Transpirenaica (Etapa 6)

Etapa 6: Bedous-Larrau

BONITA Y CORTA ETAPA NO EXCESIVAMENTE DURA CON INICIO Y FINAL EN TERRITORIO FRANCÉS, EN LA QUE ASCENDEREMOS DOS PUERTOS DE SINGULAR BELLEZA Y PASAREMOS FUGAZMENTE POR NAVARRA ATRAVESANDO ALGUNOS DE SUS RINCONES Y VALLES PIRENAICOS MÁS BONITOS: LA RESERVA NATURAL DE LARRA, LOS VALLES DE RONCAL Y SALAZAR, EL RINCÓN DE BELAGUA Y LA SELVA DE IRATI.

Partiendo de Bedous iniciaremos la subida al col de la Pierre Saint Martin, límite entre España y Francia, por una de sus vertientes más desconocidas y tras superar previamente el col de Houratate y el col de Labays. Para llegar a la cima de este puerto fronterizo nos separan casi 27 kilómetros de subida, tan solo interrumpida por un pequeño tramo descendente de unos 4 kilómetros tras coronar el col de Houratate que agradeceremos para retomar fuerzas.

La carretera que asciende hacia estas dos antecimas previas a coronar el puerto principal es una vía secundaria estrecha y rugosa que no supera los 4-5 metros de anchura y utilizada mayormente por pastores y lugareños, por lo que apenas tiene tráfico. En su recorrido va atravesando unos bosques frondosos con una vegetación exuberante y frondosa, en ocasiones a modo de túnel que nos hará disfrutar de la tranquilidad del entorno y de la naturaleza mientras pedaleamos mimetizados con el paisaje.

Pese a ello no debemos confiarnos ya que se trata de dos subidas bastante duras y exigentes con varios kilómetros por encima del 9% de desnivel medio y con algunas rampas discontinuas que superan el 11%. Una vez llegado a la segunda antecima, el col de Labays, abandonaremos la carretera secundaria y nos incorporaremos a la carretera principal D132 que viene remontando el valle desde del pueblo de Arette.

A partir de aquí nos quedan todavía unos 7 kilómetros de subida por una carretera más ancha y que se encuentra en mejor estado y con unos porcentajes más suaves que los de los puertos anteriores, lo que facilitará nuestro ascenso. A medida que seguimos ascendiendo por esta carretera cambia totalmente el paisaje, el bosque desaparece y las vistas se van abriendo dejándonos disfrutar de una perspectiva y una panorámica espectacular que nos acompañarán durante muchos kilómetros.

Tanto este último tramo de subida como los siguientes 15 kilómetros de bajada que nos esperan hasta llegar al rincón de Belagua son un auténtico regalo para la vista y los sentidos. La carretera atraviesa la Reserva Natural de Larra, que acoge uno de los más singulares y representativos de los ecosistemas pirenaicos y constituye uno de los parajes morfológicos kársticos más impresionantes de Europa.

Sin duda estamos en un lugar mágico y además cargado de historia, ya que aquí se celebra el tratado transfronterizo más antiguo de Europa: el Tributo de las Tres Vacas. Se trata de una tradición que se remonta al año 1.375 y se repite cada 13 de julio, por la que tres alcaldes del valle francés de Baretous hacen entrega de tres vacas a los habitantes del valle navarro del Roncal a cambio de poder disfrutar de los pastos de esa montaña durante 28 días en verano.

Tras coronar el col de la Pierre de Saint Martin, situado a 1.760 m, toca disfrutar de un largo descenso hasta Isaba, mientras en el camino vamos dejando atrás bellos rincones, simas, reservas, montañas, pistas de esquí de fondo, barrancos, bosques, miradores, cascadas, flora, fauna y alguna curva helicoidal a modo de tiovivo.

En Isaba podremos encontrar todo tipo de tiendas o comercios donde avituallarnos antes de continuar con la segunda parte de la etapa y la ascensión al puerto de Larrau. Tener en cuenta que aunque se trata de una etapa “corta” de menos de 100 kilómetros, pasados este pueblo no encontraremos en el camino ningún establecimiento donde poder hacerlo hasta finalizarla.

Salimos desde Isaba y continuamos por la carretera N-140 que nos dirige hacia Uztarroz siempre en ligero ascenso, ya que previamente debemos coronar un pequeño puerto, el alto de Laza, que va ganando pendiente a medida que nos acercamos a él. Este puerto no es excesivamente duro, ya que desde Isaba son 11 kilómetros de subida con apenas un 3% de desnivel medio. Tras superarlo descenderemos nuevamente 4 kilómetros hasta perder la cota 900 y nos encontraremos con el cruce de subida al puerto de Larrau, que tomaremos a mano derecha.

La subida a este puerto es mucho menos dura por la vertiente navarra que nos encontramos que por la francesa. En nuestro caso tendremos que superar 11 kilómetros de subida bastante regular y mantenida en torno a un 6-7% de pendiente media. La primera parte de la subida está cubierta por árboles que poco a poco irán desapareciendo para a partir del centro de ski nordico de Abodi abrirse el paisaje y terminar remontando la montaña por una ladera del monte Orhi, primer 2.000 occidental de la cordillera pirinaica situado justo encima de la selva de Irati.

La Selva de Irati es después de la Selva Negra de Alemania, el segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa. Se trata de una inmensa mancha verde de unas 17.000 hectáreas rodeado de montañas que se mantiene en estado casi virgen y nos vuelve a regalar unos paisajes verdosos espectaculares. Tras atravesar un pequeño túnel excavado en la roca, en la cima del puerto situado a 1585 m. podremos disfrutar de otras extraordinarias vistas del valle y de la carretera que lo corona por la exigente vertiente francesa.

Iniciamos el descenso y acometemos una pequeña y pronunciada bajada que tras hacer un par de revueltas nos hace atravesar unos pastos verdosos llenos de ganado. Tras alcanzar el Col d’ Erroymendi volveremos a descender bruscamente hasta el fondo del valle donde nos espera el pueblo de Larrau, donde finalizaremos esta preciosa etapa. Durante el descenso podremos observar frente a nosotros la carretera que sube hacia el col de Bagargi, puerto de extrema dureza que acometeremos mañana en nuestra primera ascensión del día.