SEySN: Etapa 5: Torrelaguna-El Berrueco-La Cabrera-Soto del Real-Colmenar Viejo

Hemos pasado la noche junto a la iglesia de El Berrueco, en un refugio gratuito de piedra (techo y tres paredes) que nos han recomendado. El track, sin embargo, empieza a contar desde Torrelaguna.
Amanecemos, como decía anteriormente, en El Berrueco, con unas hermosas vistas del pantano de El Atazar (el mayor de Madrid) desde el mirador donde se ubica la Iglesia del pueblo. Muy recomendable.
El pueblo de El Berrueco ha crecido espectacularmente en la última década y en él podremos encontrar todos los servicios, con un ambiente más tranquilo que en Torrelaguna.
Empezamos en subida hacia La Cabrera, así que cuidado con las calores y los desayunos copiosos...
Tras atravesar La Cabrera, tendremos una buena parte de senderos de tierra que nos animan el pilotaje de la gravel. Ya se echaba de menos un poco de acción. Las vistas del macizo de La Cabrera con el pico de la Miel en cabeza son fabulosas. Vamos por la llamada Ruta del Toro. Más adelante veremos ganado bravo debidamente acotado por precaución.
Seguimos por caminos y sendas que pondrán a prueba nuestros frenos, casi hasta Navalafuente, al que entraremos por la M-625, con poco tráfico incluso en fin de semana.
Pasaremos frente al camping Piscis, bastante concurrido, justo antes de quedarnos a las puertas de Guadalix de la Sierra. Cogeremos la M-608 para ir hacia Soto del Real, todo en subida constante, con el objetivo de coger allí el carril bici todo hasta Colmenar (y Tres Cantos o Madrid si se prefiere). Podríamos plantarnos directamente en Colmenar desde Guadalix por la comarcal M-625, pero prefiero tirar de carril bici y hacer una paradita en Soto para refrigerio y snack.
A partir de Guadalix de la Sierra han sido bastantes los ciclistas con los que nos hemos cruzado. Pero ya en el carril bici, rodamos cómodamente junto a más de ellos que nos saludan con sonrisa al ver nuestra carga bikepacking. Algunos comentarios simpáticos y de ánimo. Y es que la gente, en general, de siempre han sentido cariño y respeto por el viajero, por el aventurero.
En el Cercanías de Colmenar, móvil en mano, disfrutamos de las fotos y, por el wasap, vamos convenciendo a un colega para la próxima. Hay ganas.