Transpirenaica (Etapa 5)

Etapa 5: Gripp-Bedous

ESPECTACULAR ETAPA REINA DE LA TRAVESÍA QUE TRANSITA ÍNTEGRAMENTE POR TERRITORIO FRANCÉS Y QUE CON MÁS DE 3.700 M DE DESNIVEL POSITIVO ASCIENDE LOS MÍTICOS PUERTOS TOURMALET, AUBISQUE Y MARIE BLANCHE, OFRECIÉNDONOS UNAS SUBIDAS EXTRAORDINARIAS JUNTO A UNOS PAISAJES INCREÍBLES Y DEJÁNDONOS UN SABOR DE BOCA QUE RECORDAREMOS DURANTE MUCHO TIEMPO.

Iniciamos esta dura jornada realizando una de las ascensiones cicloturistas más famosas del mundo: el Col del Tourmalet de 2.115 m de altitud, meca de numerosos ciclistas provenientes de todos los rincones del planeta que acuden a él para medir sus fuerzas en sus duras rampas.

Partiendo de nuestro punto de pernocta comenzamos remontando la larga y dura ascensión que nos espera para poder coronar este puerto y superar los casi 1500 metros de desnivel que desde el pueblo de Campan nos separan hasta su cumbre. Los primeros kilómetros de ascensión y hasta llegar al pueblo de Grippson son bastante suaves y llevaderos, tramo que en nuestro caso además superamos la jornada anterior. A partir de ese punto los 13 kilómetros restantes superan en su mayoría el 8,5% de media, no bajando en ningún momento del 8%, siendo además estos tramos los únicos puntos de descanso que encontraremos durante toda la subida.

Tras superar una primera zona boscosa y dejar atrás Artigues haremos un gran quiebro primero a izquierdas y luego a derechas para salir a la intemperie remontando por una carretera que de manera rectilínea va dejando el valle a mano derecha. Tras superar un par de túneles anti-avalanchas que nos conducirán directamente hasta la estación invernal de la Mongie, afrontamos los últimos 4 kilómetros de ascensión que tienen una dureza similar a los anteriores y nos exigirán continuar con el esfuerzo mientras nos exprimimos al máximo. Sin darnos ninguna tregua el puerto llega a las herraduras finales ya con el premio al alcance de la mano, no sin antes superar una última rampa del 13% que pondrá punto y final a esta increíble y durísima ascensión.

En la cima del Tourmalet encontraremos un bar donde poder avituallarnos o encontrar refugio los fríos días de niebla o lluvia. El bar está lleno de fotos antiguas y tiene alguna bici “reliquia” colgada de la pared de las que usaban los ciclistas de principios del siglo pasado, lo que le hace parecer un pequeño museo de la historia del Tour.

Los aproximadamente 20 km de bajada que tenemos hasta Luz St. Sauver los haremos muy rápido, ya que se pierde un desnivel cercano a 1.400 m en ese trayecto. A partir de ese punto la carretera continúa valle abajo perdiendo altura progresivamente durante otros 15 km hasta la localidad de Argeles-Gazost, si bien ahora con un porcentaje más suave. En esta localidad situada a 450 m de altitud encontraremos muchos comercios y locales donde poder avituallarnos antes de acometer la ascensión de otro puerto mítico del Tour subido por primera vez en 1.910: el Col d’ Aubisque.

Hasta la cumbre de este puerto nos espera una larga subida de casi 30 km y con tres partes claramente diferenciadas. La parte inicial de la ascensión de unos 13 km nos lleva desde Argeles hasta Arrens remontando el Val d’Azun, un precioso valle paraíso del ski de fondo y otros deportes al aire libre. Las rampas iníciales de salida de la localidad de Argeles son las más duras de este primer tramo, lo que unido al constante tráfico que suele circular por la carretera D-918 hará que se nos haga bastante pesado. Una vez llegamos a Arras-en-Lavedan la subida se suaviza y el tráfico disminuye por lo que comenzaremos a disfrutar de una fácil y amena ascensión hasta Arrens, donde comenzará la parte dura del puerto. El tramo de subida que nos espera para llegar al Col de Soulor tiene 7 kilómetros a una pendiente media bastante regular del 8%, aunque tiene varias (t)rampas que superan los dos dígitos.
Toda la subida se hace prácticamente cubierto por la sombra de los árboles y una vez alcanzado el Col de Soulor a 1.474 m de altitud, podremos disfrutar de una panorámica espectacular, ya que se abre ante nosotros el impresionante circo de Littor.

Acometeremos entonces los últimos 10 km de la parte final del puerto, que comienza descendiendo durante un par de kilómetros para volver a iniciar una suave ascensión por una carretera prácticamente colgada sobre el circo que recorre este espectacular paraje. Esta estrecha carretera abierta a pico y pala solo es practicable de mayo a septiembre debido al riesgo de aludes y cruza un par de túneles escavados en la roca donde parece que el tiempo se detiene. A medida que avanzamos vamos dejando a mano derecha unos barrancos y muros verticales dignos de admirar y fotografiar.

Mientras seguimos subiendo disfrutando con el paisaje y las vistas, la carretera empieza a cobrarse su peaje endureciendo su porcentaje con alguna rampa cercana al 10% antes de coronar el Col d’Aubisque a 1.709 m. En la cima del puerto encontraremos en un lado de la carretera, un restaurante y al otro, las famosas bicicletas gigantes pintadas de los colores de los maillots del Tour que fueron colocadas en 2.007 y que rinden homenaje al Tour y al propio Col.

En los casi 20 kilómetros de bajada que tenemos hasta Laruns atravesaremos la estación de ski de Gourette y el precioso pueblo de Eaux Bonnes, donde la emperatriz Eugenia hizo de él su balneario habitual. Desde Laruns continuaremos por la D934 en ligero descenso hasta el pueblo de Bielle, donde comenzaremos nuestra última subida del día, el puerto de Marie Blanche.

Este puerto es durísimo por su vertiente occidental aunque nosotros lo ascenderemos por su vertiente más suave, la cara oriental, que salva un desnivel de 600 m en 11 kilómetros. La mayor parte del desnivel se supera en los 5 primeros kilómetros del puerto, que tienen una pendiente media del 7-8%. Pasado este punto y una vez alcanzado el col du Porteigt la carretera se vuelve llana y nos encontraremos con un espectacular Plateau verdoso que se abre a nuestra vista. Tras atravesarlo nos meteremos de nuevo en el bosque que nos llevará a la cima del col después de superar algún tobogán y falso llano.

La bajada hasta Escot se hace por una carretera apenas transitada y en este pueblo, tomaremos un desvío a mano izquierda para remontar el valle unos 10 kilómetros en dirección sur tomando la carretera N134 que nos llevaría al puerto y túnel de Somport. Este tramo es paso natural entre Francia y España y tiene bastante tráfico por lo que debemos prestar bastante atención y cuidado al circular por su arcén.

Terminaremos nuestra etapa en Bedous, pequeño pero acogedor pueblo que cuenta con varios alojamientos sencillos y algunas casas particulares que ofrecen sus “chambres” para poder descansar y poner fin a una etapa simplemente extraordinaria.