas en el nido. A los cuarenta días de vida los pollos ya están completamente emplumados, quedándoles por crecer completamente las rémiges y las rectrices. Hacia los 45 días son capaces de dar sus primeros vuelos, habiendo diferencias individuales entre hermanos en función del grado de atrevimiento de cada uno de ellos. Una vez fuera del nido, los pollos aguardan a que lleguen los padres con presas. Éstos dejan las presas en repisas o en el mismo nido y se marchan. Sin embargo, conforme aumenta la pericia de vuelo de los pollos, cuando los adultos se acercan con una presa los pollos salen a su encuentro gritando e intentando arrebatársela. Poco después de dos semanas del primer vuelo los pollos vuelan varios kilómetros alrededor del nido y comienzan a cazar por sí mismos, aunque no abandonan el territorio paterno hasta un mínimo de mes y medio después. En algunos casos se ha observado a pollos que permanecían con los adultos hasta el invierno (Zuberogoitia et al., 2002a) http://www.vertebradosibericos.org/aves/falper.html Cuando caza y efectúa un ataque en picado puede alcanzar más de 300 km/h, lo que lo convierte en el animal más rápido del mundo. Como en otras aves de presa, la hembra es de mucho mayor tamaño que el macho. El declive puede tener diversos orígenes; aumento de la población de competidores como búho real, aumento de contenidos tóxicos en adultos que originan falta de reproducción o fracaso reproductivo, expolios puntuales, etc https://es.wikipedia.org/wiki/Falco_peregrinus https://ebird.org/species/perfal?siteLanguage=es

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GLYCORRHIZA GLABRA

PALODUZ (GLYCYRRHIZA GLABRA) En fitoterapia se suele utilizar la raiz de dos a tres años , pues en ella se manifiesta la mayor concentración de principios activos ( 30 a 40 % de glicirrina ) . La floracion se produce hacia el final de la primavera. La recoleccion de las raices se efectua seleccionando solo aquellas cuyo grosor sea superior a seis milmmetros, a fin de no acabar con la existencia de la propia planta y obtener así raices de mбs de un metro de largo. Al parecer sus “raíces” tienen mayor cantidad de glicirricina, lo que le da el sabor dulce, en mayo, y los mínimos entre agosto y octubre, recomendándose su recolección de enero a junio. La glicirricina tiene un poder edulcorante 50 veces mayor al del azúcar El regaliz es citado por Teofrasto y Dioscórides, y no por Columela (siglo I). Dioscórides (siglo I, ed. Laguna, 1566) describe sus aplicaciones en medicina: “sirve también contra los ardores del estómago y contra las enfermedades del pecho y del hígado. [...] puesto sobre las heridas, cura; y mascado es gratísimo al paladar” Hildegarda de Bingen recomendaba ya en la Edad Media tomar regaliz para hacer la voz clara, aclarar los ojos, suavizar el humor y ablandar el estómago para la digestión. También decía que es muy útil para el enfermo mental si lo come muy a menudo, porque aleja la ira instalada en su cerebro El regaliz (Glycyrrhiza glabra), también llamado regalicia, orozuz u orosús,es un miembro de la familia de las fabáceas nativo del norte de África, Europa oriental y meridional y Asia tropical y templada.2 Se cultiva extensamente en muchos países, donde también se ha naturalizado en zonas húmedas, como lechos de ríos, barrancos, vaguadas, etcétera. La raíz de esta planta es uno de los condimentos más antiguos. Tiene un sabor anisado y agridulce. Se usa mucho en confitería, postres, tartas, dulces y en bebidas. También se hacen caramelos, comprimidos y tiras de oblea de venta en farmacias y puestos de golosinas, por su característico y agradable sabor y por sus propiedades para eliminar el mal aliento. Es un ingrediente del tabaco oloroso de pipa que se caracteriza por su olor dulzón.[cita requerida] Por su uso como palo de mascar, también es conocido como paloduz, palodú o palodul. La raíz del regaliz contiene acido glicirrícico, lo que le confiere propiedades antiartríticas, antialérgica y antiinflamatoria.
La glicirrina, por otra parte, tiene la propiedad de regular los estrógenos en las mujeres, lo que hace que la utilización del regaliz durante la menopausia pueda atenuar algunos síntomas de esta. Alivia el nivel de acido en el estomago, siendo ideal para tratar el exceso de acidez en el tracto digestivo.
útil en las úlceras estomacales, al ayudar contra el acido del estomago.
Tiene propiedades expectorantes, por lo que resulta ъtil contra las infecciones pectorales, el asma o la tos.
Es capaz de rebajar los niveles de colesterol alto. Muy útil en el proceso de depuración del hígado , al cuidarlo y actuar incrementando el flujo biliar
Ademas de estas múltiples propiedades, el regaliz constituye un buen remedio para bajar la temperatura corporal, siendo muy útil para aliviar los golpes de calor y la deshidratación en la йpoca estival: alivia y refresca. Las infusiones de raÍz de regaliz, debido a sus componentes pueden ser un buen tratamiento contra algunos tipos de depresión. Ademas son muy útiles para tratar la fatiga crónica. Se utiliza también en la afonía y las inflamaciones de garganta. Es muy extendido su uso para tratar úlceras gástricas o quitar la acidez de estómago, ya sea masticando la “raíz” -se lleva en la boca una “tranquilla” hasta que se mejore, o tomando el caldo de su cocción, como ocurre en el este y noreste peninsular, tomado a veces en ayunas. El regaliz es ampliamente utilizado como golosina en crudo, chupando o masticando las “raíces” una vez peladas, Su venta en las calles también es frecuente (sobre todo por parte de gente humilde) , en puestos ambulantes, a la salida de la escuela y en las en fiestas y ferias populares. https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/biodiversidad/temas/inventarios-nacionales/iect_glycyrrhiza_glabra_tcm30-164110.pdf https://es.wikipedia.org/wiki/Glycyrrhiza_glabra https://blog.casapia.com/propiedades-medicinales-del-regaliz-glycyrrhiza-glabra/

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MANANTIAL2

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MAUREMY LEPROSA

GALAPAGO LEPROSO Mauremys Leprosa Quelonio con caparazón alargado y deprimido dorso-ventralmente, con el borde liso y de color entre verde oliváceo y pardo con manchas pardo rojizas. El peto es amarillo o crema y está fuertemente unido al espaldar por un ancho puente óseo. El cuello presenta rayas anaranjadas sobre fondo verdoso en juveniles y adultos jóvenes. Entre el ojo y el tímpano presenta una mancha circular naranja o amarilla. Estas rayas y manchas son muy conspicuas en los animales jóvenes pero desaparecen o se difuminan con la edad. La longitud del espaldar medido en línea recta varía en la mayoría de los adultos entre los 100 y los 180 mm, con tallas máximas que superan los 200 mm. Hábitat Prefiere zonas húmedas amplias y permanentes de aguas dulces o con baja salinidad, con poca profundidad, de escasa o nula corriente, con buena cobertura vegetal y alta insolación. Ecología trófica Los adultos son principalmente herbívoros, aunque incluyen también en su dieta invertebrados acuáticos y algunos vertebrados que ingieren como carroña. Los juveniles consumen mayor proporción de materia animal que vegetal. Biología de la reproducción Los cortejos se producen en primavera, final del verano y en otoño. Las hembras presentan huevos oviductales desde abril a julio y pueden realizar dos puestas, entre mayo y julio. El número medio de huevos por puesta varía entre 4 y 10. El periodo de incubación en condiciones naturales o semicautividad se ha descrito entre unos 50 y 82 días; y 92 días en incubadora a una temperatura constante de 27ºC. Los machos alcanzan la madurez sexual con un tamaño de longitud de espaldar superior a 73-85 mm, y las hembras con tamaño superior a 130-150mm. La mayor longevidad se ha detectado en una hembra de 32 años. Las tasas de supervivencia de los adultos son superiores al 85%, pero pueden ser bajas en las primeras clases de edad. Interacciones entre especies Convive frecuentemente con Emys orbicularis, especie con la que no parece competir por el alimento ni por los recursos espaciales. Cuando coexiste con el galápago exótico, Trachemys scripta elegans, ambas especies no parecen competir por el alimento, pero sí por los lugares de asoleamiento. Puede ser depredada por jabalíes, zorros, nutrias, cigüeñas, garzas y aves rapaces. Son frecuentemente parasitadas por helmintos y polistomátidos. También pueden ser portadores de Salmonella. Patrón social y comportamiento Son principalmente diurnos y su periodo de actividad se extiende entre febrero y octubre, aunque en áreas con inviernos templados pueden estar activos todo el año. La temperatura de los individuos durante la actividad de asoleamiento varía entre 24 y 29ºC, dejando esta actividad aproximadamente a partir de los 32ºC. Se han registrado áreas de movimiento a lo largo de un año de entre 2,21 y 4,15 ha, que se reducen considerablemente durante el invierno. La abundancia de la especie está positivamente relacionada con la cobertura de vegetación tanto emergente como sumergida y negativamente con la velocidad de la corriente http://www.vertebradosibericos.org/reptiles/habitat/maulepha.html https://es.wikipedia.org/wiki/Mauremys_leprosa http://www.vertebradosibericos.org/reptiles/maulep.html

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PHRAGMITES AUSTRALIS

CARRIZO Phragmites australis Es una planta perenne, con un rizoma rastrero con capacidad para crecer en la superficie buscando agua. Puede alcanzar los 4 m de altura y 2 cm de diámetro, presentando una gran inflorescencia al final del tallo. Los carrizales son ocupados por multitud de aves acuáticas, utilizándolos para nidificar. Algunas de ellas reciben incluso el nombre de Carriceros (como los pertenecientes al género Acrocephalus). Esta caña ha sido utilizada tradicionalmente para techar chozas y preparar cercados en algunos lugares. Las hojas tiernas maceradas en vinagre se emplean para aliviar inflamaciones y como antídoto para sanar intoxicaciones ocasionadas por micotoxinas o curar el ergotismo. Asimismo, el cocimiento de hojas y brotes tiernos se emplea para controlar náuseas y vómitos, de igual forma para el tratamiento de artritis y trastornos urinarios. Con fines alimenticios se utilizan los brotes tiernos como aderezo para ensaladas. De sus semillas se obtiene una harina que se emplea como complemento para la elaboración de sopas, atoles y bebidas. Las múltiples aplicaciones del carrizo, planta habitual en las márgenes de ríos y humedales, han caído hoy un tanto en desuso. Sin embargo, sirvió antaño como material de construcción, con sus tallos aún se fabrican persianas y esteras, los brotes tiernos se consumían tal que espárragos y las hojas se daban como forraje al ganado. Además, las inflorescencias -vistosos plumeros- son muy decorativas El género phragmites es de distribución cosmopolita ya que se encuentra en todas las regiones subtropicales templadas y frias del mundo Puede decirse que el carrizo es uno de los freatófitos (de freatos, pozo, depósito; y fito, planta) más característicos, pues su presencia siempre es indicadora de un nivel freático elevado y por tanto contribuye a identificar fisonómicamente las zonas húmedas. Debido a su gran desarrollo vegetativo, los carrizales desplazan o impiden el asentamiento de otros helófitos y, por este motivo, estas formaciones suelen estar constituidas exclusivamente por Phragmites australis. Aunque el carrizo no es muy exigente en cuanto al clima, raramente vive por encima de los 1.600 metros de altitud. Necesita que los suelos tengan un cierto contenido en calcio para poder desarrollarse, por lo que no suele crecer en aguas ácidas o sobre suelos inundados pobres en bases. En invierno, con las heladas, se secan las par- tes aéreas y vuelven a brotar con el buen tiempo. Los tallos aéreos del carrizo pueden vivir encharcados, penetrando en aguas de hasta más de un metro y medio de profundidad, esto unido al gran desarrollo que adquieren sus rizomas, le posibilitan formar monocenosis, desplazando a otras especies vegetales y a colmatar lagunas poco profundas. El carrizo no es una planta amante de la sombra, por lo que en las riberas con un dosel alboreo bien desarrollado, se ve relegado a ocupar los bordes e interiores del agua, siempre que el fluir de ésta sea lento. Estas características del carrizo hacen que esté considerado como una planta invasora de las zonas húmedas y una mala hierba de los cultivos y las acequias. En las lagunas y humedales con aguas someras los carrizales pueden constituir un serio problema, sobre todo en aquellos enclaves en los que se desea mantener un equilibrio entre las zonas libres de vegetación emergente, donde se desarrolla la vegetación subacuática, y las zonas colonizadas por los helófitos. Una vez que el carrizo se ha instalado en una zona húmeda, siempre que las condiciones ecológicas sean adecuadas, es casi imposible de erradicar y en pocos años puede cubrir por completo grandes extensiones de terreno, contribuyendo de este modo a la dismi- nución de la diversidad biológica del ecosistema acuático. Lo mismo ocurre en los canales y acequias, ya que en un par de años pueden quedan colmatados por compactas formaciones de carrizo. Se han ensayado muchos métodos para controlar el carrizo, pero ninguno parece tener resultados inmediatos y duraderos. La quema controlada y la posterior inundación durante el otoño parece ser el procedimiento más expeditivo para limitar su propagación, sobre todo si se repite durante años sucesivos. Frente a este aspecto expansionista del carrizo hay que señalar la regresión que están sufriendo los carrizales en Centroeuropa, cuyas causas concretas se desconocen por el momentoto, aunque parecen estar relacionadas con la creciente contaminación de las aguas por agentes fundamentalmente químicos.. Usos y costumbres. Los brotes tiernos se comían a modo de espárragos una vez hervidos en agua de sal, y las hojas se han usado como forraje para el ganado. Con las panículas se fabricaban escobas y según Jölín también servían para teñir de verde. Los rizomas tienen fama de afrodisíacos. Con los tallos se hacían esteras, jergones, cestas y armazones para los tejados. En algunos pueblos del sureste de Madrid, el carrizo se empleaba para construir el suelo del primer piso de las casas. Para que estos fueran resistentes se ataban haces de tallos y se clavaban en las vigas de madera, soldándolos después con yeso. También eran utilizados para construir cercas. Los griegos debieron darle un uso parecido, de ahí el nombre de "phragmites" que quiere decir cerca o empalizada. Otro uso era el industrial, empleándose como primer combustible en los hornos de cocer yeso. En la actualidad se piensa en él, como planta para utilizar en los llamados filtros verdes Usos populares del carrizo El carrizo fue una planta muy utilizada en otros tiempos, pero en la actualidad su uso ha decidido casi por completo, especialmente en los países industrializados. La importancia que debía tener el carrizo en la España de la Edad Media se manifiesta e el escrito de Ibn' Abdun (s. XI que reproducimos a continuación: "Se trate con el gobierno conveniencia de proteger y conservar los carrizales y que se ordene a los habitantes de las aldeas situadas en las orillas del río que los planten en muchos lugares de las marismas, a la olla del río por tratarse de una primera materia de la que las gentes tienen necesidad ineludible y de la que no se puede prescindir." El carrizo se recolectaba a finales del otoño y se vendía, sobre todo para la construcción, en muchas zonas de España. En Castilla-La Mancha eran conocidos los tomelloseros (habitantes de la localidad de Tomelloso, en la provincia de Ciudad Real), que segaban el carrizo en Las Tablas de Daimiel y en otras lagunas manchegas y formaban haces con las cañas secas que posteriormente colocaban entre las vigas y fijaban con yeso para construir los techos de las casas. De sus plumeros (inflorescencias) se hacen escobas para barrer los suelos sin levantar polvo, arrastrando el serrín húmedo que se echa previamente. Las inflorescencias también se utilizan como motivo de decoración. Con las cañas cortadas longitudinalmente se confeccionan persianas yesteras y las cañas enteras todavía se usan para construir cercas que protegen los cultivos del viento. En el actual Irak se utiliza el carrizo como material de construcción exactamente igual que hace 4.000 años en la antigua Mesopotamia. Los brotes tiernos (turiones), hervidos en agua de sal, se comían como los espárragos y las hojas servían para forraje. Los rizomas tienen propiedades medicinales y su cocimiento se ha usado como depurativo y para combatir la sífilis. https://www.lifeder.com/carrizo-phragmites-australis/ https://arba-s.org/wp-content/uploads/2020/12/1996.11-27.pdf https://digital.csic.es/bitstream/10261/66813/1/182QUERCUS.pdf

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PIQUE NIQUE

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PLAGIONOTUS MARCORUM

ESCARABAJO AVISPA Plagionotus marcorum El escarabajo-avispa español vive exclusivamente sobre la malva trilobada (Lavatera triloba), de cuyas cepas leñosas se alimenta la larva. Los adultos acuden a las flores para alimentarse, emparejarse y reproducirse. Se pueden ver en el campo desde finales de abril hasta septiembre. Se trata de un endemismo ibérico localizado y escaso, que se extiende por diversos puntos del centro y sur de la península (Vives, 2000, 2001; González et al., 2007). En la Comunidad Autónoma de Madrid, donde se descubrió la especie, está casi restringido al Parque Regional del Sureste (hace años se conocían poblaciones fuera de sus límites, pero la mayoría se han extinguido debido a la desaparición de su hábitat por el avance urbanístico). En estos últimos años, uno de los autores (J. González Granados) ha obtenido nuevos datos corológicos de la especie que se refieren a diversas colonias en la Reserva Natural El Regajal-Mar de Ontígola, La Flamenca, Sotomayor y Villamejor, en el término municipal de Aranjuez. Incluido en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura (decreto 37/2001, de 6 de marzo), catalogada como especie “vulnerable” (VV. AA., 2001). Estos escarabajos lucen un diseño llamativo y muy parecido al de las temidas avispas, en un clásico ejemplo de mimetismo batesiano. Miden hasta 16 milímetros y son de color negro, con cinco bandas de color amarillo dorado en los élitros. La primera tiene forma ovalada y se localiza entre el escudete y los hombros, se prolonga por el borde de los élitros hasta alcanzar la tercera banda en las hembras y la segunda en los machos. La segunda banda tiene forma de V. La tercera banda aparece sobre la mitad de los élitros. La cuarta es generalmente muy ancha y no suele alcanzar la sutura de los élitros. La quinta ocupa el extremo apical. Las antenas y las patas son rojizas. El pronoto tiene los lados muy redondeados y una pubescencia dispuesta generalmente en dos bandas transversales. Consulta la descripción original, facilitada por el propio autor. Las larvas se alimentan de madera en descomposición. Tienen una distribución muy limitada, pues dependen para alimentarse de una malvácea, (Lavatera triloba), que no es muy frecuente. Según otros autores, (Neo)Plagionotus marcae es un sinónimo posterior y, por lo tanto inválido de Plagionotus andreui, que sería el único Plagionotus ibérico del grupo ‘scalaris'. Longitud: 9 - 16 mm. Especie de gran corpulencia, aunque hay diferentes morfotipos, algunos de menor longitud y algo menos corpulentos, y otros ejemplares son algo más alargados, en general de aspecto bastante similar a Plagionotus bobelayei (Brullé, 1832) y P. scalaris (Brullé, 1832). Cabeza con pilosidad amarillenta. Artejos antenares cortos, fuertes y anchos. Ultimo artejo de las antenas del macho inerme, algunas veces un poco engrosado a la altura del segundo tercio apical. Pronoto transverso, el disco del pronoto solamente con la pubescencia de fondo, corta o de longitud media; a veces la base también sin la pubescencia larga; con dos franjas transversas de pubescencia amarilla de extensión variable, una anterior y otra prebasal, además de otra muy fina y poco evidente basal, usualmente interrumpida en el medio. Las dos últimas a veces se llegan a unir y otras veces cualquiera de ellas desaparece total o parcialmente. Ángulo humeral de los élitros muy marcado y saliente, sin pilosidad ni tonos rojizos especiales. Diseño elitral variable, como es usual en las especies del género, más con un patrón estadistico bastante regular, con cinco manchas transversas de pubescencia amarilla (fig. 1). Mancha basal externa subhumeral de pilosidad amarillenta prolongada por el borde de los élitros hasta casi alcanzar la altura de la tercera franja discal en las hembras, mientras que en los machos dicha mancha no se prolonga, llegando tan solo a la altura de la segunda franja del disco. En ambos sexos, la pilosidad amarillenta se extiende tan solo por el tercio basal de la epipleura, aunque en el segundo tercio pueden existir seditas aisladas poco densas. Escudete normalmente recubierto por una densa pubescencia amarillenta que se une a la mancha elitral basal para formar una franja continua (aunque en ciertos casos nada o solo parcialmente recubierto por dicha pubescencia); la segunda mancha elitral en forma de boomerang, muy curvada, fuertemente cóncava en su cara basal y convexa en la distal; a continuación, hay otras dos manchas amarillentas medias consecutivas, y una más apical, también con cierta variabilidad individual. La tercera franja transversa es muy característica, gruesa, cóncava por delante y por detrás. Metaepisternón glabro en la parte basal. Segmentos abdominales recubiertos completamente por densa pubescencia amarillenta. Patas relativamente menos alargadas, con artejos manifiestamente dilatados. Metatarsos casi tan largos como anchos. Todos los fémures de coloración uniforme, generalmente castaño rojiza, a veces más oscurecidos. Dimorfismo sexual muy poco evidente, principalmente referido al mentado carácter de la extensión de la mancha amarillenta elitral subhumeral. La longitud antenar es prácticamente igual en ambos sexos (si acaso, ligeramente mayor en el macho, pero muy difícil de apreciar), aunque al menos estadísticamente, se cumple una relación de longitud mayor en el último artejo antenar del macho, que es 2,8 veces más largo que ancho, que en la hembra, en cuyo caso es más corto y ancho y tan solo 2,2 veces mas largo que ancho. En todo caso, sin la extracción de la genitalia, no siempre es fácil aseverar con certeza el sexo del ejemplar, máxime teniendo en cuenta los distintos morfotipos existentes. Genitalia masculina : Pene grueso, subparalelo hasta cerca del ápice, donde está rematado en punta muy aguda pero corta y en visión lateral, relativamente poco arqueado; lóbulos parameroides subparalelos pero un poco arqueados hacia dentro y estrechados internamente en la base, punteados y con seditas en el tramo apical, con la lámina dorsal y el anillo muy ensanchados (ver figuras 2-a y 2-b). Genitalia femenina: ápice del ovipositor característico, con los coxitos mucho mayores que los estilos. https://animalandia.educa.madrid.org/ficha.php?id=1656 https://arbabajojarama.es/herbario/lavatera-triloba-l-malvavisco-loco/ https://animalandia.educa.madrid.org/html/n/Neoplagionotus_marcae_descripcion.pdf

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POPULUS ALBA

ALAMO BLANCO Pópulus Alba Árbol caducifolio de hasta 25 m de altura, de tronco recto y cilíndrico. La corteza es blanco-verdosa o grisácea y se agrieta longitudinalmente con la edad. Las hojas son alternas, anchas y de forma muy variable (dentado-angulosas o palmeado-lobuladas), simétricas o no, verde claras por el haz y con un característico tomento blanquecino o plateado por el envés. Las flores femeninas aparecen en ramos colgantes alargados (amentos). Los frutos son cápsulas que se abren al madurar y liberan las semillas envueltas en un tejido algodonoso que favorece su dispersión por el viento. Se suele confundir esta pelusa, que producen todos los álamos y sauces, con el polen. El álamo blanco es árbol de ribera que forma grupos no demasiado extensos en las orillas de los ríos sobre todo del Sur de nuestro país. Árbol de 30-35 m de talla y de 3 m de diámetro en la base del tronco lo que demuestra su reciedumbre. Sistema radicular fuerte, muy ramificado; el eje principal profundiza pronto apareciendo enseguida muchas raíces secundarias, largas, superficiales, muy cundidoras que emiten abundantes renuevos incluso después de descepar el pie principal. El tronco, rollizo, elevado, derecho o flexuoso; la corteza lisa y blanca de joven, y agrietada y gris pardusca en los árboles viejos, al menos en la parte inferior del tronco. Copa ancha, irregular, cónica o redondeada, su follaje no es muy denso. Ramas extendidas, ramillas cilíndricas y yemas pequeñas aovado-cónicas, agudas, rojizas, y lustrosas una vez perdida la capa de fieltro blanco. Las hojas son caedizas, alternas, gruesecitas, casi correosas, dentado-angulosas o palmeado-lobuladas, de 40-90 mm de largo y 30 a 80 mm de ancho, con el envés blanco-algodonoso y el haz verde brillante, con pecíolo poco comprimido de 20 a 40 mm de longitud. Amentos floríferos precoces, colgantes, con flores de disco persistente, lampiños. Amentos masculinos de 3 a 6 cm de largo, lanosos, con escamas oblongas, verdosas en la base, pardas o rojizas en el ápice. Flor con 8-10 estambres de anteras purpúreas. Hay árboles que sólo llevan flores masculinas. Otros pies producen únicamente flores femeninas provistas de dos estigmas bífidos de color rojizo, agrupadas en amentos más largos que los masculinos y con bracteas vellosas de color pardusco. Florece de febrero a abril y maduran los frutos y diseminan un mes después. En mayo, las flores femeninas se transforman en frutos, cápsulas bivalvas, ovoideas, con semillas envueltas en una borra algodonosa que facilita su diseminación. Árbol de ribera, de suelos frescos y arenosos, en valles húmedos y bajos, márgenes de grandes ríos y sotos abrigados; prefiere terrenos ricos, depósitos modernos fértiles e incluso arcillosos o arcilloso-calcareos, frescos; los suelos siliceos compactos o los calcáreos secos no le convienen. En España sube pocas veces por encima de 1000 m de altitud. Es especie de luz y de temperamento robusto. El crecimiento es muy rápido pero no suele sobrepasar su edad los 60 o 70 años. El álamo blanco se reproduce por diseminación, brotes de cepa y de raíz y por estaquillas o varetas. Es uno de los constituyentes de las vegas mesófilas de perfil centroeuropeo en claro contraste con la xerofilia de los cerros circundantes. La madera de álamo blanco tiene el duramen y la albura poco diferenciados. Es de color blanco-amarillento. En los despiezos longitudinales presenta a veces vetas rectas o curvas de color rosáceo. Se hiende con la uña con facilidad por lo que se considera madera blanda. Los elementos leñosos que componen su estructura ofrecen poco contraste por lo que se la puede clasificar como madera homogénea. Es madera porosa pero sus poros o vasos no son visibles a simple vista por su pequeño tamaño. Lo más destacable son los anillos anuales pero sin llegar a la nitidez que ofrecen los de otras especies. Su densidad normal es 0,530, ligera. La madera es empleada en construcción y carpintería rural: artesas, palas, Zuecos, etc.; en armazones de sillones e interiores de muebles económicos. La madera es apta para el desenrollo y la obtención de chapa plana. Una de sus principales aplicaciones es para la fabricación de pasta de papel y se consume en grandes cantidades en la manufactura de fósforos y palillos de dientes. El álamo blanco tiene valor ornamental y el chopo boleana o álamo blanco piramidal Populus bolleana Mast.,Muy difundido por la jardinería en la Europa templada y mediterránea se emplea mucho en España siendo de destacar varios ejemplares de parques urbanos. Árbol caducifolio de hasta 25 m, de porte variable, con tronco recto a sinuoso. Corteza blanquecina o blanca-verdosa, con cicatrices negras, agrietada y más oscura en ejemplares viejos. Ramillas finas cubiertas de un tomento blanco muy denso que se vuelven lampiñas al final del verano, Hojas alternas, variables morfológicamente, largamente pecioladas, de haz verde y envés cubierto de un denso indumento blanquecino, margen liso o con dientes redondeados y espaciados. En los rebrotes o chupones, el limbo es mayor y tiene lóbulos grandes y profundos con el margen irregularmente aserrado. Especie dioica, con flores unisexuales agrupadas en amentos. Los masculinos alargados y colgantes, de aspecto peludo, con grandes brácteas y anteras rojizas al comienzo, luego amarillentas. Los femeninos de color verdoso. Fruto en cápsula, con semillas provistas de pelos blanquecinos. Floración previa a la salida de las hojas. La madera homogénea de densidad ligera, porosa y de secado fácil y rápido; es resistente a la abrasión y elástica:La madera se utiliza en carpintería ligera, pasta de celulosa, paneles, embalajes, contrachapeado, cerillas por su lenta combustión, pavimentos, etc. Aplicaciones mágicas: el álamo blanco (Eadha) correspondía a la letra E en el antiguo alfabeto druídico Ogham: Las yemas y hojas del álamo se llevaban encima para atraer al dinero. La Gioconda, de Leonardo da Vinci, está pintada sobre una tabla de álamo. Populus es el nombre latino de los álamos y chopos, que significa ‘el pueblo’, es decir, sería el ‘árbol del pueblo’. El epíteto específico alba alude al aspecto blanquecino del envés. Se hibrida con otras especies del género, sobre todo con P. tremula L., de donde parece proceder P. x canescens. Una variedad muy frecuente en parques, márgenes de caminos y carreteras es el llamado chopo bolleana (P. alba L. var. pyramidalis Bunge = P. bolleana Lauche), que desde hace muchos años se planta con profusión por su esbelto porte. Es originario del Turquestán y ocasionalmente se asilvestra. Plagas y enfermedades: saperda, mosca blanca, oidio, hongo yesquero (Polyporus fomentarius) Es un árbol que prefiere las zonas bajas y no sube tanto como sus congéneres en altitud, pues no aguanta mucho las heladas, por lo que en general ocupa las zonas más fértiles de las vegas en los cursos medios y bajos de los ríos. Vive asociado a los sistemas fluviales, fuentes y manantiales, formando bosquetes que a veces se mezclan con otras especies de ribera. Aguanta los suelos arcillosos y se da bien en los calcáreos, pero desaparece donde son salinos. La madera es blanda y se usa para la obtención de pasta de papel, para tallar pequeños objetos y confeccionar cajas y embalajes, pero es mala como leña o para obtener carbón. Las hojas se han usado como ramón para el ganado y, junto con la corteza, para teñir de amarillo; también en infusión para reducir la fiebre. Se usa mucho para restaurar taludes, y por sus hojas y porte esbelto como planta ornamental. ¿SABÍAS QUE…? La Gioconda, de Leonardo da Vinci, está pintada sobre una tabla de álamo. https://www.arbolapp.es/especies/ficha/populus-alba/

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TAMARIX GALLICA

TARAY (TAMARIX GALLICA) El género Tamarix es muy complejo y la identificación de las especies es difícil, incluso para los especialistas. Suelen ser árboles o arbustos muy ramosos, cuyas hojas tienen forma de escama y se disponen alrededor de las ramillas como las tejas de un tejado. Además, tienen la capacidad de secretar las sales del sustrato por medio de unas pequeñas glándulas con forma de papilas. Las flores son pequeñas, pero son muy vistosas porque salen en racimos numerosos y alargados, blancos, cremas o rosados. Además, son muy aromáticas y melíferas. 1. Tamarix africana Poir. Ramillas negruzcas o parduscas muy oscuras. Flores de 5 pétalos en racimos de 5-8 mm de ancho, cuyo eje a veces tiene papilas, y que crecen en las ramillas viejas de otros años. 
2. Tamarix boveana Bunge. Ramillas pardas o pardo-rojizas. Hojas con abundantes glándulas secretoras de sal. La mayoría de las flores tienen 4 pétalos en racimos de 8-10 mm de ancho. 3. Tamarix canariensis Willd. Ramillas purpúreas o pardo-rojizas. Hojas con abundantes glándulas secretoras de sal. Flores de 5 pétalos en racimos florales menores de 5 mm de ancho, que nacen en las ramillas jóvenes. Además, el eje del racimo tiene papilas. 4. Tamarix gallica L. Ramillas pardas o purpúreas. Hojas con pocas glándulas secretoras de sal o sin ellas. Flores de 5 pétalos en racimos florales menores de 5 mm de ancho cuyo eje carece de papilas. 5. Tamarix mascatensis Bunge. Ramillas rojizas o parduscas. Flores de 5 pétalos en racimos florales de 3-5 mm de ancho. 6. Tamarix parviflora DC. Ramillas pardas o purpúreas. La mayoría de las flores tienen 4 pétalos en racimos florales de 4-6 mm de ancho. Son plantas adaptadas a terrenos húmedos con altas concentraciones de sales, como marjales, saladares, orillas de ríos y vaguadas o depresiones con el nivel freático elevado, desde el nivel del mar hasta los 800 m. Suelen aparecer formando bosquetes abiertos que comparten con otras especies de ecología afín.
 Arbusto o arbolito de corteza par- do rojiza. Ramas delgadas, mimbreadas, flexibles, algo lloronas de corteza pardo-rojiza lisa. Ramillas rectas, lampiñas, muy abundantes. Yemas desnudas, poco aparentes. El sistema radical es somero y cundidor. 8 Las hojas son simples, alternas, empizarradas, como las de sabina, sumamente pequeñas, casi reduci- das a escamas de forma aovada con punta aguda, de color verde azulenco, abrazadoras. Las flores, muy pequeñas, de unos 2 mm de diámetro y color blanco rosado, aparecen en pleno verano reunidas en espigas largas y finas (2 a 3 mm de an- cho). El cáliz tiene cinco sépalos de 0,75-1,25 mm enteros y cinco pétalos de 1,5-2 mm de longitud. Tiene cinco estambres de antenas rosadas y ovario rosa- do de 3 estilos estigmatíferos. El fruto es una cápsula apiramidada y trigona que se abre por 3 valvas y di- semina numerosas semillas provistas de un vilano sentado de pelos sedosos. Es especie muy de luz y robusta. El taray proporciona una cubierta ligera y de poca sombra. Es de crecimiento rápido. El taray puede adquirir unos 6 m de altura total pero cultivado toma las dimensiones de un árbol cuya altura llega a los 10 o más metros, y su tronco tortuoso hasta los 50-60 cm de diámetro. Es especie relativamente longeva y se beneficia en monte bajo, a turnos de 3-4 años por sus leñas. El taray fructifica abundantemente, lo que favorece su reproducción natural; pero también lo hace por brotes de cepa y aún por estaca. Para que prendan las plantitas espontáneas es condición indispensable que los suelos sean prefe- rentemente muy frescos o húmedos. El taray o tarnariz se halla plantado en jardines y paseos de ciudades coste- ras del Norte de España y silvestre crece en sotos, riberas y marismas de las cuencas del Ebro y del Tajo y en el litoral del Sur y Levante. Notables son los ejemplares del bosquete del Parque Nacional de las Tablas de Da'miel. Una especie afin es el Tamarix canariensis Willd, o tarahal canario que se halla espontánea en Canarias, Mediterráneo Occidental y Portugal. Las hojas miden 1 a 3 mm y las flores forman densas panojas de 15 a 45 mm por 3-5 mm. Flores rosadas, pentameras con los sépalos de 0,5 a 0,75 mm y los pétalos de 1,25 a 1,5 mm. El tamariz negro (Tamarix africana Poir., Tamarix hispanica Boiss.) es un árbol con corteza negra o negro púrpura. Las hojas miden 1,5 a 4 mm y son agudas. Las espigas floríferas miden 30 a 60 mm de largo y 5 a 8 mm de ancho usual- mente invernales pero también estivales en España y Portugal. Los sépalos miden 1,5 mm. Los pétalos 2 a 3 mm. Abunda en las marismas costeras y riberas de los ríos. La madera del taray es pesada y blanda que se ventea y agrieta profunda- mente al desecarse. La leña del taray es bastante estimada como combustible para tejares y hornos de cal y yeso. El taray es muy útil para fijar dunas y terrenos litorales en movimiento, para corregir cauces de ríos y evitar derrumbamientos de tierras en torrentes y ram- blas. Por su resistencia a la salinidad del suelo y del aire, está indicadísimo para plantaciones en marismas, saladares y paseos marítimos. Su corteza es rica en tanino. Como aparece en la cita del encabezado, no hay que confundir el taray con el tamarindo (Tamarindus indica L.), que es una leguminosa tropical cuyo parecido es sólo por el nombre común. En algunos lugares norteafricanos donde hay tarajes, es costumbre de los beduinos usar como edulcorante natural unas secreciones azucaradas inducidas en las ramillas por la picadura de ciertas chinches. Esta es una de las razones por las cuales se asocia a estas plantas con el maná bíblico, hecho apoyado por las descripciones de los textos sagrados. Por otro lado, los taninos de su corteza se han usado como curtientes y para cortar la diarrea, debido a su poder astringente. Tamarix tiene origen semítico o norteafricano (hebreo t?m?r; árabe clásico ?arf?’; beréber tabarkat, taberka, tabuda, etc.) y era el nombre que le daban ya los romanos a estas plantas.

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